COMO LOS RICOS (RISCO DE LA BELLOTAS)

Por fin de nuevo vuelvo a escalar por gusto buscando la simple diversión, por el placer de tomarse una Clásica después de un día de trepadas sin estrés de encadenamientos A Vista, ni de fatigosos entrenamientos llevados a la extenuación por una meta racional.
Sencillamente escalar porque sí.

La primera ya la conté hace unos días, la segunda fue con Ramón, en una fugaz visita al famoso y ultravisitado Gusarapo en La Pedriza, dónde nos vimos obligados a recordar los años 60 usando arnés de cuerda para asegurar, ya que con las prisas Ramón olvidó el suyo en casa.

(Nota mental, llevar un arnés de repuesto en el coche)

La tercera y última hasta la fecha (dado que me ha visitado la señora Gripe/catarro/loquesea, posiblemente aprovechando una bajada de guardia de las defensas después de tantas semanas de entrenamiento y estrés), fue con Yago en el también muy conocido Risco de las Bellotas.

Allí nos hicimos la vía Alba Marina, de tres largos y 6a.

Y también le dimos, de segundo, aprovechando la cuerda por arriba, (y apremiándonos por la luz que ya se escondía tras el horizonte debido a lo súper tranqui que nos lo tomamos el día) al OW del centro de la pared, con el que ya me he rozado un par de veces, si el blog y mi memoria no se equivocan.

Como no, ambas tuvieron su Clásica indiscutible al final.

Algunos me dicen que vivo como los ricos. Yo les contesto que en realidad lo soy, pero rico en experiencias, como eterno viajero de sueños e ilusiones…