Cuando deseas mucho una cosa y además durante largo tiempo, se convierte en algo que parece que no se va a cumplir y terminas por acostumbrarte a no tenerlo.
Este jueves pasado, cuando leía en los correos la pregunta de que a que hora quedábamos para ir, me quedé pensando si en realidad estaba sucediendo.
Aun no he aterrizado del mogollón de sensaciones e imágenes que han pasado delante de mi. Quizá por eso me cueste contarlo.
Durante toda la actividad tuve esa sensación de en realidad no estar allí y ser mero espectador.
Esta sensación quizás se hizo más latente debido a que cargué con la cámara de video por las vías y que veía las escenas a través del visor, con ese formato granulado que dan las cámaras digitales.

Si, estoy aquí, esto es real.
Sábado 15
Después de casi 2h de coche, con amenas conversaciones sobre todo tema menos el de escalada, llegamos a Guisando, perdiéndonos, un poco pero las amables y sorprendidas gentes del pueblo, por las tardías horas que eran, nos guían de manera exacta hasta el aparcamiento donde una cabra negra gira su cuello mirando el horizonte.

Son las 12:00 y aquello está petado, por lo que nos vemos obligado a bajar de nuevo para aparcar.

A las 12:30 estamos comenzando a subir con nuestras pesadas mochilas.

Al final nos va a venir bien lo de la subida a medio día, al Yelmo, del otro finde.
Pocos cientos de metros después vemos la primera forma conocida. La hemos visto en fotos y la reconocemos enseguida, la Peña del Águila a nuestra derecha, arriba, muy arriba parece desafiar al que pasa a su lado.

¡Venga, atrévete!
Pasamos maravillados entre las imponente paredes y el abrupto terreno que nos rodea.
Después de la ya hora y media de camino divisamos el Torreón, el Refugio y las zetas.

3 horas de camino después de dejar el coche, por fin llegamos a nuestro destino. El Refugio Victory, donde su clasica bandera ondea por el calido aire de la tarde.

Comer algo, hablar con gente conocida y desconocida que nos recomiendan otras vías y explican accesos, coger agua de la fuente intermitente y salir, casi corriendo, a por la Punta MariaLuisa, a la vía Rivas/Acuña cotada de D Superior como toma de contacto.
A eso de las 17:40 estamos comenzando el largo cero, que es una fácil trepada de III+, hasta donde comienza el primer largo de ya una dificultad más alta.

Monto reunión con 2 Friends, a mi espalda e Icoba le da rápidamente.

A mi me toca librar del largo difícil ya que así lo decidió Pares o Nones, pero por cosas del destino, me lo hago yo, junto con el segundo largo, ya que donde debía montar reunión hay unos cuantos bloques inestables que me obligan a seguir subiendo.
Un paso expuesto y raro es el de Vº.
Seguidamente, Icoba le da al último largo.

En la cima, nos vemos obligados ha hacer y una travesía expuesta que protejo con un Friend, para poder acceder a los dos rápales de la canal izquierda.
Terminamos los rápeles a eso de las 22:30, siendo objetivo de mirar de todo el refugio.
Con cuerda de 60m se llega justo a la base, en una piedra blanca.
Cena con historias de miedo incluidas, recordando algunas aventuras que hemos pasado juntos Icoba y yo.

Domingo16
Soy el último en acostarme y el primero en levantarme de toda la peña que allí hay.
Parece ser que no es habitual ni madrugar ni acostarse tarde.
Nosotros si queríamos hacer el Torreón sin gente por delante debíamos madrugar.
Para acceder a la base del Torreón, tenemos dos opciones, o bien subir por la canal de la derecha de la Punta MariaLuisa, o subir por un trepeo por la izquierda del Torreón, para llegar a un rapel que hay, de 60m, que te deja en la base de la cara Sur.

Decidimos la del rapel y ya allí nos juntamos con dos coradas más que nos acompañarían en la última vía del finde.

Como soy el único que tengo Pato, rapelo yo primero por si hay que deshacer nudos.
Justo me encuentro uno en mitad de la cuerda rosa.
La flecha roja de arriba indica el descuelgue y la de abajao por donde se rapela.
Una plataforma ancha, delata el comienzo de la Sur del Torreón.
Libre!!!
Poco rato después, bajan Merche e Icoba y comenzamos a recoger cuerdas.

Mogollón de piedras sueltas y muy afiladas ruedan con nuestros pasos, con tan mala suerte, que una de esas piedras cae sobre la cuerda rosa, haciéndole un bonito corte que descubre el alma.

No nos damos cuenta de eso hasta que Icoba ya está a 12m de por encima de nosotros, en el primer largo.

Con ayuda de las otras dos cordadas, empezamos a pensar que hacer. Finalmente llegamos a la conclusión, que lo mejor es que se escale con esos 12m de cuerda metidos en la mochila y que el primero se anude a partir del trozo con el profundo corte.
Pero Icoba tiene que hacerse los dos largos juntos que habíasmo decidido, con la cuerda en mal estado.

Le aconsejo que la rosa, no la chape sola a no ser que se vea obligado por el trayecto de la vía.
Seguidamente, llegados Merche y yo a donde Icoba nos asegura, me hago un corto largo de unos 15m, para dejarle a Icoba el Diedro final, en recompensa por lo del Pájaro donde me hice su largo difícil, como el día anterior con la Rivas/Acuña.

Resulta ser un precioso largo, con gran cantidad de diferentes movimientos, que yo, al ir de segundo, decido darle por la parte izquierda donde unas fisuras rectilíneas te hacen subir recto hacía la parte final.

Ya en la última reunión, me toca a mi llegar al rapel de la Norte, donde hay que pasar por un estrecho paso con un imponente patio a ambos lados, que te obliga a pasar a horcajadas, ya que una ráfaga de viento podría ser muy inoportuna.
El problema de este rapel es que te tienes que colgar para poder poner el Pato y el Reversino ú ocho.
Ufff mal día elegí para dejar el ocho en casa y probar el Reversino para rapelar...
En teoría, con dos cuerdas de 60 se llega a la parte del destrepe, pero nosotros con la cuerda cortada, nos faltaban 10 metros.

Por suerte, hay una reunión intermedia a unos 20 metros. Otro rapel de 40 nos deposita en la base donde está el otro rapel que hicimos para llegar a la base de la Sur.

Icoba decide destrepar y Merche y yo hacemos un corto rapel de 10m, hasta que vemos que hay mucha piedra suelta y la peligrosidad de que nos cayeran según rapelabamos era mucho mayor que la del destrepe. El resto lo destrepamos con sumo cuidado, viendo después, que la peña bajaba por el lado izquierdo de la canal con mucha facilidad, en vez de por el derecho como hicimos nosotros.
A eso de las 18:00 llegamos de nuevo al refugio con el cansancio acumulado de los dos días.
Lo primero que hacemos es bebernos el aquarius calentorro (bien entraba) de litro que subí y luego preparar la mochilas separando material y demás.
Posteriormente comer algo y casi corriendo para abajo.
Si no es por Felix, que nos llama desde el el bar que hay a pocos metros del aparcamiento de la cabra, no nos hubiéramos parado.
Allí nos juntamos lo menos 10 personas, entre las que estaba un recio de la época, llamado Sepu, que es uno de los creadores de una mítica del Pico de la Miel 18 los ojos que te ven.
Unas cervezas, unas risas, proyectos, preguntas, luego un té, caravana, conversación, calor, calor, calor, despedida, ducha, cena y a dormir.
PD: También me llevé la cámara de vídeo ya que creo que esta primera vista merecía la pena el peso y el engorro de hacer las tomas, pero el montaje será más adelante.