Es curioso lo de las mochilas y yo.
Y es que a lo largo de mi vida montañil ya van tres que me han tenido que cambiar los proveedores.
Una fue hace ya años atrás, en el año 2000, si la memoria no me falla, con la marca
Northland en la que aconsejado por la revista Desnivel, busqué y compré una de las mochilas de esta marca que recomendaban en un artículo sobre mochilas de ataque ligeras.
En la primera salida a intentar el pico Almanzor, en invierno, las cintas de ajuste se me rompieron por las costuras y una de las del hombro se me descosió cuan do estabamos a 300m de la cima.
A la vuelta, me puse en contacto con la
empresa distribuidora y me mandaron una nueva de la temporada siguiente, al ver que se trataba de un problema de fabricación, a la que le di mucho trote durante mucho tiempo hasta que ya quedó bastante machacada y rota por el uso.
LA ADQUISICIÓN
Este mismo año 2009, para el viaje a Alpes y tras empezar a rompérseme la del Decathlon de 50l, tras la devolución del dinero por parte de Decathlon, al comprobar que efectivamente era defecto de fabricación, comencé una ardua búsqueda de otra del mismo tamaño, ya que mi intención era llevar esa para las actividades que rondaban nuestra mente que posiblemente requirieran de llevar en ella para un vivac.
Tras preguntar a amigos, a muchas tiendas (físicas y de Internet), por fin di con el modelo que se llevaba el mayor número de puntos deseados.
La Mygal 47 de Millet.
Pero para ello la tuve que comprar en la Internet, ya que fisicamente era tarea imposible, en una
web de Francia a la que ya había comprado otras cosas como la colcho de Beal que aun uso y abuso.
Al parecer, según me informaron, sólo les quedaba una este modelo, así que sin pensármelo dos veces la compré.
Pero tristemente al poco de comenzar a usarla, a pesar de que la vendían como
mochila muy resistente, comenzó a padecer del mismo problema.
Las costuras se descosían sin ni siquiera hacerles presión.
Además, a esto se le añadía el problema de la base, que tan sólo con apoyarla en el granito se habían hecho varios agujeros en la base, llevando tan solo una botella con agua, de plástico y algo de ropa en el momento del roto.
Una pena por qué la mochila me encantaba en todo :(
De nuevo me puse en contacto con los distribuidores, pero me dijeron que ese modelo hacía tiempo que ya no se fabricaba y me enviarían uno parecido.
Tras un envío erróneo de un modelo que, a pesar de ser más caro, no cumplía con las necesidades mínimas que buscaba y tenía la Mygal 47 (Seta separable/extensible, entre 47 y 50l de capacidad, dos portapiolet y cremallera de acceso frontal) el viaje a Alpes se acercaba y la mochila aun no me había llegado.
Por fín, a pocos días de día de salida, me llegó a casa la mochila, que parecía adecuarse a lo que había buscado comprando la Mygal. La Peuterey 50.
Desde aquí agradecer el servicio prestado por Millet España que se portó fenomenal conmigo.
LO MALO
La mochila que me mandaron, tiene todo lo que se puede pedir a una mochila de "ataque", aunque a mi me supuso un sufrimiento continuo en el viaje a Alpes, no por qué se descosiera de nuevo las costuras, sino por qué al no poder probarla antes dada la cercanía del escopetazo de salida, no me había percatado de un problema gordo que siempre se debe tener en cuenta si te vas a ver obligado a escalar con la mochila puesta. La altura de la espalda.
Una de las cosas que me gustaron mucho de la Mygal y que esta también llevaba es que la espalda es un plástico que hace la forma de la espalda y que se puede sacar completamente para usar, por ejemplo, como pala o como aislante del culo y parte de pierna para un vivac.
B
Pero esta misma espalda que tanto me gustó ya que así te ahorras el tema de llevar una pala a acuesta en actividades invernales, es demasiado larga para mi tronco cuando voy escalando con ella cargada.
Me explico.
En Alpes, muchas de las rutas que nos planteamos requerían de subir por un sitio y bajar por otro completamente distinto, esto te obliga a llevar la mochila a cuestas siempre. Además de este problema hay que añadir que nuestra actividad era en roca, lo cual nos obligaba a meter las botas, crampones y piolets en ella, ya que para llegar a los pies de vía, bien había que pasar un glacial o bien había que cruzar otro para volver.
Metele algo de ropa de abrigo, lluvia y ya tienes la mochila “llena”.
Al estar así y requerir de llevarla ajustada para no desequilibrarte en los pasos, al llevar el casco y querer mirar para arriba se hacía una tarea imposible al tropezar con el plástico de la espalda.
Probé a meter la seta en la mochila…y nada, probé a echarla para atrás desajustando las cintas de aproximación y tampoco, además de estar continuamene desequilibrandome. Hasta que comprendí que el problema no era la seta, que con lo que me daba era con el final de la espalda que era demasiado alto para poder echar la cabeza para tras y mirar para arriba.
¿Habéis probado a escalar así? Os aseguro que es realmente desagradable.
Para ello inventé una técnica que consistía en echar el peso de la mochila a un lado y girar la cabeza para el otro para poder ver con el rabillo del ojo lo que se avecinaba.
Tengo constancia que hay un
modelo que es igual pero con menor capacidad. Este seguramente no tendrá ese problema.
Por otro lado y ya en casa, descubrí que al sacar el plástico la mochila, no se queda echo un trapo, sino que lleva la espalda reforzada en su interior, por lo que podría haber quitado el plástico y usarla sin él, aunque también iría sin pala...Para la próxima ya lo sé.
Otra cosa que también vi que no estaba bien en la Mygal es el tema de las cintas de aproximación de carga en los hombros, están demasiado cerca de la seta y cuando esta no está extendida, tiende a quedarse bajo ella y consigue que si te la cargas se desaflojen las cintas.
A
LO BUENO
La mochila es resistente, sus costuras están a conciencia. El sistema de la espalda resulta sorprendentemente cómodo a pesar de su aparente sencillez.
Lleva una cremallera frontal para acceder al interior sin necesidad de abrir la mochila si se quiere llegar al fin de esta sin deshacerla entera, con una resistente cremallera, con una tapeta que va sujeta en tres puntos con velcro.
F
En esta misma tapeta lleva un apartado fabricado en otro material más resistente a la par que suave, que es para poner los crampones.
E
Como anécdota decir que en una de las escaladas en los Alpes, decidí meter los carmpones en la mochila en vez de en este apartado y dejarlos al fondo (sin su bolsa para ahorrar peso pero con las gomas en las puntas para evitar cortar la mochilas y la ropa) pensando que el refuerzo de su bajo sería lo suficientemente resistente para aguantar los crampones. Craso error ya que a pesar de ser más resistente que el resto de la mochila, no lo es tanto como el apartado para este fin.
Un roce fue suficiente para que la parte de atrás del crampón (no las puntas) tocase con el granito para asomar este.
Cinta americana por el interior y listo.
Este mismo apartado, lo uso de vez en cuando para llevar una botella de agua (Cuando no llevo crampones) y así tenerla más a mano cuando la necesito.
La salida del tubo del
Camel, no va por los lados, sino que va por el medio para así evitar enganchones y de paso llevar menos goma fuera que pueda congelarse.
Como es una mochila técnica, no lleva bolsillos laterales y los únicos que tiene son los de la gran seta. Uno exterior con su cierre especial para evitar que entre agua y otro interior.
Bajo esta seta lleva una cinta con cierre de clip que ayuda a cerrar mejor la carga interior y también para poder usarla para sujetar, por ejemplo, la cuerda si la llevamos por fuera.
El sistema de cierre de los tancas no se puede decir que sea muy efectivo, pero lo que si puedo asegurar es que es fácil de manejar con guantes gordos.
En los laterales lleva porta esquis solo ajustables en la parte de arriba.
D
La cintura no es muy gruesa cosa que se agradece sobre todo si la idea es llevar el arnés y material colgado de este. Este está además aireado en su interior lo cual se agradece para ir más fresco.
C
El sistema de ajuste (como pasaba con la del Decathlon) es hacia dentro lo cual facilita el cierre y resulta mucho más cómodo que los clásicos que van hacia fuera.
En el mismo lleva un pequeño apartado con cremallera, en un lado, perfecto para meter una barrita y una frontal o una cámara de fotos compacta.
En el otro lleva un portamaterial muy útil por ejemplo para llevar material adicional que vayas a usar antes, como un tornillo de hielo, el Link Cam, etc
PESO
2,2kg según mi báscula
LUGAR DE PRUEBA
La mochila la he probado en varias vías de los Alpes franceses, en vías del Tridente de Tacul, El Monje, la aguja de L'M y en la Pedriza.
CONCLUSIÓN
Se trata de una mochila resistente para actividades de dos días con lo básico, pensada para escalar con ella (comprobar antes si no es de tu talla) muy cómoda y con los detalles justos para ser una mochila técnica.