Tenía serias dudas de que este finde pudiera escalar, pero esta vez no era por la meteo, esta vez era por un maldito catarro que se había alojado el martes en mis cavidades nasales, con claras pretensiones de quedarse largo tiempo.
Aun así no podía faltar a la cita de este finde tan bueno que se anunciaba desde comienzo de semana en todo lados.
Pero claro, esto implicaba madrugar y mucha gente no estaba dispuesta a ello, por lo que finalmente, Alberto y yo quedamos de nuevo en la pedra. Allí este ha quedado con un colega Asturiano llamado Edu del que me ha contado varias batallas y al que tengo ganas de conocer. Este último también ha quedado con otro colega llamado Cano, por lo que éramos el número perfecto. Cuatro.
Sábado 14
Mientras Edu termina de guardar saco y demás, ya que ha vivaqueado allí, decidimos el sitio lanzando propuesta…yo me dejo llevar, ya que no me noto muy bien que digamos y no tenía la cabeza como para tomar demasiadas decisiones.
Sorprendido escucho la propuesta de la vía Herreros.
- Eso no está en las buitreras? – Pregunto
- Si – me afirma Alberto – en la cuarta.
Nunca he escalado ahí pero siempre me ha parecido un sitio para ir interesante, lo que pasa es que es complicado llevar a gente a sitios poco visitados y cuando lo he hecho no ha salido muy bien, como cuando fuimos al Normando.
Un más corto camino y con menos esfuerzo de lo que me espero nos deposita rápidamente en la base de las paredes.
Las cordadas se definen rápidamente, siendo Alberto y yo los que encaramos como primera cordada la vía Herreros.
Una Clásica en toda regla, con un lógico recorrido que te lleva en dos largos pasando por dos techos que son una auténtica delicia.
Cuando voy a comenzar el largo, me fijo en que más abajo hay un par de chavales. Desde lejos me parece reconocer a uno de ellos, pero no estoy seguro, ya que los árboles y la distancia no me dejan ver con claridad.
Lo primero es una placa sin seguros y sin posibilidad de protección, que te lleva bajo el primer techo.
Este tiene un montón de agujeros de antiguos clavos, que sirven de protección y agarre en su fisura.
Coloco un alien, mal, pero me sirve para darme los primeros movimientos a la derecha y poder poner otro mejor.
Estoy en estas cuando la misma cuerda saca el alien que me golpea en la pierna y cae por esta hasta la base de la pared…sin pensarlo coloco un 0,5 de Camalot y tras este un 0,75. Luego me doy los pasos hasta llegar al cuerno sin proteger nada más.
Tras este el árbol pide que le lacee y como soy un tipo obediente, lo hago y continuo por la entretenida fisura que se deja hacer en bavaresa con buen canto y proteger a gusto. Tras unos metros estoy en la reu esperando a que Alberto me suelte.
-
Oye, y si te haces de primero y así te hago fotos? – Le grito desde arriba a Alberto
-
Venga, vale! – Responde animado
-
Pero dile a alguno de estos que a ver si te puede asegurar.
La costumbre de escalar clásica en cordada de tres, hace que cometamos el error de no darnos cuenta que no podríamos recoger los cacharros y por lo tanto tampoco continuar escalando el segundo, largo por no llevar material suficiente.
Pero ya es demasiado tarde, ya que la cuerda ha corrido por las cintas hasta Alberto, que ya está atándose.
¡Lo siento chavales, os va a tocar recuperarnos el material!De paso le hago unas fotos también a Cano mientras negocia con la fisura.
Segundos después de que llegue a la reu, Alberto sale escopetao a la fina fisura de la derecha para luego dárselas con el segundo techo que deja unos pasos majetones para salir a la bavaresa, donde le pierdo de vista.
-
Mierda! – Le oímos gritar
-
Qué pasa Alberto! – Pregunto curiosos a la par que preocupado imaginándome un desequipamiento de la reu.
-
¡Un buitre tíos! Hay un buitre justo en la reunión!Nos indica que la montará con lo que tiene para que podamos subir en una fisura que hay más abajo.
Tras la disfrutona fisura, paso al divertido techo. Tras este, salir a la bavaresa se hace algo complejo con pasos de adherencia finos.
Luego me asomo a lo que viene y entiendo lo del 6a+.
La bavaresa es roma, de esas que te abre las muñecas y que para proteger te ves obligado a hacer acrobacias con el equilibrio cambiando el peso una y otra vez, por lo que lo mejor es poner pocos seguros y salir cuanto antes.
Pero la fiesta no se acaba aquí, justo cuando terminas la bavaresa, llegan un par de pasos de adherencia, largos, con malas manos, que te hace dudar un par de veces si caerás.
Ya en la reu que Alberto ha montado, veo al bicho que asoma la cabeza para ver quien es el nuevo inquilino de su hogar.
Como hay tiempo, decido subir lentamente, sin hacer movimientos bruscos, hasta al reu, para pasar la cuerda y así poder rapelar más tarde…el bicho me mira, pero parece como adormilado por el calor y no hace nada que indique que tenga miedo…lo cierto es que parece hasta acostumbrado a tener visitas.
Lo siento bicho…Edu se merienda la bavaresa de 6a+ con una precisión y técnica envidiable.
Se nota que ha trepado mucho en granito y más en concreto en la pedra.
Ya en la reu los cuatro, vemos que a nuestra siniestra, en El Hueso, un acordada se atreve con la Tito y como japos nos liamos a hacerles algunas fotos.
Tras un cuidadoso rapel con ambas cuerdas, nos depositamos en la base, para darle un tiento a la comida y elegir nuevos objetivos.
Me noto flojo y más viendo como Edu y Alberto miran deseosos a las vías de 7º.
Estamos en estas cuando ya de más cera la otra cordada que está en la Buitreras, compruebo que efectivamente es quien creía. Se trata de
Jonchu que anda de regreso en la roca pedricera.
Tras algunas dudas entre Cano y yo de qué hacer, Jonchu nos propone la Guirles Campos que tiene un Ae, lo malo es que no me he traído más que para hacer deportiva.
-
Quieres esta cinta larga Vlady – Me dice Jonchu ofreciéndome una cinta plana roja, claramente sin estrenar –
con ella te podrás hacer un estribo.-
Juer, muchas gracias macho! – Le digo agradecido
Con otra cinta que tiene Cano y los cabos de anclaje que disponemos en nuestros arneses, ya tenemos suficiente para hacer el techo.
El techo tiene una pinta estupenda, pero le cedo el largo a Cano ya que le veo muy dispuesto. Yo me quedaría con el siguiente que dan de 6a.
Cano sube raudo por la musgosa fisura del comienzo hasta llegar a un OW de Vº que supera tras algunas dudas.
Se le ve muy suelto en el arte de la letra “A” a pesar del rustico material para ello y en poco rato ha superado los pasos.
Justo antes de llegar a la reu, le pido que me deje enganchada la cinta de Jonchu para poder usarla. Gracias a que no llevaba muchas cintas y ha tenido que ir quitándolas el artesanal estribo, queda en el primer paso de Ae.
Tras ver lo que tengo que hacer, decido subir con las zapatilla FiveTen y dejar los gatos colgando tras mi espalda.
Subo rápido la fisura y el OW se me da mejor gracias a la rigidez y anchura de las zapatillas.
El Ae me encanta y lo hago quizás más rápido de lo que hubiera querido.
Aun así, el respirar por la boca continuamente debido a la congestión que gobierna mi nariz, hace que tenga la boca sequisisma.
No sé si por esto o por el mismo catarro pero me noto algo débil.
No parece muy difícil No?Mientras me pongo los gatos, Cano me indica como y por donde cree que es el recorrido lógico. Coincido con él. A la derecha.
Las dudas son razonables ya que se ven pocos seguros y es difícil saber si se podrá proteger entre estos.
La primea chapa se alcanza bien tras la fisura. Salir de esta es meterse en un mundo de romos y adherencia, navegando de lado a lado buscando la lejana chapa.
No se puede proteger, pero solo hay un camino desde donde estoy.
Alea jacta es…Decido no pensar en los seguro y concentrarme en los pasos y el recorrido a seguir.
De repente un pequeño mareo me hace dudar de si hoy tocará gran vuelo.
Pienso en decírselo a Cano, pero ¿De que serviría? Estoy muy lejos de la cualquier protección. Sé que está atento por que está viendo lo mismo que yo.
Me magneseo nerviosamente mientras compruebo agradecido que me siento mejor. El cuerpo es sabio y a debido darme alguna dosis de adrenalina extra para salir del atolladero.
Subo un pie luego el otro y me estiro con la cinta en la mano todo lo que puedo…no llego aun.
Qué bien me vendría el alargue que me había enseñado Jonchu de Austria Alpine con un mosquetón con gatillo que se sujeta con un práctico e ingenioso mecanismo.
Bajo los talones y miro donde está el siguiente pie para poder llegar.
¡Venga Vlady!Los subo con la delicadeza necesaria para sentir la goma agarrase al abrasivo granito y me vuelvo a estirar…clic!
Chapado…
Subo un poco más y veo a mi derecha una posibilidad de protección donde entrará un nº2 en una grieta horizontal.
Para ello tengo que hacer una pequeña travesía en adherencia y de romos hasta alcanzar el fantástico emplazamiento, pero tengo la chapa cerca así que arriesgo y lo hago sin dudar.
Luego es "alegría", ya que llegas a una fisura de libro que además está protegida por dos chapas.
Finalmente más navegación en adherencia con mogollón de mierda de buitre por doquier y reunión.
Cano disfruta el largo y me asegura que le sorprende los pasos que hay que hacer con esas distancias.
Con un rapel de 35m (aprox) hasta el suelo, hacen que, al menos para mi, la jornada del día acabe. La máquina me ha dado ya un toque y no es plan de griparla.
Tras darle la cinta a Jonchu y agradecerle el préstamo, vamos a ver en que andan estos haciendo.
Por lo visto Alber se ha encadenado el 7ª y aun anda con ganas de más jaleo, por lo que se meten en una atractiva línea con los seguros algo más generosos distancies.
Como ya me he quitado el arnés, aprovecho para buscar el mejor sitio para hacer fotos y jugar con esta fantástica luz que nos regala el ya más largo atardecer.
De Alberto.
Y de Edu.
Con las últimas luces llegamos a las Clásicas, donde nos encontramos a más gente tomándola.
Domingo 15Tenía claro que este día no madrugaba, así que la opción "Tranco y las 11:00" era mi mejor oferta.
Me levanto poco más o menos igual que el día anterior. Congestionado y con el cansancio del día anterior añadido.
Allí ya están esperando Asun, Nell, Soneman y Pablo a que llegue.
En pocos minutos decidimos el sitio, al escuchar las intenciones de Nell y Pablo.
Como Soneman anda lesionado de los codos y no escalará, le propongo a Asun seguir los pasos de la otra pareja y como antiguamente hacer cordada para que pruebe eso del Artificial.
Y que mejor sitio para eso que El Indio.
Lo malo es que, como el día anterior, tampoco me he traído nada, de hecho llevo lo mismo. Sólo deportiva.
Por suerte Pablo se ha traído cuatro estribos y nos deja uno, de esos de peldaños de metal.
También nos presta una cuerda, ya que tenía mis dudas de si llegaría con la de 70m para el rapel, por lo que me la ataría al arnés y escalaría con ella suelta.
También la usaría para pasarle el estribo a Asun tras llegar a al reu.
Pero antes me apetece hacer la vía que llaman Elena, que fue requipada hace tiempo, dejándole el mismo carácter. Es decir con los seguros muy alejados.
La vía es entretenida, con pasos bonitos de adherencia y con algún paso en bavaresa en su labio intermedio.
Su grado técnico 6a, pero la exposición en lo alejes la hacen un avía para ir con el grado bien asentado. Las caídas pueden ser muy feas en algunos tramos.
De hecho Asun se la hace de segunda.
Recogida la cuerda y hechos los estribos, nos desplazamos al objetivo del día. La Tiziano II.
Esta vía ya hice hace unos años, con Javi L., escalando al lado, en solitario ambos, mientras seguía la sabias indicaciones de este para llevar a cabo la escalada.
Creo que voy a hacerla en zapatillas…Aun así comento el fallo de no llevarme suficientes cintas...
...y cuando acabo de pasar el único paso de A1 que tiene la vía, hago recuento de material.
Me faltan 10 cintas para terminarla.
Justo en ese momento Nell y Pablo terminan la vía que habían comenzado y me pueden prestar algunos mosquetones de seguridad que llevan de sobra y algún cintajo.
Tras pasármelo, Soneman, por la cuerda que llevo colgada del arnés, continúo camino dejando en muchos de ellos solo un mosquetón para conseguir alargar al máximo el número de seguros sobrantes.
Tras hacer el paso de fe en travesía, luego los últimos dos Ae y hacer los pasos de salida en libre con la cuerda tirando tras de mí, llego a la reu sorprendido por el poco material que tengo para montarla y más aun por el viento helador que corre en la cima.
¡Reunión!Me acomodo buscando la mejor posición para librar del frío mientras Asun se prepara para su comienzo, pero me doy cuenta que me va a servir de poco y un estornudo me recuerda que aun estoy invadido por cantidades industriales de virus.
Absurdamente intento mentalizarme de que el constante y a veces moderado viento, no es tan frío, pero mi cuerpo no dice lo mismo y alguna tiritera me hace volver a la realidad. Por suerte el sol está ahí.
Podría ser peor.Asun empieza a escalar y yo deseo en silencio que suba corriendo para poder bajar cuanto antes.
Pasa el techo mientras decenas de personas se agolpan en la base para ver el espectáculo.
Es un sitio de paso habitual y es normal que la gente se pare, sobre todo por la cantidad de familias que hoy invaden las praderas cercanas con chillones niños pretendiendo atención hasta por nuestra parte.
Asun, poco a poco le va pillando el rollo, gracias también a las indicaciones de Soneman, que desde abajo intenta aconsejarla para que le sea más sencillo y rápido.
De repente mi cerebro llega a una conclusión al ver ondear la cuerda colgada de mi arnés mecida por el viento.
-
¡Calos! Hazme un favor, átame el cortavientos a la cuerda azul!Esto es otra cosa...Una hora después de empezar, Asun llega a los tramos en libre, no sin antes darse un susto con la goma de las perneras que se le suelta. Y es que es un incordio en ese tipo de arnés, esa goma.
Tras la cima, recoger, fotos haciendo el tonto (miedito me dais), clásica, caravana de finde con buen tiempo, a casa, cocido, ducha y cama.
Y ahora que lo pienso ¿Dónde está el mono?