EL FINAL DEL COMIENZO (PEÑA SANTOYA, PEÑAS DEL MESTO Y CABRERA)
Después de varios meses de entrenamiento, este último ha sido la culminación de su fin, abriendo las puertas de otro comienzo, como si se tratara de la búsqueda de las llaves, para el ya muy próximo viaje.
No he podido estar en todos los entrenamientos y me perdí uno de los grandes que mis compañeros, terminaron con un fantástico y envidiable tiempo, el finde pasado, en la cara Oeste del Naranjo, realizando la larguisima Rabadá/Navarro en un tiempo de 8h.
¡Enhorabuena chavales!
Este pasado es el último finde de entrenamiento, ya que el que viene, lo tomaremos, muy probablemente de descanso, para no saturarnos y llegar crecidos en motivación y fuerzas a los USA.
Para este fin de fiesta hemos dejado una de esas vías míticas que todo amante de las fisuras debería probar al menos una vez en su vida. Os hablo de Metamorfosis, situada en la Aguja de los Tres Amigos de la sierra de La Cabrera y cotada de 7a+, metiendo cacharros y de 6c+ con ellos puestos.
No sé que grado se le dará de segundo y sin tener que pararse a quitarlos...pero eso, sinceramente querida, me importa un bledo...lo que si que me importa es saber ahora que la línea es soberbia, divertida, juguetona, que te hace pensar cada movimiento, con obligados empotres de dedos de “Ay que daño” pero que agarran como fisus en grietas de embudo.
Una fisura a la que quiero volver, pero ya tendrá que ser cuando regrese del gran viaje.
Miércoles 20
La semana pasada, durante el finde no iba a poder trepar por tener boda familiar fuera de Madrid, por ello no podía faltar a la salida del miércoles, a la que se apuntaron también Jacobo y Juana. En esta salida también Icoba se había decidido a sacar sus cacharros de paseo y darles un poco de rozamiento granitico, en lo que se conoce como Peña Santoya.
A este sitio se accede por la Estación de tren de Torrelodones, aunque según cuentan lo mapas, geográficamente pertenece a Galapagar...ya ves, cosas de las fronteras imaginarias, supongo.
Alberto, ya había estado la semana anterior, por lo que nos hace de guía y nos lleva por donde recuerda fue con Pep.
Para ello entramos en la estación y vamos a la última vía, la nº3. Desde allí la cruzamos por unos tablones de madera, que dan a una puerta de metal, que está cerrada pero abierta.
Un camino, hacia la derecha, nos lleva luego a la izquierda y finalmente por otro que se difumina y termina casi campo a través yendo hacia el río.
Si en vez de meternos por está puerta, continuamos un poco por el andén de la vía nº3, llegamos a otra puerta, pero se trata de un terreno privado donde además advierte de la presencia de perros sueltos... A la vuelta, llegamos a salir por aquí sin pretendelo y vimos que es mucho más sencillo, ya que llegas en línea recta a las peñas, por un camino amplio y bien marcado. Eso sí, no os lo recomiendo para así evitar que el dueño prohiba el paso y no se pueda acceder a estas peñas.
30min más tarde, hemos localizado el paso por piedras como el mármol de patinosas,...
...para poder cruzar el peligroso río Manzanares...no por sus rápidos o gran caudal, sino por su contenido verdoso que además desprende un olor nada agradable.
Al loro a la vuelta de noche.
A esta peña le da la sombra por la tarde, pero el calor está presente de igual manera y nos obliga a quitarnos camisetas y sudar de lo lindo.
No nos da tiempo a mucho, ya que la imparidad y que ya anochece a las 21:20 nos deja pocas opciones.
Pero hacemos entre todos: Un Diedro semiequipado llamado Eduardo y de IV+. Una fisura llamada Tiburcio-Capi, también semiequipada y de grado V+. Nyariathoted con una entrada de bloque/dinámico que dan de 6c y un paso raro de diedro que no saco. Y para finalizar, antes de que la luz se mache a otro meridiano, una bonita línea, llamada Con las uñas negras, que va por el filo en bavaresa, cotada de 6a+ en la que caigo en su cambio a placa.
Ya de noche, pasamos algo de penurias para llegar al otro lado, pero por suerte ninguno de los cinco acabamos húmedos.
Unas cervezas y hamburguesas lejanas después y cada uno se vuelve a su terruño.
Miércoles 27
Después de unos cuantos mensajes y anulaciones, finalmente somos Alberto y yo los únicos que vamos al sitio elegido. Las Peñas del Mesto, donde ya he realizado un par de visitas. Una con Asun y otra con Fichy.
Esta vez quería conocer los otros riscos que me faltan, pero de nuevo la luz manda y decido llevar a Alberto a las fisuras que conozco. Pero antes nos pasamos por otra que no conocía, en lo que llaman la Peña del Mesto.
Allí nos encontramos con un chaval que dice ser el equipador de alguna de las vías (Tato) y que muy indignado nos cuenta qué se las han desequipado y que cree saber quien es.
¡Que gentuza!
Nos recomienda hace la fisura que llaman...Fisura ¿? y que está en el lado izquierdo de esta peña.
¿Por que no haría fotos?
Según la guía, hay una chapa con un maillón...bien, pues ya no está el maillón. Así que toca destrepar por detrás.
La fisura está limpia y ofrece pasos más que interesantes en todo su recorrido.
Si sales hasta la cima (como hicimos nosotros pensando que la chapa con descuelgue estaba arriba) el grado de 6a+ se lo lleva seguro.
Roca algo arenosa. Recomendable vendaje para el último tramo.
Luego vamos a lo que llaman las Peñas del Retén donde hacemos y encadenamos las dos fisuras.
Seguido a esto y casi corriendo al ver que la luz se nos escapa de los dedos, decidimos ir en busca de las Machorras.
Si sigues la pista a la izquierda, tras un km aprox. llegas a una gran explanada donde, a mano izquierda, se pueden ver.
¡Y la cámara en la mochila!
Lo primero que sorprende de esta peña, es su corta altura, ya que en las fotos de la guía, da la sensación de ser al menos el doble.
No obstante merece la pena ir para escalar el 6b+ que llaman Yan y por la que empezamos ya que el 6b, que llaman Espolón Tolón Tolón, lo están haciendo tres chavales.
Realmente bonitas ambas vías, pero me quedo con el 6b+, por su continuidad. Pasos de bavaresa con buen canto y salida fina.
Tras cena en un barrio rico, nos despedimos hasta el sábado. El día del último proyecto del entrenamiento.
Sábado 30
La bajada de temperaturas que ya avisaba en la predicción el día jueves, no se hace esperar, y se agradece de manera generosa en el primer lugar al que me dirijo para pasar el sábado.
Este es Patones, donde nos juntamos hasta 9 personas.
Buenos días Luna
Allí repito sector y vías pero me sorprendo a mi mismo, de mi continuidad al haber parado un finde.
Estaba claro que necesitaba descansar y el cuerpo me lo ha agradecido en forma de resistencia.
Me encadeno varios 6a y 6a+ y peto por falta de técnica techil en dos 6b y 6b+.
Casi con la hamburguesa en la boca y una despedida de todos/as a mano alzada, salgo escopetao, a eso de las 17:00, hacia la Cabrera, donde Alberto ya me espera preparado para subir a nuestro proyecto. Metamorfósis.
Tras un camino algo acalorado de 40min, donde nos encontramos de bajada a Dani, Kaesar y Almu, que viene de la misma, nos ponemos bajo ella y comenzamos a prepararnos.
El viento, poco habitual en las agujas, azota el callejón y me veo obligado a ponerme el chubasquero a modo de cortaviento para asegurar, ya que este viene algo frío y sabía que me iba a tocar esperar un rato.
Como a mi me tocó el 6c de la Peña del Águila este le toca a Alberto.
Intenta hacerla en libre, pero enseguida comprueba la dificultad técnica que esto requiere, así que intenta sacar los pasos pero colgándose a descansar de cada cacharro puesto.
Tras una hora, y casi todos los Aliens puestos más un buen surtido de Camalot de talla mediana, por fin me toca darle a mi.
¡Me he quedado helado macho!
ATENCIÓN: Lo que viene a continuación es la descripción de la vía y sus movimientos, por lo que si no quieres perder el A Vista, te recomiendo que no leas lo que sigue.
Ya el paso de entrada tiene su aquel, pero lo supero tras algunas dudas.
Seguido a este unos pasos casi en x sobre las lajas laterales te hacen subir lo suficiente para coger un agarre lateral del que hay que bavarasear y subir pies a las regletillas que ya empiezan a aflorar.
Pilla!
Estoy helado y los pasos, algo desplomados, son realmente exigentes.
Pasado esto, llega una fisura en la que un cerrojeo (mejor con guantes) te deja subirte hasta una repisilla en la que descansar.
Seguido llegan una serie de cerrojos de dedos en los que el sufrimiento está asegurado sobre todo sin vendaje.
Lo intento pero el miedo a un resbalón y dejarme los dedos dentro de la estrecha fisura hacen que acere del friend hasta llegar a la fisura casi horizontal y disfrutona que te lleva a derechas.
Tras esta, llegan dos variantes. Una es una serie de empotres de manos de unos 4 movimientos y la otra es salirse a la derecha en bavaresa poco neta. Esta última es la que elijo, para luego volver a la fisura que navega, esta vez a la izquierda, luego una gran laja que se hace en bavaresa con más miedo que vergüenza, por la posibilidad de desprenderse te deja en una sucesión de nuevos empotres de dedos que, tras un sufrimiento de 3 cerrojos, te deja en una laja horizontal a la izquierda por la que ya sales a la repisa de la reunión.
Aquí monto reu y animo a Alberto para que la intente sacar en libre, pero con la cuerda por arriba y de paso intentar sacarle buenas fotos con la poca luz ya existente.
Delicado en sus movimientos le veo progresar cada paso con la seguridad del que ya conoce lo que se va a encontrar, como si se tratase de un cirujano realizando cotidiano corte en la piel.
Pasa el primer doloroso empotre de dedos descubriendo una sonrisa tras superarlo.
Sigue por la variante de la bavaresa.
Pasa la endeble laja ágilmente... y llega al segundo cerrojeo de dedos, en el que le veo flojear.
¡¡¡Vamos máquina, que solo te quedan dos apretones y es tuya!!!
Pocos minutos después está saliendo a la repisa, más contento que unas castañuelas.
Tanto es así que hasta nos planteamos, mientras bajamos con las frontales activas, en acercarnos a una fiesta de disfraces que tiene una amiga en su casa, cerca de La Cabrera.
¿Y de quien decimos que vamos disfrazados?...
Al día siguiente había quedado con Asun y Carlos para conocer el Peñotillo, pero las altas horas a la que me acuesto y el cansancio de toda la semana, hacen que ponga un sms de disculpas y ánimos para descansar un poco del duro entrenamiento llevado a cabo durante estos últimos meses.
Creo que me lo merezco, no creéis? ;)