Por fin dan las 18:00 y vamos a dónde hemos quedado los cinco. Un apartado dónde la prensa puede comer y beber gratis y que regenta una española.
Allí Edurne nos dice que uno de sus patrocinios le pide que se quede para una charla que empieza a las 18:30 así que no se vendrá con nosotros al hotel.
Nos despedimos y nos vamos con Alex y Bárbara al aeropuerto donde también nos despedimos de ellos y comenzamos nuestro periplo independiente en busca del la cima de Austria, el Grossglockner!
La locura de la ISPO
La compañía elegida para el alquiler del coche es
AVIS y el modelo un tipo A pero como suele pasar con las reservas por Internet, nos toca una gama más alta, un C.
En este caso un
Mégane Sport Tourt GTLine con todas las tonterías habidas y por haber que hacen que nos volvamos algo crazy para usarlo y además todo en alemán claro.
Menos mal que he usado muchos coches últimamente y enseguida descubro que para arrancarlo, tras insertar la tarjeta en la ranura, hay que pisar el embrague y luego pulsar el botón de arranque. Por qué? Vaya usted a saber pero así lo han decidido los ingenieros.
El GPS que hemos decidido coger además del mapa para evitar perdernos en exceso, está conectado a tráfico y te avisa del estado de las carreteras y las alternativas en caso de necesidad. Pero para aprender a manejarlo hay que ser uno de esos ingenieros y ni el tipo que recepciona los vehículos sabe cómo se usa.
Finalmente tras un rato en el parking, Ori consigue descubrir el funcionamiento para poder primero ponerlo en castellano y luego ir descifrando el resto de cosas.
Lo único que no conseguimos es saber cómo cojo… se sube el volumen de las indicaciones.
Nos apañamos.
Son ya las 21:00 cuando llegamos al hotel a por nuestro equipaje y tras la gestión nos encaminamos a buscar el sitio que Ori reservó in extremis el día antes por la Internet del móvil!
El alojamiento se trata de una casa en un pueblo en el que los inquilinos alquilan habitaciones.
Tras descubrir que el GPS, a pesar de sus moderneces, cuando se sale de las carreteras y tiene que encontrar un camino no sabe qué hacer, así que a la vieja usanza nos bajamos en las proximidades y entramos en otra casa de ese tipo pero con bar y allí nos dicen como llegar, en alemán+croquis en servilleta y hasta se tiran el rollo y llaman a la casa para que la señora esté atenta y salga a la calle para hacernos señas cuando pasemos.
Por fin encontramos la casa y tras entrar en vez de ofrecernos un té, un caldo etc, nos ofrece una cerveza.
¡Claro que sí!
La casa es peculiar a más no poder al igual que sus regentadores, que aunque muy majos y atentos no deja de recordarme a cierta película de Alfred Hitchcock…
Aunque el peculiar olor a cabra no cuadraba con mi imaginación.
Tras una cena ligera de los restos que nos habían quedado de la comida del día anterior, nos hundimos en las camas.
4 FEB 2013
La noche pasa volando y la luz blanca nos despierta algo temprano, haciéndonos asomar a la terraza para descubrir qué nos ocultaba la oscuridad del día anterior.
Precioso.
Al bajar las escaleras para desayunar, descubro que tienen pieles colgadas de la barandilla, también me fijo en la taxidermia que decora las paredes y algunos rincones…en fin.
También descubrimos que está nevando y que lo lleva haciendo desde hace tiempo ya que el Mégane está cubierto por varios centímetros de nieve.
¡Como en casa! Pues a palear!
El coche lleva ruedas de nieve y se nota mucho en las maniobras…sin ellas no hubiéramos salido de la casa de la Sra. Bates.
El plan es ir hasta el pueblo de Kals en Austria que según GPS se tardan unas 3h, para al día siguiente intentar hacer el
Grossglockner cima de Austria. Y digo intentar porque lo cierto es que habíamos preguntado a los guías de la actividad con
GORE-TEX y no nos habían dado muchas esperanzas.
“
Es época de esquí y raquetas” nos decían todos a quien preguntamos.
Aun así el plan seguía en marcha ya que al menos queríamos ir a la zona y valorarlo insitu junto con la
Compañía de Guías de Kals con quien habíamos contactado desde España.
Cartel de entrada a Austria
Estamos en estas, descubriendo el increíble paisaje que todo lo tiñe de dos colores, cuando el GPS nos indica que la carretera de acceso a dónde queremos ir está cortada.
Le solicitamos una alternativa y nos dice que la opción que hay es de una duración de más de 6h!
Sin rumbo decidimos apagar el GPS y planear llegar más adelante a un lugar que nos parezca agradable y ya veremos.
Pero cuando las cosas se ponen mal se ponen todas y a la gran nevada que además se está acentuando, se suma que a Ori le ha sentado algo mal y ha empezado a vomitar :/
En medio de ningún sitio, con solo blanco y negro a nuestro alrededor decidimos parar en el siguiente sitio que veamos habitado y abierto para buscar una tila ya que el anitivomitos que se ha tomado no le funciona :/
Lo de la tila es un imposible en el sitio dónde paramos ya que no sabemos como se dice en alemán.
Le traen varios sobres de diferentes infusiones pero no sabemos qué son a pesar de que Ori sabe algo de alemán.
Yo aprovecho para comer algo ya que no sabemos dónde y como terminaremos…
Durante mi comida y las distintas vistas al baño de Ori decidimos quedarnos allí mismo cueste el dinero que cueste, pero nos informan que no hay plazas libres ya que es la
Semana Blanca en la zona y todo está completo!
Pff…
La dueña nos indica que vayamos unos km más adelante y llegaremos al pueblo de
Ellmau y que allí vayamos a la oficina de turismo dónde nos indicarán un lugar dónde alojarnos…si lo hay.
La situación es bastante crítica sobre todo por solo saber, en mi caso,
inglés de batalla, por lo que Ori en su situación tiene que bregar con todo :/
Tras aparcar en Ellmau vamos a la oficina y por fin nos indican que hay un sitio…solo uno!
Pero como suele pasar cuando todo parece que se asocia para que los planes vayan a peor, de repente todo empieza a ir bien y cuando llegamos al alojamiento flipamos con el sitio!
Se trata de una casita al lado del hotel familiar llamado
Ritterhof, preciosa y de madera.
Ya alojados y Ori algo mejor (al menos ya no vomita) deja de nevar y decidimos ir a cenar ya que el alojamiento incluye cena y desayuno.
Ori solo toma un caldo.
5 FEB 2013
A la mañana Ori ya se encuentra mucho mejor :)
Madrugamos un poco ya que el desayuno es hasta las 09:00 y al mirar por las ventanas descubrimos que tras la espesa niebla de la mañana se adivina unas montañas…
Se trata de las Wilden Mountain Kaiser.
Ya en el desayuno la niebla se va yendo y podemos descubrir lo que hay enfrente, Brutal!
Como Ori se encuentra mejor y muy animada, decidimos aprovechar el día e ir a probar eso del esquí de fondo.
Decir que nunca me he puesto unos esquís, aunque si una tabla de Snow hace muchos años…
Alucinamos con el precio que nos dice el que alquila ya que por los dos equipos completos nos cobra tan solo 20€!
Mientras, a fuera el sol se ha adueñado de la zona y podemos ver todo lo que nos rodea, que es espectacular de bonito!
Lo del esquí de fondo en estas tierras es lo que hace la gente mayor en vez de darse un paseo caminado se calzan sus botas y se van a hacer fondo :D
Deben tener unas máquinas especiales que hacen los surcos ya que los raíles son perfectos y están allanados por los bordes.
Así hasta yo puedo esquiar.
El lugar es increíble…ya lo había dicho No? No puedo parar de fotografiarlo!
Lo del esquí a Ori se le da genial en cambio a mi…no tardo en caerme en cuanto llega una bajada, que aunque no muy pronunciada se pilla velocidad y en cuanto te desequilibras…pues paf!
¡Conseguí levantarme antes de que me hiciera la foto! :D
No sé cuantas veces me caigo en el recorrido que seguimos que calculamos deben ser unos 10km, pero son unas cuantas :D
Cuesta abajooooo!
El espíritu aventurero de Ori sale a relucir y me intenta animar para que vayamos a ver si llegamos a uno de los Hute (refugios) que hay fuera de las pistas a unos km hacia arriba.
Mi total inexperiencia en esto de deslizarse por el líquido elemento a 0º hacen que dude y a regañadientes me animo a salir de los deliciosos raíles.
Qué ridícula queda una pataleta con esquis :D
Descubrimos al poco que los caminos fuera de las pistas están bastante impracticables y no llevamos equipos adecuados para ello además de tener que cargar con los esquís y los bastones en la mano.
Decidimos darnos la vuelta y darnos un último rulo antes de que den las 18:00 que es cuando hay que devolverlos si no queremos hacerlo al día siguiente y esperar a las 10:00 de la mañana.
De paso aprovechamos para hacer una parada en un Spa que hay y tomar ora cerveza…mala idea.
Esquí+cerveza+poca comida piña segura.
Si me había caído veces antes ahora la cosa ya era la repanocha. La cerveza que me habían dado tenía más graduación de lo que esperaba y nada más salir del Spa y ponerme los esquís para bajar una pequeña cuesta que Ori me anima a hacer, me doy
La Gran Piña retorciéndome el tobillo derecho…por suerte parece que no me he hecho nada a pesar de lo espectacular (y gracioso) de la caída así que continuamos cayendo de vuelta pero esta vez de culo hasta que por fin llegamos a inicio de la pista y nos podemos quitar estas espátulas gigantes.
Tras devolverlos compra rápida en un súper de allí ya que esa noche no había cena en el hotel por descanso del personal/familia y para nuestra casa de madera.
Ori a eso de las 20:00 ya está dormida y en la cama mientras que yo aprovecho para ponerme un poco al día con los correos mediante el móvil, pero a eso de las 22:00 estoy hecho unos zorros y me acuesto también.
6 FEB 2013
De nuevo amanece todo nevado aunque el sol comienza el día algo tímido enseguida se vuelve a hacer dueño y señor de Ellmau y nos regala de nuevos estas vistas mientras desayunamos.
Ajustamos cuentas, quitamos la nieve de los cristales y empacamos todo para marchar.
Ya me he enamorado del lugar y tengo que volver en fechas estivales para probar la roca caliente de las Kaiser
Seguro que hay guía de escalada de esto…
Aquí unas pocas fotos con el teleobjetivo a tope de algunas de sus cimas.
Delicioso no? ;)
Este día ya era el de regreso a España, pero antes queríamos aprovechar que el día para hacer algo más y teníamos que decantarnos solo por una cosa.
Al final gana el famoso
castillo de los puzzles llamado Neuschwanstein.
De camino descubrimos una tienda de escalada llamada
Bergzeit y paramos a probar suerte con la guía de la zona de Wilden Mountain Kaiser…Bingo!
Nos ocurre algo curioso en la autovía dónde la gente va escopetada pasandonos con potetisimos coches y es que la policía nos pita haciendonos gestos señalando arriba mientras nos adelanta, pero no nos para...más tarde deducirímos que era porque ibamos tirando nieve a los otros coches...que estaban impolutos a pesar de venir de la misma zona..
Llegamos al castillo y descubrimos que hay que pagar para aparcar…luego para subir y luego para verlo…casualmente no tenemos tiempo para
eso.
El castillo Neuschwanstein de los puzzles
Foto desde las inmediaciones y tiramos al aeropuerto llenado el depósito como exigía el contrato al increíble precio de 1,58€…
Atentos a la policía del control del aeropuerto de Munich dónde tiene la mano puesta…Con esta no hubiéramos pasado nuestro peligroso material.
Pasado el control y con tiempo de sobra para valorar lo pasado, discernimos que a pesar de todo, en general, ha sido un viaje genial!