21 de diciembre de 2004

PUNTOS Y APARTE

Ha sido una semana larguísiiima.
Entre la incapacidad de hacer cosas que nos parecen muy simples como hacernos el desayuno o lavarnos, los paseos hasta el ambulatorio para que me agujerearan al rededor del ombligo, dormir boca arriba, la incertidumbre de no saber que tienes debajo de esa apretadísima venda, la hinchazón del pie y el tener que solicitar ayuda para casi cualquier cosa que supusiera desplazamiento de algún objeto, la semana se podría considera como de tortura china.

Hoy a eso de las 13:30 me han puesto la octava Bemiparina en forma de inyección. En realidad la última y no he conseguido controlar poner tensos los abdominales, al notar que se acercaba el momento del aguijonazo. No se lo deseo a nadie, pero es necesario si quieres evitar coágulos por la inmovilidad de la extremidad.

Por cierto la ATS que me lo ha estado poniendo me ha confesado que ella también trepaba por Montserrat cuando era joven, pero lo dejó por presenciar la muerte de sus compañeros en una caída.

Hoy también, después de comer, a eso de las 15:30 estaba en el Hospital de Madrid quitándome los puntos el mismo Ciru que me operó. La enfermera me recibió con una amplia sonrisa que me apreció hasta burlona como si la hubiera hecho recordar algo graciosos. Quizá en mi delirio durante la operación la dije algo.

Entro en la consulta y el Ciru me quita las muletas y me dice ¡Anda! y yo ando.
No me duele.
Ahora con una muleta sólo puedes ir.
Voy pisando huevos, pero ando con una muleta.

Son mis primeros pasos después de una semana de inmovilización y me hace recordar pelis de esas en las que al prota le han partido las piernas y anda por unas barras paralelas para recuperarse. ¿Será así la rehabilitación?

¡Siéntate! y me siento.
¡Quítate los pantalones! y me los quito.
Corta la venda y empiezo a notar una liberación sorprendente. Me controlo para no exclamar un "Por fin" en alto.
Un autentico placer al quitar esa opresión. ¡Uff!


La cosa en menos desagradable de lo que imaginaba. Dos puntos, uno para cada agujero es lo único que hay, aparte de algunos moretones al rededor de los puntos y una parte completamente insensible en el lado contrario a donde se supone me recortaron el menisco. Me dice que es normal esa sensación. Me corta los puntos y estos sangran. Me pone dos apósitos y ¡Ala, a rehabilitación!

-.Te me vas a ir a la calle Corazón de María...-Me dice el Ciru muy convencido.
-.Casi que prefería un poquito más cerca si puede ser, egke vivo en Alcorcón ¿Sabe?- Suplico.

Sin problemas. La rehabilitación la tengo en Alcorcón en un sitio que se llama FisoMas, el cual, curiosamente fui al principio de toda esta historia para que me vieran.
Bueno, por lo menos sé donde está.
Pero mañana no iré, voy a esperar a pasado para ir cogiendo el truquillo a esto de volver a andar.

16 de diciembre de 2004

COSAS QUE NUNCA TE DIRÁN

Lo que viene a continuación es simplemente lo que no te contarán ya que lo dan por sabido, o están ya cansados de repetirlo.
Lo que es la intervención parece ser que fue una hora y pico, aunque a mi se me pasó en 15 minutos.

12:00 del martes 14 de DIC, Interior Hospital de Madrid
Tengo que esperar a que me den habitación. Por lo visto la noche ha sido de mucho movimiento y no hay camas para todos. ¿A que me recuerda?
Nos dicen que hasta las 15:30 más o menos no me la darán, así que, si que queremos, nos podemos a dar una vuelta.
14:05
Volvemos al Hospital y mis padres deciden irse a comer, aprovechando que aun queda una hora y media hasta que me den la habitación. Me siento a leer el periódico.
Un hombre que tengo al lado me habla.
-.Qué, de menisco también?-Me dice sonriendo.
-.Pues sí, a usted también?-Pregunto por preguntar.
-.Sí, pero ya es la segunda vez y hay que tener paciencia, la anterior no me pasaron al quirófano hasta las 20:30...
Joeeee, pues nada, ante tal comentario me relajo y continuo leyendo el periódico.
14:15
Una enfermera grita mi nombre por el pasillo. Ssalgo dudando de que me llame a mí.
-.Soy yo- Digo señalándome.
-.Pues sube a la 6ª planta que ya te esperan.
Increíble, no me a dado tiempo ni a mentalizarme. Bueno, quizá mejor así.
Subo y allí ya me meten en una habitación, donde hay un celador bastante afeminado que me da un trapillo de bata y me indica que me quite toda la ropa, pendientes, pulseras, etc.
Seguidamente, cuchilla en mano me depila como antiguamente, sin espuma y sin agua. Eso da como resultado un corte en un lado de la rodilla manchando las sábanas de sangre. No pasa nada.
El celador sale de la habitación a por una silla de ruedas y yo aprovecho para avisar a mis padres de que ya me meten a operar. Les pillo con el bocado en la boca.
-. No os preocupéis, comed tranquilos que aquí no hacéis nada.
14:30
Si más dilación, me siento en el plástico de la silla de ruedas con el culo al aire y me lleva a una sala donde, parece, me prepararán para la operación.
Ahora si que estoy nervioso.
Viene el anestesista, me pone una vía en la mano derecha (muy bien puesta por cierto) y sin más dilación enchufa una jeringa a la boca de la vía y aprieta el embolo.
-.Que es lo que me has puesto -Pregunto seguidamente.
-.Un relajante que se llama...
Ya no me entero de lo que dice.
Primero, la visón nublada y luego veo las imágenes dobles. Intento centrar la vista en un punto fijo, pero me es imposible. Impresionante lo rápido que actúan las drogas intravenosas. En apenas 4 segundos ya estaba flipando.
Primera laguna mental
El trayecto de esa sala al quirófano no lo recuerdo. Lo siguiente que aparece es una sensación de opresión por encima de la rodilla que me hace mirar. Estoy sentado al borde con las piernas colgando.
Me tumbo.
Miro hacia abajo y sé que hay tres personas. Una es el anestesista otro el cirujano (por la voz le reconozco) y la tercera es la enfermera que me pone una pinza en el dedo corazón de la mano izquierda.
El clásico pitido discontinuo de la máquina suena a mi derecha. Lo miro pero no lo veo bien. El anestesista indica a la enfermera que lo apague del todo.
Miro hacia abajo y veo que tengo la pierna cogida por un torno que me oprime demasiado. Lo hago saber a los allí presente aunque balbuceo y no sé si me entienden.¿Que mierda me habrán metido?
Noto menos presión y creo que me preguntan si estoy mejor. No hablo, muevo la cabeza aprobando.
Segunda laguna mental
-.¿Quieres ver el monitor?-Me pregunta el cirujano.
-.Pueeees, va ser que no-Digo convencido.
-.Que sí hombre, que es muy bonito.
-.Seguro que es precioso(y atractivo, pienso o digo, no sé) pero si eso, me lo grabáis en una cinta y lo veo luego con más calma-al menos eso pretendo decir pero no sé si me entienden.
-.Nooo, o en directo o nada-Me contesta uno de ellos.
Desconecto totalmente durante un rato.
Tercera laguna mental
Hasta que vuelvo en sí, ¿la razón? la anestesia está empezando a desaparecer y noto el instrumental rozando el hueso del fémur.
En realidad no es que lo note, pero es como cuando tienes puesta la mano en una mesa y alguien toquetea con las uñas al otro extremo y tú notas las vibraciones.
Creo que me retuerzo y digo algo en alto, abro los ojos, (que parece ser tenía cerrados) y veo que al cirujano con el tobillo puesto debajo de su axila, haciendo palanca con el torno, para meter(supongo) el instrumental más cómodamente.
-.Así no puedo trabajar-Me dice el cirujano-Tienes que relajarte.
Digo algo(creo que ofensivo) y el anestesista me inyecta rápidamente otra dosis de "eso".
Caigo casi inconsciente.
Cuarta laguna mental
Vuelvo abrir los ojos y miro hacia abajo, la enfermera me mete los brazos bajo la tela verde que me tapa diciéndome, que no los saque por fuera. La hago caso.
Vuelvo a mirar abajo y por lo que veo, deduzco que estoy alucinado, el Ciru está de pie serrándome la pierna muy efusivamente de arriba abajo, probablemente me estén vendando. Veo los destellos del serrucho; Las tijeras para cortar el espadrapo o la venda seguramente.
Quinta laguna mental
Vuelvo en sí cuando estoy entrando en la habitación y mis padres se levantan para recibirme, me pasan a la cama y empiezo a despejarme poco a poco.

15:40
Me traen un vaso de zumo de melocotón.
18:30
Viene una enfermera y me pone una inyección en la tripa diciéndome que es para evitar coágulos. Parece que el sufrimiento aun no ha terminado. Me hace un daño tremendo, no sé sí por el pellizco o por la inyección.
19:45
Me dan el alta.
No me quedo a dormir.
Junto con el alta, me explican que tengo que pincharme todos los días en la tripa par evitar los coágulos.
-.¿Queeee? ¿No hay otro sistema, oral, supositorios, lo que sea en vez de pinchar?- Digo casi desesperado.
-.No, esto es así y además durante 10 días- Asegura la jovencísima enfermera- Que un practicante te vaya a casa para ponértela.
Día 15, 10:00 de la mañana
Llamo a la MGD para ver donde tengo que llamar para que un practicante me venga a casa.
No me cubre.
Llamo a la SS para que vengan a ponérmela ellos, aconsejado por la MGD.
13:50
Aparece una mujer en mi casa, la enfermera. Me intenta explicar como se pone para que me la pongo yo sólo.
-.¿Pero que dice?¿No van a venir a ponérmela?-Digo ofendido
-.Pero si no es nada, es muy fácil de poner, mira...(me pincha)
-.¡Jooeeeee!
-.Ya está. ¿Ves?, esto lo puedes hacer tú o tus padres, sin ningún problema- Me dice pensando haberme convencido.
-.Sí, sí muy fácil pero prefiero que lo haga un profesional, que a mí me dan muy mal rollo las agujas y eso de autolesionarme, como que no me va mucho, ¿sabe?.
-.Pero es que luego el finde semana, sólo hay urgencias y vas a tener que esperar mucho...-Excusas.
-.Prefiero esperar, no tengo ninguna prisa-Afirmo rotundamente.
La Enfermera se va muy sorprendida de mi actitud.

Hoy día 16, me va a tocar ir hasta el ambulatorio, que está como a unos 500 m de mi casa y así durante 10 pu.. días.

Veamos el lado positivo, voy ha hacer mogollón de ejercicio con esos paseos.

8 de diciembre de 2004

A SEIS DÍAS Y BAJANDO

El día 14, es decir dentro de muy pocos días me operan. La hora del evento no es segura ya que según me comentó la enfermera tengo que estar allí sobre las 12:00 y si llega el Ciru y estoy listo ¿?, pues me opera antes de comer, sino pues después de las 16:00 que es cuando se supone termina su hora de visita. Y cuando digo "hora", es eso. Me explico. Este Ciru no tiene consulta, tan sólo de 15:00 a 16:00 en la que los otros traumatólogos están comiendo y él ocupa sus consultas para hablar con los que van a ser operados para quitarles miedo, conocerle y responder a las preguntas que tengas.
Sólo opera.
Según él, mi caso fue especial, ya que nadie le había hecho tantas preguntas. Lo cierto es que al principio eran 3 ó 4, pero según fui viendo webs de cirugía, mis dudas fueron aumentando de tal manera que tuve que escribirlas y eso fue lo que lleve, un par de hojas llenas de preguntas. Quizá me pasé un poco, lo sé, pero salí contento de la consulta ya que a aparte de ser un tío majo, joven (unos 35 ó 40), no olía a alcohol... lo del alcohol viene al caso por que el día anterior tenía las pruebas del preoperatorio y el me hizo el electrocardiograma iba cocidísimo. Para más inri el tipo en cuestión es el jefe médico del equipo. ¡Uf!.

Pero volvamos a lo de la operación.

Por lo visto tengo que estar varias horas sin comer antes de la operación. Aprox. unas 6. Lo malo es que como no sé a que hora me operan pues tendré que levantarme muy pronto para desayunar y disponer de glucogeno suficiente para aguantar las tensiones de antes y durante la operación y evitar algún bajón de esos que me han dado algunas veces.

Después de la operación tendré que pasar la noche allí ya que tengo que estar algunas horas en observación y no me van a mandar a casa a las tantas de la mañana. Por eso me quedo una noche.
Por lo visto, al día siguiente ya puedo apoyar, pero con ayuda de unas muletas que voy a alquilar el día antes. Las muletas son la caña. El mango y donde reposa el antebrazo es de silicona blandita para que las manos no se machaquen tanto. Estuve mirando las otras pero sólo cogerlas y flipé con la dureza delos apoyos. Entiendo perfectamente a la gente que las lía con vendas y otras cosas.
El precio del alquiler me sorprendió gratamente. 3€ una semana y sin fianza. En otros sitios me pedían de fianza 15€ más los 3 del alquiler.

A la semana de la operación, es decir el siguiente martes día 21 me quitan los puntos y al día siguiente a pedir la rehabilitación. No sé si me mandarán de nuevo al Hospital Madrid, pero voy ha hacer todo lo posible para que sea en la de Alcorcón, que aunque queda lejos, al menos no tengo una hora de viaje en metro.
Esta rehabilitación dura aprox. tres semanas. Luego no sé cuando podré empezar a tocar resina en roco para ir recuperando. De momento, me he traído el otro banco de ejercicios de Ávila. Este banco dispone apartado para hacer ejercicios de piernas con un peso máximo de 100 kilos. Con él iré entrenando las piernas.
Según he leído, la única manera de evitar una recaída es mantener un buen tono muscular de la musculatura de al rededor de la rodilla (Vasto, cuadriceps, sartorio, bíceps femoral, etc). El problema de la recuperación de lesiones de menisco es que al no tener fluido sanguíneo su regeneración es inexistente, por lo que las únicas soluciones que suelen darse son recortar saneando la zona o implante (en casos de rotura total).
Lo cierto es que poco se puede hacer para evitar estas lesiones, pero es muy importante que las piernas tengan suficiente musculatura para que puedan sujetar la articulación para que sufra lo menos posible.Sé que debería haberlo hecho antes, pero desde hacía mucho tiempo no entrenaba absolutamente nada de piernas y hace unos 3 meses que empecé a correr y a entrenar con peso, pero fue demasiado tarde. Ahora me lo tomaré más en serio e intentaré que los delgados músculos sujeten mejor las delicadas rodillas.