SUPERVIVIENTES Y VICTIMAS (FILOSOFANDO...)
Siempre he pensado que las situaciones límite suelen ser las que realmente definen a las personas en uno de los dos tipos. Unos son los que luchan por salir adelante y otros son los que esperan a que se solucione por algún acto externo sin que ellos hagan nada para solucionarlo.
No obstante y al igual que en post anteriores en los que pretendía generalizar, también se puede ser de un modo u otro dependiendo de la situación, pero voy a generalizar de nuevo para que la cosa quede mejor definida.
Por ello también quiero compartir una historia que sufrí hace, a día de hoy, unos 6 años, mucho antes de tener este blog, donde se puede apreciar esa diferencia de la que hablo, dependiendo de la situación de cada momento.
Pero antes, me gustaría dar una descripción de lo que llamo Supervivientes y Victimas
Supervivientes: Suelen ser personas positivas y con una buena capacidad de decisión y de mando.
Son gente previsora suelen llevar por siacas tras haber vivido experiencias en las que lo necesitaron y lo tuvieron o por el contrario les ayudó a salir de algún marrón.
Suelen ser personas prácticas y poco emocionales.
Victimas: Suelen ser personas negativas, indecisas y casi siempre esperan que los demás les saquen del marrón o por el contrario, son de las que se quejan de la situación pero no hacen nada para cambiarlo.
Son poco previsoras y su imagen de la montaña suele ser algo fantasiosa e irreal.
Suelen ser personas emocionales, poco prácticas y sin dotes de mando.
Como digo es generalizar y añadir que además de la forma de ser de cada persona influyen otros aspectos externos y también internos de cada una de las personas, a pesar de tener experiencia, por la que se llega a morir en montaña. Pero ese es un tema que trataré en otro post al que ya tengo puesto título: ¿Por qué ocurren los accidentes en montaña?
En la aventura que viene a continuación no hay fotos de ella ya que ninguno de los dos nos acordamos de llevar cámara de fotos. Por lo que las imágenes que aparecen son de otro momento
Y ahora la historia, que ocurrió justo ese fatídico fin de semana de 16-17 de Enero de 2004 donde murieron dos personas y otros resultaron gravemente heridos cerca de la cima de Dos Hermanas de Peñalara y que fue tan sonado. También se perdieron muchos otros:
8:50. Llego al aparcamiento de Cotos y a los pocos segundos el móvil empieza a vibrar en el bolsillo del pantalón. Es JJ.
A poco rato, estamos CesarO, JJ y yo, dentro de uno de los coches, intentando decidir qué hacer. Hay niebla por todos lados y una fina lluvia moja los cristales del coche.
Gente a nuestro alrededor se cambia entre quejidos, mientras tomamos nuestra decisión.
Al final, JJ decide irse al roco de Espacio Acción y CésarO y yo nos preparamos para la que sería nuestra primera AVENTURA del año.
El camino helado
9:39. Salimos de Cotos dudando de si nos pondríamos los crampones o no, pero a la media hora aproximadamente vemos como los árboles y arbustos comienzan a tener una cresta helada y transparente en sus hojas.
Ninguno de los dos se había encontrado en tal tesitura. El suelo presentaba placas de hielo sin nieve y nuestros bastones conseguían salvarnos de los torpes movimientos, mientras el viento escarchado nos golpeaba incesantes, animándonos a caer.
Según subimos la niebla se cierra más y la temperatura baja a gran velocidad. Calculamos que andaremos entre los 5 y los 7 bajo cero.
Al cabo de una hora de ascensión nuestros resbalones en la helada y durísima nieve nos hace parar para acoplarnos los que dudábamos nos podríamos. Los crampones.
Mientras nos concentramos en la engorrosa tarea de calzárnoslos, aparecen 4 chavales desorientados por la niebla que subían desde la laguna y nos preguntar por las paredes de la meseta. Seguros de donde nos encontramos les indicamos que están unos 50 metros más arriba pero que por la niebla no se veían aun.
Más adelante, nos los encontramos poniéndose los crampones, bastante separados uno del otro¿?
Después de 20 minutos, aproximadamente, encontramos el pie de vía donde el finde pasado estuvimos subiendo.
A pocos metros se encontraba la que, en teoría, era nuestro objetivo, pero la niebla y la bajada de la nieve hace dudar a CésarO y decidimos seguir hacia el Este, para confirmar que efectivamente era ese el lugar.
Anduvimos un Km ó Km y medio encontrando casadas de hielo con grosores más que aceptables para un ataque. ¡Lástima de cámara!
Nos damos la vuelta siguiendo los agujeros que iban dejando nuestros pinchos, mientras CésarO, declara con dudas que no le gusta la idea de subir con este tiempo. Yo aludiendo a mis 3 visitas en solitario al lugar y dos de ellas con niebla y en peores condiciones le animo a intentarlo.
La vía nº 9
Estamos a pie de vía y CésarO se anima a darle un tiento.
Una verticalidad entre 60º y 70º nos ofrecen unos 20 metros de corredor muy divertido donde pude demostrarme lo bien que funcionan mis nuevos Piolos Stubai...
A mitad de vía comprobamos que alguien parece seguir nuestros pasos más abajo, pero enseguida les perdemos de vista.
30 minutos más tarde, nos encontramos en una pequeña meseta donde tomaríamos la decisión que nos llevaría a terrible error.
Primer error
Después de unos minutos decidiendo qué dirección tomar; si a la cima todo recto y luego al Sureste o al Oeste, desde ese mismo lugar, buscando la parte final del corredor del sábado pasado.
Decidimos esta última. Craso error, ya que en realidad, ese último tramo había quedado más abajo y lo pasamos sin verlo por la densa niebla que todo lo tapaba a 7 metros de distancia.
La desorientación
Después de media hora de andar, me doy cuenta de que esto no puede ser otra cosa que la plana cima, el lugar donde siempre se advierte de sus problemas para orientarse cuando hay niebla cerrada, como era el caso.
Mi preocupación va en aumento cuando llevamos un buen rato andando y no vemos más que nieve plana y nada para saber si estamos girando o yendo en línea recta.
-Te voy a ser sincero-Me dice CésarO- estoy empezándome a preocupar.
Yo también lo pienso así pero, intento que no cunda el pánico y le digo que se tranquilice que, por un sitio u otro teníamos que salir a algún lado. Sólo era cuestión de tiempo.
Después de caminar y caminar, nos damos cuenta que las espigas que forman el hielo en el suelo nos está haciendo girar sin darnos cuenta, ya que al fin y al cabo es la única referencia y sin querer nos guían a la desorientación completa.
Ahora la temperatura era muchísimo más baja, rondando, casi seguro, los 10º bajo cero (hoy sé por la tele, que se alcanzó la, nada despreciable, temperatura de 20º bajo cero) y nos estábamos congelando, literalmente. La costra blanca que ya nos cubría los dos, se estaba haciendo cada vez más consistente y nos costaba hablar por tener la cara al descubierto.
Había que salir de allí como fuera.
No sabemos donde estamos, así que sin más espera saco la Brújula, que siempre llevo en el botiquín, aunque sin ninguna referencia... poco útil podía ser. Buscamos el Este para bajar al lado del corredor y posteriormente a la laguna, pero pasados unos cien metros la inclinación nos lleva hacia el Sureste, y hacia allí nos dirigimos convencidos (o auto convenciéndonos) de que ya quedaba poco para el final del error.
El encuentro
Dándonos palmaditas en la espalda a modo de bromas, avanzamos rápidamente.
Al cabo de un buen rato la inclinación se hace mucho más pronunciada y la niebla se hace menos densa.
Unos metros más abajo, nos alegramos al oír un río.
Según bajamos, oímos gente y posteriormente, vemos dos figuras paradas a unos 15 metros de distancia a la izquierda. Nos acercamos a ellos y comprobamos que es una pareja que anda también perdida, desde hace más horas que nosotros.
Segundo error
Nuestra primera idea al oír el río, fue la de seguir su curso abajo, pero la parte masculina de la pareja parecía saber lo que se hacía y decidimos hacerle caso, alejarnos del río y cruzarlo, tomando dirección Oeste. Craso error, ya que más tarde descubriremos que si hubiésemos seguido dirección Este, es decir el curso del río, habríamos llegado a las faldas Sur de Dos Hermanas, ya que en realidad, nos encontrábamos en el Noroeste de esa montaña, por lo tanto nos alejamos de nuestro destino.
Boca del Asno, una agradable visión
Horas más tarde, cuando dan las 14:30, nos encontramos en la falda de Boca del Asno, en su cara Norte, (en ese momento no lo sabíamos) y el aire nos regala la visión de unas casas iluminadas por el sol, durante unos 7 segundos, que nos dan ciertas esperanzas.
Decidimos subir, CésarO y yo, a lo alto de Boca del Asno, para ver si podemos distinguir algo que nos dé una referencia de donde cojo.... estábamos, mientras, la pareja, descansa un poco, ya que llevaban más horas perdidos y por lo tanto se encontraban más cansados.
Por fin la niebla nos da una tregua y vemos Segovia a lo lejos.
Más tarde, nos damos cuenta de que a la derecha, y más cerca, se encuentra el pueblo de La Granja y a su izquierda Valsarín, un pueblo que vive de la serrería.
Una buena decisión
Ese era nuestro objetivo, pero se interponían unos 8 Km de bosque tupido de pinos altos que, no nos dejarían ver ninguna referencia para orientarnos y a tan sólo 3 horas de luz.
Antes de empezar, les aviso de lo peligroso que puede ser adentrarnos en ese bosque, ya que, si se hacía de noche, sin encontrar Valsaín, tendríamos que vivaquear, y la pareja no iba muy bien equipada para pasar una noche a la intemperie.
Valoramos la situación y nos damos cuenta de que es la única opción, si no queremos que se nos haga de noche, en la fría y poco acogedora montaña.
Salimos “escopetaos”, sufriendo algún que otro resbalón, por el manto de hojas y húmedo musgo que cubre todo el suelo del bosque.
Después de una hora de ir campo a través, divisamos, lo que parece, un camino y nuestras mentes comienzan a relajarse, viendo más cerca el fin.
Una y no más...
Un par de Km más abajo encontramos una “carretera”, en bastante mal estado.
Ahora veíamos más claro, que sí llegaríamos antes de que anocheciera, a algún lugar habitado.
El problema era que no sabíamos que dirección tomar.
El joven componente de la pareja declara que, su instinto le dice a la izquierda. Yo, brújula en mano, veo que el norte indica hacia la derecha.
No estaba dispuesto, a dejar de nuevo en sus manos, la decisión de la dirección a tomar.
Así pues, decidimos separarnos, e ir hasta la próxima curva de cada dirección.
Yo, voy con la parte femenina del la pareja, hacia la derecha y CésarO y el joven chavál hacia la izquierda. A los pocos minutos estamos andando hacia la derecha como había propuesto yo.
¡Salvados!
4 Km más tarde, encontramos al primer personajillo que nos indica que, ésta carretera nos lleva, efectivamente, a Valsaín.
18:30 de la tarde. Reunimos todo el dinero que tenemos para pagar un taxi, que avisamos de Segovia.
El taxista, por le teléfono, nos hace la oferta de 35 Euros. La fémina del grupo se camela al taxista y conseguimos la oferta de 32 y pico.
La pareja, lleva 20 Euros y entre CésarO y yo, 12 y algo.
Solucionado!
En el trayecto, el taxista, nos confiesa que, de vez en cuando, le salen “servicios” desde Valsaín a Cotos y que eso le extrañaba bastante, pero que seguramente, serían servicios para gente que se ha perdido como nosotros y tenían que recoger el coche.
A eso de las 19:25, estamos en el aparcamiento, contentos (y muy cansados) por estar a salvo de las garras de Peñalara y con una lección bien aprendida, sobre lo peligroso de ciertas situaciones en lugares tan cercanos como lo es nuestra sierra Madrileña.
El destino
De vuelta a casa, en el coche, mientras escucho una cinta de Brian Setzer, hago un pequeño repaso de lo vivido estas últimas 12 horas y pienso, que el destino, había previsto que nos perdiéramos en Peñalara, para que esa pareja (que nos ayudó en el lo económico, todo hay que decirlo), les ayudásemos a no acabar como esos 4 jóvenes, de los cuales 2 han muerto, y otros 2 han terminado con graves fracturas.
Por lo visto 2, cayeron por una pendiente helada y pidieron ayuda a los otros 2, que al intentar rescatarlos cayeron también, pero con peores consecuencias. Murieron en este mismo día en el que nosotros, y por que así lo decidió el destino, sobrevivimos.
Libros consultados para este Post:
- El Poder del ahora
- Guerreros de la roca
- Quién vive quién muere y por qué