¿Cómo era eso? Segundas partes nunca fueron buenas. Otra prueba más de que el refranero se equivoca.
Después de leerme Al límite y Al límite 2, aseguro con rotundidad que, el segundo es mejor que el primero.
Los dos están escritos por el mismo autor, Clint Willis. Aunque en realidad se lleva el mérito, lo único que ha hecho a sido recopilar historias de desastres en la montaña contados por otros escritores y montañeros.
El primero, tiene historias demasiado largas y que se hacen incluso aburridas y otras que las ha metido por su relevancia más que por el atractivo de la historia.
Seguramente, criticado y aconsejado por amigos y editores, en esta segunda parte, se ha preocupado de que las historias sean, a la vez, interesantes, cortas y relevantes, por ese orden, consiguiendo que sea amena desde el comienzo hasta el final.
Detalles como meter a una mujer contando una de las historias e introducir otra de H.G. Wells, de su libro El nuevo fausto que aunque no es montañero sí un buen contador de historias y que aquí vemos, que también se atrevió con este tema tan poco manido por grandes editoriales.
Su historia cuenta, como un joven, desafía a los estirados montañeros de finales del XIX con una hazaña peligrosa junto a su ¡"Anciana" madre! Cuanto menos curioso y por alguna razón, es una de las que se te quedan en la mente al cerrar por última vez sus páginas.
En resumen, aconsejo a quien decida adquirir una de estas dos obras, se decante por Al Límite 2. Le aseguro que, se "comerá" el libro antes de hacer tiki tiki con el ratón.
Al Límite: 6
Al Límite 2: 9
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