RECUERDOS VIEJOS (NAVALAMECA 07)
Mientras el agua de la ducha golpetea en mi cabeza, cierro los ojos y como si las gotas encendiesen interruptores me vienen a la mente imágenes, movimientos, frases...todo mezclado dando como sensación el resultado de un finde duro, pero muy satisfactorio.
Por motivos ajenos al que escribe, me vi obligado a madrugar el sábado y viajar sólo (el resto viajó el día viernes) para ir a esta concentración anual que es Navalameca, a la que sólo he podido ir en otra ocasión como así lo atestigua el blog.
Dos hora de animado camino, mientras una mezcla de Fito, Extremoduro, Chemical Brother's, algo de Blues y yo que sé que más cosas que llevo en el MP3, que me obliga a cantar cada canción, son lo que tardo en llegar a Navalosa, donde el destino me tenía preparada una sorpresa en forma de antiguos colegas que jamás hubiera pensado encontrarme allí.
Intercambio de sorpresas y sin más dilación nos acercamos a registrarnos.
-. Estaría bien que me tocase una colcho - comenta Michel.
-. No tenéis regalos - Me informa Rodrigo al hacernos entrega de las hojas de suscripción, croquis y camiseta.
-. ¡Vaya, tu sí y es la última colcho! - Miro hacia atrás y justo es el chaval que sigue a Michel.
-. ¡Jueeeer por uno! Teníamos que haber sido cuatro jajaja.
Son a penas 10:30 y el asedio de las colchos ya es latente en muchos de los sectores.
Al igual que aquel año, me guío más por la intuición que por los sectores, me gusta tener la sensación de descubrir un bloque bonito.
Ponerme debajo de uno ver si me gusta y luego mirar el grado.
Lo bueno de que haya tanta gente es que aparte de que las bases de los búlders están plagadas de colchos y porteadores a la par que escaladores, la caída es supersegura casi siempre y eso añadido al flaseo continuo de los movimientos hace que sea más sencilla la elección de cada proyecto.
Paco se prueba unos Vº...
... hasta que su hombro le da el toque haciendole un amago de salirsele y decide parar.
Le hago entrega pues de mi "hija" para que inmortalice lo que vea.
Veo que Michel, a pesar de su poco tiempo en este mundo tan especial, se muve bien y tiene fuerza sobrada, asi que nos empezamos a meter en cosas más serias.
6as...
6bs...
y 6bs+.
Luego, bajada a comer, dejamos a Paco en la tienda por su insitente solicitud de echarse la siesta, y Michel y yo aprovechamos para tirar para arriba a seguir convirtiendo intentos en encadenes.
Me sorprendo de la facilidad con que encadeno todos los 6B+ que pruebo.
Pero ya sabemos que las casualidades no existen y todo tiene una explicación.
Está claro que tengo un punto a favor y es que me conozco la roca muy bien, ya que es igual que la de BDR y no hago bloque más que aquí. Eso ayuda mucho, me conozco muy bien sus patatas, garbanzos y romos y en el A Vista eso es importante.
De camino al callejón, nos encontramos con parte de la gente con quien compartiría casa por la noche que andan probando unos 7A, al que me animo a probar y que por no llevar más que los gatos cómodos soy incapaz de puntear en un pequeños saliente para dar el paso en travesía que imagino dará el grado.
Zapata y César...
...lo encadenan.
Mientras la mayoría de la gente ya está bajando, Michel y yo aun seguimos dandole a todo lo que nos parece bonito y factible de hacer, cayendo y cayendo en ambos sentidos.
Desplomados...
Técnicos...
Lo dejamos ya con el encadene de un techo, cotado de 6B+/6C (para mi 6B+ comparándolo con otros probados) que saco A Vista, y que Michel saca después de lucharlo a tope hasta que por fin sale por arriba, justo antes de que nuestras yemas revienten.
Las luces empiezan a cambiar de tono y hacen sombras alargadas, cuando ya estamos bajando a buscar a Paco a la tienda, para ir a ver la final de la competición de Lolo Master.
Llegamos cuando Andrada, entre otros máquinas, se pelea en una desplomada vía de presas puestas para la ocasión y que ninguno conigue encadenar.
Tan sólo un tal Marcos, cuyo apellido no es que no quiera acordarme es que no sé como se escribe, llega a la tercera presa tras un lance brutal de una presa que ritetu de las malas pinzas.
Luego, ya de noche, vuelta al coche a por la ropa de abrigo, (vease Plumas, que esto es Ávila), para agregarse a la plaza y buscar buen sitio en el amplio suelo, disfrutar de la Caldereta...
...que se queda corta pero está muy buena, regandolo con amplio zumo de cebada y cigarros de la risa que no para de crearse tras el trabajoso ritual.
Siendo las 02:00 y sabedor de que esto terminaría tarde y yo quería madrugar para regresar temparnito y sin carvanas a Madrid, me recojo en la casa, tras llenar el estomago de delicioso magro de cerdo y alguna fruta fresca que hacen que me vaya contento al saco, más aun si cabe de lo que ya estaba.
Amanece, para mí, a las 9:00 y a las 9:30 ya estoy en la puerta de la casa, acordandomeme de que el chubasquero me lo dejé en el coche, al ver como cae el liquido elemento y lo lejos que lo dejé de donde ahora me encuentro.
Tras otras dos rápidas horas de coche, llego a casita, me despojo de las ataduras, en forma de mochila/colcho, me planteo si comer primero o darme una ducha.
Mejor me voy a dar una ducha de esas laaaaargas.