VIAJE AL PASADO (CABEZÓN DE LA SAL, SANTILLANA DEL MAR Y PENDES, CANTABRIA)
Hay viajes de muchos tipos. Viajes de escalada, viajes de trabajo, viajes de placer, viajes familiares, viajes solitarios, viajes en pareja, viajes culturales, viajes gastronómicos, viajes de reencuentros, viajes psicodélicos, viajes necesarios, viajes al presente, viajes al futuro y viajes al pasado.
Este que os cuento hoy es una mezcla de varios tipos pero quizá se acerque más a la definición de viaje al pasado ya que en el había un motivo inicial por el que ir a esta zona en concreto y era conocer el lugar donde había nacido mi madre.
29DIC15
Pero aprovechando que subíamos a Cantabria Ori yo, nos planteamos un par de objetivos más. El primero de ellos era conocer un lugar que seguro sería muy especial y no defraudaría.
Un lugar en el que esperabamos encontrar lo que encontramos.
Un bosque de Secuoyas gigantes.
El bosque se encuentra en el termino de Cabezón de la Sal.
Para llegar a él hay que salirse de A8 en la segunda salida que indica el pueblo. Una vez en la rotonda salir por donde pone Comillas (sí, donde la Universidad) y a los pocos metros encontraremos un pequeño aparcamiento y un cartel indicativo de la zona, a nuestra derecha.
El lugar dispone de acceso para personas con movilidad reducida hasta un punto del recorrido, y una plaza de aparcamiento para ellos.
Tuvimos la suerte de ir a la hora de comer y no había nadie.
Según avanzó la tarde llegaron más personas.
Esto hizo que el lugar fuera más espectacular todavía.
No es la primera vez que estoy junto a estas majestuosas obras de la naturaleza. En EEUU, de donde son originarias las vi en el Mariposa Park en California, en mi viaje al valle de Yosemite.
Igual que en aquel momento las sensaciones al estar cerca de ellas era como estar al lado de un viejo y sabio elefante.
Recomendable quedarse hasta que el sol se pone ya que la orientación del bosque hace que la luz sea espectacular.
Tras esta intensa visita a estos árboles que tan solo tiene, el más viejo, 76 años, según he podido leer en Internet, toca buscar sitio para dormir.
Ya sabemos que España todavía sigue muy atrasada en lo que respecta al respeto a los que viajamos en furgoneta y te sientes un poco incómodo con la sensación de que estás haciendo algo mal por dormir en tu vehículo, aunque generes otros ingresos como el hecho de cenar fuera o tomarte unas cervezas en los bares del pueblo más cercano.
Tras varias dudas al final aparcamos junto a la playa en una zona de tierra.
30DIC15
Al día siguiente descubrimos que estamos al lado de un camping, pero no nos dijeron nada.
Desayunamos sin dar mucho la nota y nos vamos al siguiente destino del viaje.
La Cueva de Altamira.
Bueno, más bien a la reproducción ya que para la cueva la cosa está un poco complicada.
Para poder ver la cueva original, tienes que estar los viernes en el museo, adquirir una entrada y esperar al sorteo. Si eres uno de los elegidos pasarás junto a otras pocas personas durante un tiempo determinado.
Allí la historia de nuestros antepasados nos apabulla.
Tras la visita al museo entramos en la guiada de lo que llaman la neo-cueva que es una reproducción exacta de la cueva original y en la que no te dejan hacer fotos…lo respetamos a pesar de las tentaciones.
Tras esta no bajamos a comer al pueblo de Santillana.
Recibiendo regalos de los niños.
Comprando algunos regalos para el estómago.
Y disfrutando conscientemente de todo lo que nos rodea.
Siendo las fechas que son anoche súper rápido pero estamos cerca de nuestro tercer objetivo del viaje.
Conocer el pueblo de Pendes.
Nuestras expectativas sobre llegar al pueblo con luz se desvanecen ya que la carretera de subida es más lenta de lo esperado y con mucha curva, y cuando llegamos es justo cuanto cuando ya solo hay claridad y farolas encendidas, aun así nos acercamos a preguntar para que nos indiquen sobre la casa en concreto donde nació mi madre y la encontramos.
Algo decepcionados por la falta de luz y no haber podido hablar con casi nadie, decidimos dormir cerca del pueblo, un poco más abajo, para por la mañana volver con luz.
31DIC15
Al día siguiente a pesar de la lluvia de la noche, amanece un día extrañamente caluroso con el que nos animamos a subir de nuevo al pueblo donde sus gentes ya se han levantado y agradecen la visita.
Tanto es así que nos hacen de guías de la zona llevándonos primero a la famosa quesería de Pendes.
Y luego al Castañar, que está un poco más arriba, donde descubrimos un lugar perfecto para pernoctar.
Allí también descubrimos que hay una zona de escalada equipada de la que no he conseguido croquis a pesar de decirme los paisanos que estaban públicos en Internet.
Hacemos la corta aproximación a las vías del primer muro.
Por lo visto hay más al otro lado pero no las veo ya que no nos queda tiempo porque hemos quedado con uno de los paisanos del pueblo, y amigo de mi madre, para tomar algo en Potes antes de regresar a Madrid.
Prometiendo volver para entre otras cosas escalar en estas paredes de excelente caliza cantabra.
Gracias por la hospitalidad y la conversación recibida en este viaje al pasado.
Ahora toca volver a nuestra querída Sierra de Guadarrama a tomar las uvas con la familia y recibir el 2016.