6 de junio de 2011

TAKE IT EASY (CANCHO PERRU EN PEDRIZA, VALGALLEGOS EN TORRELAGUNA Y PRESA DE NAVALMEDIO)

Los últimos meses me he sentido como si estuviera en un limbo, navegando a la deriva, en una pequeña embarcación que perdió su combustible en una virulenta tormenta, y que ha estado guiada por las corrientes que mecían sus maderas.

Por fin hace unos días llegaba a un puerto en el que los manjares me llenaban los ojos y el olfato ofreciéndome diversas oportunidades, después de haber pasado meses sufriendo la soledad del obligado encierro.


Superado con creces las pruebas a las que fui sometido, llego a este pueblo pesquero, con cansancio y sueño acumulado que espero recuperar entre las manos de mi fiel compañera que me apoyó durante el largo viaje.


Por suerte, mientras pasaba días sumido en el viaje, de vez en cuando me quedaba dormido y soñaba con lugares de los que me habían hablado y aun no conocía.
Me imaginaba visitándolos y escalando en sus paredes y vías para escapar del sometido encierro.



Primer sueño
Cancho Perru:
Situado a la derecha del 9, pero yendo por su mismo camino, allí fuimos Sergio, Irma, Marga y los hermanos Fuidio; Dani e Izan.


El calor gobierna sin democracia y la roca negra del Perru, nos obliga a apretar más de lo necesario.


No obstante sus vías son bonitas y de grado asequible (pero obligado), de estilo similar a las cercana 9 y lugar perfecto para ir, si está llena la anterior.


Tenemos constancia de que hay más vías arriba pero nuestro tiempo es limitado y nos centramos en las de abajo.


Como es mi sueño y estoy motivado, encadeno todas A Vista.



Segundo sueño
Bruselas:


Sueño que cojo un avión y viajo a la tierra de nombre de col, donde aparte del fin principal del viaje, sueño con suculentas comidas en lugares de cuento.


Además la mente me hace llegar a hacer algunas cosas que rozan lo irracional, como escalar, al más puro estilo John Gill, el monumento The Lion Mound, homenaje de la batalla de Waterloo.




Tercer sueño
Valgallegos:
Lugar conocido por muchos, pero divulgado solo para los cursos, se trata de un sitio similar a Patones en lo que a roca se refiere, porque en vez de ser un cañón horadado por el río, son una serie de crestas emergiendo como la espalda de un dragón encorvado sobre algunas escarpadas laderas cercanas a un lugar de recreo que hay entre Torrelaguna y La Cabrera.


Allí sueño que nos juntamos Sergio, Irma, Marga, Miguel y Quique.
De nuevo las prisas nos pueden y solo visitamos un par de las tres crestas que conoce Miguel, donde da la sombra.


Los grados variados y en general buen y moderno equipamiento.

Cuarto sueño
Presa de Navalmedio:
Veo ya tierra firme, pero las corrientes no son claras y parece que me harán dar un rodeo, por ello cierro de nuevo los ojos para ahorrar energía, mientras Morfeo me lleva en brazos a una zona que está en el desagüe de la Presa de Navalmedio, subiendo por la carretera que da al puerto de Navacerrada y desviándose en la Fonda Real, por una pista asfaltada que te lleva a la presa.


Allí, además de ir con Marga, Luján, Ana y Quique, se encuentran Antonio, Manolo y Miguel, con un montón de amigos más, llenando la fresca zona a los pies del río.


El granito, cortado por las inclemencias del tiempo, es similar al conocido Peña Pintada, con techitos, bavaresas y placas de canto romo.


Las vías están desperdigadas por la zona y nosotros vamos de nuevo con prisa, así que tan solo podemos trepar en una primera peña donde algunas cintas cuelgan.


Animado por ser posiblemente el último sueño antes de llegar al suculento puerto, decido escalar sin croquis guiado solo por la belleza de la línea.
Eso hace que la primera vía me sea sencilla. Es una bavaresa, de cacho, de no más de V+, pero la segunda me engaña en parte y supera mis esfuerzos a pesar de ser mi sueño.


Tras negociar y escuchar consejos de Miguel, me subo por la variante que invita a la sencillez, pero la sorpresa que me llevo es que arriba no hay reu…o mejor dicho han quitado las chapas, por lo que me toca hacer uso de mis conocimientos en marrones varios para alcanzar una reu aledaña y destrepar hacia ella, para luego bajar a tierra firme.


Me despierto de golpe, mi embarcación ha quedado varada en la arena de la playa junto al puerto que comentaba al principio.
Aun con las ropas mojadas por arrastrar la nao hasta lugar protegido, y habiendo caminado apenas unos metros, las ofertas me rodean y me aturden como marroquíes en zoco.


Por fin encuentro un lugar tranquilo, un lugar donde el ruido del agitado mar ha desaparecido, un lugar donde me siento relajado y donde puedo sentarme a recodar mis cuatro sueños, mientras valoro con distancia cada oferta, acompañado de un dulce té en mi paladar y unas entrañas al punto en mi plato.

3 comentarios:

Pekas dijo...

Sólo decirte.. que bello es soñar.. ;-)))

La vida es un sueño.. y los sueños.. sueños son... ( aunque en muchas ocasiones algunos tienen la suerte de verlos cumplidos..;-))

Antonio dijo...

Muy bien contado Vlady, espero que dentro de poco toda tu vida sea un sueño.

Saludos

Historias de montaña dijo...

Qué hay Pekas y Antonio!

Yo de momento sigo soñando hasta que me despierte ;)

Salu2