Ayer regresé del intento de este ambicioso proyecto que casi ya al salir, estaba predestinado al fracaso.
Aunque fracaso creo que no es la palabra correcta para lo sucedido, más bien, incompleto.
No puedo decir que hubiera una razon por las que no terminó como hubieramos querido, más bien hubo unas cuantas razones.
Día 10
La primera razón fue la meteo como ya sabíamos que iba a ocurrir, pero nuestra cabezonería (uno de León y un Leo) nos llevó a empezar una vía en las Hoces de Vegacervera.
Cuando acababa el primer largo comenzó a chispear, JJ decidió no subir.
Luego nos acercamos a una vía deportiva clásica de la zona de la Hoces, que yo nunca había probado y JJ alguna vez.
El Clavo.
Es la típica vía de placa fina, con techo de cambio de manos y salida a reunión.
Me la encadené después de flasear los pasos de JJ.
Dicen que es 6b.
Luego llovió mogollón y nos quedamos en el albergue.
Día 11
Al día siguiente, nuestro objetivo era Peñas del Prado, pero no teníamos clara ni la vía ni como llegar desde la carretera.
Las indicaciones de la nueva guía de Adrados, eran vagas y confusas, "...después de una muy pronunciada curva, aparcar en el lado izquierdo en un apartadero y seguir un camino poco marcado después de la curva.."
Al final, aparcamos demasiado atrás y fuimos campo através, a pesar de haber avanzado hasta la siguiente curva, casi obligando a JJ.
Elegimos una vía clasicorra que se llama Entre Amigos, que en la guía la tildaban de V+ y en la Desni de 6a y poco equipada.
Lo que no decían es que en muchos largos era imposible autoproteger y que los seguros eran antiquisimos.
A parte, los dos últimos largos no tienen reunión, pero en ningún sitio lo dice, lo cual nos hizo divertirnos montando precarias reuniones sobre bloques de dudosa resistencia. Por suerte estos dos últimos no eran dificiles.
Una vía para no repetir, fea y muy expuesta.
Pero encima, el descenso es chupirrequeteguaydelamuelte, ya que bajas en dos rapeles, a unas gradas en las que luego tienes que ir buscando (desterepando) como llegar al suelo y nosotros, muy listos, no nos subimos ningún calzado, por lo que sufrimos las consecuencias de andar con los gatos durante un buen rato. Muy agradable la experiencia, si señor.
Día 12
No madrugamos mucho ya que nuestra idea era hacer el viaje de Lavandera (pueblo donde está el albergue) hasta Sotres, buscar sitio para dormir y si se podía, escalar en Fresnidiello.
Lo hicimos todo, pero la aproximación a pie de vía de Fresnidiello (a pesar de lo que prometía Adrados), no era de media hora y eso, junto con que de nuevo no encontramos el camino, nos hizo llegar a la pared bastante tarde, aun así, escalamos un par de largos yo y tres JJ.
Al bajar nos pilló la niebla, pero eso no nos impidió encontrar el camino de regreso que iba mucho más a la derecha de lo que pensabamos.
Esa noche dormimos en el albergue de Sotres, donde nos aseguraron que no tenían más camas libres que para ese día. Esto no nos preocupó ya que nuestra idea era dormir las otras dos noches en el Refugio del Naranjo.
Día 13
Muy a pesar de JJ, este día no escalariamos, ya que lo utilizaríamos como aproximación al Refugio de Vega Urriellu.
Al día siguiente, muy temprano, escalaríamos una vía que aun estaba por determinar.
Pero nos pasó una bonita muñonada que dió al traste con el plan de escalar el Naranjo.
Se nos olvidaron en el coche los croquis.
Esto fué el desencadenante de una serie de sucesos que hizo que anulasemos el intento a esta pared.
Decidimos elegir vía y copiar croquis a mano.
Ahora me pregunto porqué no copié yo otro, mientras JJ copiaba el de la Martinez Somoano.
Una divertida escena de una cabra robandole la comida al perro del refu nos mantuvo entretenidos un rato.
Por cierto la cabra ganó y se comió la comida y bebió el agua del cabreado perro.
Pasamos el día probando los bloques que hay en Vega Urriellu, viendo y envidiando a dos que andaban haciendo el Pilar del Cantábrico......y ya por la tarde, cuando volviamos al refugio, me crucé en la entrada con una mujer que se le habían caído las botellas de agua de la mochila, mientras ayudaba a recogerlas, escuché como Tomás hablaba por un walkie, comentando que había habido un accidente de una chico que se le acabó la cuerda mientras rapelaba y se había piñado contra el suelo de pared Oeste.
Sobrevivió, con roturas de varios huesos, pero esto ya minó la moral de muchos que andabamos pensando ya, en la escalada de mañana.
Cenamos a la 20:30, ya que es la hora a la que sirven la comida, muy rara por cierto. Primero nos pusieron una sopa Minestrones (que odio), luego un potaje de garbanzos y espinacas, luego una ensalada de pasta y finalmente un par de trozos de piña.
Pero ¿Donde está la carne?
Cansado de la larga subida (3h) con el gran mochilón, luchabamos por mantener los ojos abiertos leyendo la descripción de por donde había que subir, cuando nos dimos cuenta de que los croquis de las fotos no coincidian con otros que alguien había hecho a mano.
Al parecer, la primera reunión no estaba equipada y por eso la gente iba a la de Amistad con el Diablo, a pesar de tener que travesear para llegar y para salir de ella.
Ante la duda, convenzo (a regañadientes) a JJ, de que preguntemos al Oraculo del Picu.
Tomás, el guarda del refugio.
No sabría reproducir las palabras exactas que nos dijo para definirla, pero recuerdo perfectamente el conjunto.
Solo clavos para cinco de sus seis reuniones de cuando se abrió la vía en 1974, muy dificil de proteger, placas compactas de adherencia y travesías expuestas. "Es una vía bonita, comprometida, muy clasica y de equipamiento muy antiguo"
Resumiendo, un marrón de vía para no llevar material tipo clavos por si hay que sustituir, lo cual no teníamos.
JJ, aun dudaba de hacerla yo lo tenía clarisimo.
Hay otras vías y esa no tiene por que ser objetivo único, de hecho, la última vez, no pudimos hacer la Cepeda por que estaba ocupada y nos metimos en el marrón de la Amistad con el Diablo donde las pase canutas, ya que su equipamiento era del mismo tipo, muy antiguo o inexistente.
Recuerdo que el Guarda de Refugio de Pineta nos advirtió de lo peligroso de subir al Perdido con el estado de la nieve y nosotros no hicimos caso.
Esta vez, al menos una parte del equipo, iba a ser sensato y hacer caso a alguien que además, es el pu.. amo del conocimiento del Picu.
Ofrecí a JJ hacer la Cepeda u otra, pero había que hacer otro croquis y encima no teníamos la seguridad de que fuera a estar sin peña.
Lo pensamos un rato y decidimos probar otra cosa, medir nuestras fuerzas levantandonos a las 6:00 de la mañana, bajar hasta Sotres y sin parar, prepara la mochilas para subir de nuevo a Fresnidielo, terminar la vía que empezamos y luego buscar un lugar donde pasar la noche.
El mosqueo de JJ era evidente pero estaba (y estoy) seguro de que hicimos lo correcto.
Día 14
JJ, se adelantó durante la bajada y pasamos el camino separados por algún centenar de metros, cada uno sumido en sus pensamientos.
Yo quería reservar fuerzas, ya que nos esperaba un largo día de actividad, ya que la vía (Elixir para Calvos) que habíamos elegido escalar en Fresnidiello, tenía la friolera de 300m repartidos en ocho largos y al menos cinco rápeles para bajar.
Después de 2h y media de bajada, nos montamos en el coche y vamos hasta donde se aparca, para ascender a la base de la pared.
Mientras nos preparamos, discutimos absurdamente sobre quien es el culpable de que no nos salgan perfectos los planes.
Está claro que el cansancio es muy acentuados y nos hace decir cosas sin pensar.
Decido no seguir con la discusión y menos en ese momento en que teníamos que estar centrados para ascender la pared sin fallos.
Esta vez nos aproximamos correctamente, pero tardamos casi una hora en llegar al comienzo de vía.
La escalada se sucede entre reunión y reunión, con poca o ninguna conversación.
Yo al menos disfruto con la escalada, a pesar del cansancio acumulado y de que lo habitual era pasarse o no ver las reuniones y obligarte a hacer alguna travesía expuesta.
JJ escala sin beber nada de agua los ocho largos, a pesar de mis ofrecimientos.
Los dos últimos largos le veo que no disfruta en absoluto de la escalada y me lo hace saber, por el contrario a mi me parece una vía disfrutona y es la vía escalada que más disfruto.
El rapel se nos hace eterno recordandome muchas veces a los de los Riscos de Villarejo.
Llegamos al coche y nos armamos de paciencia para comenzar la búsqueda de un lugar para dormir. El primer sitio es, de nuevo, el albergue de Sotres, aunque ya nos dijo el pive que no tenía nada libre para el finde, lo intentamos, porsiaca.
Nada, no tiene nada.
Salimos cansados, deseando encontrar un sitio donde tumbar nuestros maltrechos cuerpos, abrimos el coche y cuando nos vamos a meter en él, aparace, corriendo, el dueño del albergue diciendonos a voces que sí que hay un par de camas.
Se nos ilumina la cara, mientaras aun dudamos de la suerte que habíamos tenido.
A eso de las 22:30, estamos metidos en los sacos.
Día 15
Nos levantamos pronto, machacados, recogemos todo y salimos hacia Madrid, haciendo una parada técnica en casa de los padres de JJ en Azadinos, León, para reponer fuerzas.
A eso de las 18:50 ya estoy en casita.
Han sido seis días de actividad con muy pocos descansos, mucho pateo, pero llenos de experiencias de las que debemos aprender y utilizar para mejorar próximas salidas, que no tardarán en acontecer.