Un viaje inesperado fuera de España y con un tiempo de preparación mínimo porque las circunstancias así lo exigían es lo que hemos tenido esta pasada semana.
¿El motivo de este viaje? Digamos que era un viaje de investigación además de unas mini vacaciones para Ori y para mi.
Lunes Día 14
Viajamos al aeropuerto de Malpensa en poco más de 2h.
Allí nos toca ingeniárnoslas para llamar al servicio gratuito de recogida de la compañía de alquiler de coches que habíamos cogido desde Madrid llamada
Interrent, ya que está a 5km del aeropuerto.
Para esta vez el coche que elijo es el más pequeño que tienen ya que no llevamos equipo de escalada y tan solo llevamos para hacer alguna ruta de senderismo por la zona.
En otras ocasiones nos han dado un modelo superior, pero al ser unas fechas raras tienen Fiat 500 de sobra y es el que nos dan.
El coche es un 4 plazas, y el maletero es muy pequeño. Tanto que a pesar de haber jugado mucho a Tetris no conseguimos encajar las tres piezas que compone nuestro equipaje para estos 4 días.
A penas tiene hechos unos pocos km. El exterior brilla y el interior huele a nuevo.
Por lo que podemos comprobar tiene todas las tonterías que se puede pedir a este coche y eso hace que a pesar de su pequeñez y poca potencia lo haga perfecto para nuestro interés en este viaje.
Por 35€ los 4 días, con el seguro full, poco más podemos pedir :D
Desde aquí y guiados por el casi imprescindible GPS que alquilamos con el coche (sobre todo para avisar de los cientos de radares instalados en las carreteras de la zona) llegamos al
Hotel Europa de Ispra donde pasaremos esta primera noche.
Kire a la izquierda…
En Ispra solo hay dos hoteles y este es uno de ellos.
Es un hotel antiguo.
Pero con unas vistas espectaculares.
Esa noche tenemos intención de cenar en el bar restautante de Susi llamando
Caffé Vespucci que está frente al lago Maggiore, a pocos metros el hotel, pero cuando llegamos vemos que hoy lunes no abren y mañana? tampoco.
Decidimos darnos un paseo por el pequeño pueblo de Ispra comprobando que no hay más que una pizzería abierta y un restaurante alemán, al que finalmente vamos.
La temprana cena nos encanta.
Y también nos sorprende, sobre todo ver que la cerveza es muy cara. Seguramente por los impuestos que lleva.
0,5l a 4,50€. El doble que en España aproximadamente.
Tras la cena un corto paseo y a dormir que mañana toca madrugar.
Martes Día 15
De nuevo amanece un día espectacular y esta vez las vistas se amplían a más lejos con la luz de la mañana.
Tras el copioso desayuno nos vamos a ese “porqué estamos aquí”, dejo a Ori y yo me regreso al hotel para trabajar un rato.
Kire a al derecha…
Cuando dan las 12:00 (aquí se come a estas horas) abandono el hotel y me voy a mirar el menú de la Pizzería… pero de nuevo sorpresa. Cerrado.
Decido coger el coche e irme a buscar un sitio por los pueblos de alrededor.
En una rotonda veo uno en el que en el parking hay varios vehículos de obreros de la construcción. Como en España, deduzco que esto indica que se come bien y a un precio razonable, por lo que me decanto por él.
Al mirar la carta veo que la especializad son la pasta…que raro en Italia? :P
Tras buscar una pasta que no llevase queso, la pido junto a otra cara cerveza a 4,50€
Cuando me lleva el plato de pasta descubro que es pasta con almejas y no soy muy amigo de este tipo de molusco. Pero es lo que tiene no saber italiano.
Por cierto, se escribe molluschi.
A eso de las 17:00 recojo a Ori en el mismo lugar donde la había dejado por la mañana y nos vamos al B&B que habíamos alquilado situado en Comabbio, afrente al lago de Monate.
Este sería nuestro CB para los dos siguientes días.
Kire a la izquierda…
La casa es una monada.
Tipo loft.
Con chimenea que previamente nos la han encendido los dueños.
Y con lavavajillas!... (cosas mías :P)
Cena ligera y a la cama que mañana toca por fin algo de actividad.
Miércoles Día 16
La noche se la ha pasado jarreando como si no hubiera mañana y cuando nos levantamos sigue aunque con menos fuerza.
La vida es de quienes se arriesgan y por ello le damos una intentona al plan A.
Subir desde Macugnaga hasta el refugio Zamboni Zappa, desde el que hay unas vistas espectaculares de la cara Sur del Monte Rosa.
Las expectativas eran muy pocas, pero al menos, si nos dejaban las carreteras y el coche podía, intentaríamos llegar a Macugnaga y decidir allí según estuviese la meteo.
Para llegar a Macugnaga hay que pasar al otro lado del lago Maggiore, que como su nombre indica es muy grande. Este lago divide ambas regiones de Lombardía, donde está Ispra, Comabbaio, etc y Piemonte.
Para ello hay dos opciones. Una es bordearlo por abajo, por carreteras de 30 y 50km/h, y la otra es subir a la altura de la mitad del lago, a la localidad de Laveno-Mombello, desde donde sale un ferry que cruza hasta Intra. El motivo de este lugar creo que es porque aquí es donde el lago es más profundo y por lo tanto navegable.
Kire a la derecha…
Ya al otro lado comenzamos a ir por carreteras más rápidas (110km/h) aunque el tiempo en vez de mejorar empeora según vamos subiendo hacia Macugnaga.
Y la lluvia se transforma en nieve.
Tras 1h30min desde que dejamos el ferry llegamos a la estación de esquí desde la que pretendíamos subir en el telesilla.
La subida en telesilla son como 600m de desnivel y aunque está está funcionando tan solo hay un par de personas en la entrada del bar mientras su perros se divierten en la blanda nieve.
Las condiciones son malas de visibilidad y además nieva copiosamente.
No es el día de subir.
Algo tristes nos metemos de nuevo en el Fiat 500 y emprendemos la bajada antes de que nos toque poner las cadenas ya que no cesa de nevar y la cosa parece que aumenta.
Toca plan B.
Siempre hay que tener un plan alternativo en montaña ya que de ese modo al menos no te vas con esa sensación de vacío a casa.
Kire a la izquierda…
Nuestro plan B es volver más o menos por el mismo sitio pero esta vez tomando el desvío que nos lleva a Premosello-Chiovenda desde donde se sale para internarse en el Parque Nacional dell la Val Grande, donde hay una ruta de unos 9km y 600m de desnivel que llevábamos como segunda opción.
Aquí llueve bastante. Así que nos preparamos cogemos un paraguas de batalla que llevamos y para arriba.
Soledad casi total salvo algún paisano cuidando de las abejas y sus coloreadas colmenas.
Luego ya nadie.
Según vamos subiendo este pronunciado GR la lluvia también se va transformando en nieve y a tan solo 600m de desnivel sobre el nivel del mar la nieve ya cubre gran parte del terreno y el camino.
El objetivo que nos hemos planteado es llegar a la carretera que cruza el GR pero cuando estamos a unos 700m, el terreno se vuelve más llano y no se divisan más marcas de GR, además de cerrarse la niebla entorno a nosotros.
Es el momento de darse la vuelta pero no lo hacemos con tristeza :)
Sorprende que a tan poca altitud haya estas condiciones.
Bajamos rápidos.
Bastante empapados llegamos felices al calor del coche.
Vuelta al ferry.
Kire a la derecha…
Y a nuestra casita.
Jueves Día 17
Amanece temprano de nuevo ya que este es el día de vuelta y queremos hacer alguna otra actividad antes de coger el avión.
Hoy el día es espectacular y hasta algo caluroso.
Preguntamos al dueño de la casa (que vive en el mismo terreno pero en otra casa) y nos da varias opciones. Al final nos decantamos por ir a ver el
Osservatorio Astronomico "Giovanni Virginio Schiaparelli" que hay en el Parque Regional Campo Dei Fiori.
Como decía, hace un día espectacular de bueno, pero en cuanto empezamos a subir el pronunciado desnivel por el que te llevan las estrechas carreteras, la nieve de nuevo hace acto de presencia en todas las laderas.
Aunque esta vez hasta los 800/900m no la vemos.
Kire a la izquierda…
Ya tenemos todo el equipo guardado en las maletas pero si queremos caminar por aquí toca al menos ponerse las botas por lo que deshacemos el equipaje y nos las calzamos.
Merece la pena.
El lugar es espectacular de bonito y además en casi soledad.
Tan solo nos encontramos a algún duro ciclista y parado-a/jubilado-a que pasea a su perro.
Aunque no llegamos a estar en el observatorio, ya que el acceso era compicado desde aquí, lo vemos asomar desde abajo.
Tras disfrutar de las vistas nos dan las 12:00 por ello ponemos rumbo de nuevo a Ispra donde queríamos terminar el viaje comiendo en el bar de Susi que encontramos cerrado a nuestra llegada.
Muy romántico... pero casi que nos bajamos al calorcito
Kire a la derecha…
Esta vez sí está abierto!
Y nos damos un buen homenaje con un delicioso pack de 36 piezas.
Sencillamente magnifico.
Luego mini “paseete” por el paseo “marítimo” donde nos reciben una pareja de grandes cisnes.
Que se dejan fotografiar.
Pensando que les vamos a dar de comer.
Tras esto nos ponemos en modo regreso, dejamos el coche, nos llevan al aeropuerto de Malpensa y el avión nos deja en Madrid de nuevo.
Kire a la izquierda…
Volveremos? Quién sabe…