La vida te muestra que un día puede ser totalmente Yin y al siguiente Yang. Puedes quedarte quieto observando y no hacer nada o adelantarte al siguiente movimiento para que la sorpresa no te absorba y te suelde al paisaje como una imagen estática.
Lo que se para se muere.
Yo no he parado de moverme a pesar del cansancio que ello requiere y esta semana he priorizado aprovechando las horas de comida para poder probar las vías que me rodean en la actual residencia ya que la noche llega cuando aun estamos recluidos.
La escuela de Alquezar tiene fama de ser dura y lo es, pero poca gente sabe que alguien pensó en los mortales, y se equiparon hace algún tiempo dos Vº y un V+ para poder calentar.
De aquí un supuesto 6a/6a+, de continuidad, luego a encaramarse en los 6cs y de ahí para arriba.
Eso entre semana, pero el finde decidimos alejarnos unos km y nos adentramos en las maravillas rocosas del conglomerado riglense.
¿Responsable yo?
Unos tiran al Colorado, otros se van de pateo por la zona y en el que estoy yo formado además por Álvaro y Pablo, nos metemos en la alejada Aguja Roja.
Advierten las previsiones, de
meteored, que nos visitarán vientos del Norte de hasta 50km/h por lo que decidimos hacer una vía que aunque es más difícil de la planeada nos evitaremos sufrir helados en las reuniones por el freso azote del dios céfiro al está más al Sur.
La Villarig. De 6a y V+ mantenido que según la guía se hace en 3 largos.
Ya la info me hace dudar de si podremos hacerla solo en tres largos ya que si son 150 metros hablamos de largos de 50m y como llevamos dos cuerdas de 10mm y 70m con un peso aprox de cada una de 5kg, la cosa es arrastrar casi 10kg en cada largo más el grado de la vía!
Aun así nos metemos en tarea y enseguida comprobamos que además de la carga extra del primero de cuerda, el roce que produce en el reverso
la mía, es también un suplicio para el asegurador.
El primer largo me toca a mí y compruebo, desde los primeros metros, que la cosa no va de un paso aislado sino de fuelle.
Para eso estoy yendo tanto al roco, no?
Los últimos metros de los 40 que consta este largo, cada vez que chapo el esfuerzo me obliga a apretar los dientes para levantar las pesadas cuerdas para pasarlas por el gatillo curvo de la cinta.
Juer, me está costando más chapar que escalar.
La reu es colgada y ya voy preparándome para estar aplastando mis riñones un buen rato ya que tenían que subir Álvaro y Pablo y luego saliera Pablo y Álvaro hasta que pudiera comenzar a moverme de nuevo.
Mientras, aprovecho mi privilegiada posición para sacar algunas fotos.
Luego Pablo encabeza el largo que contiene un paso raro de salida de la reu, que lucha tras un descanso.
A Álvaro se le cruza este y animadamente se da hasta cuatro vuelos intentándolo, hasta que decido intervenir y ayudarle con un paso de hombros.
Tras este sube más relajado y tranquilo hasta la travesía donde le adelanto al no tener mi cuerda pasada por el seguro de arriba.
Tras este llega el de 6a, en el que descubro una reu un poco más arriba, tras hacer una travesía; primero a la derecha y luego a la izquierda, consiguiendo un rozamiento brutal a pesar de usar la única cinta larga que teníamos en el equipo.
Tan solo son 15m los que he recorrido, pero decido montar ahí a pesar del trabajo que me iba a suponer remontar los 10kg de cuerda y asegurar de nuevo.
Más tarde sabría que había hecho lo correcto.
En mi afán por evitar el roce, hago lo mismo que Pablo y chapo alterno en la travesía.
Esto hace que Álvaro se vea obligado a realizar la travesía más abajo para evitar el péndulo.
Foto móvil y con poca luz :(
Lógicamente ello le lleva a pasar por una zona donde aun hay piedras sueltas y claro, se queda con una de ellas en la mano con el consiguiente susto y caída, pero sin mayores consecuencias. Solo que tenga que meterse de nuevo el corazón en el pecho...
Los tres ya en la reu de nuevo colgada, volvemos a cambiar cuerdas para afrontar lo que sería lo más difícil en grado de la vía.
Se trata de una sección de unos 4m, morfológicos, que calculo serán 6a.
Una vez pasados, la cosa se mantiene un rato en el Vº y luego relaja más al llegar a una canal con piedra suelta en la que se puede proteger en una sabina y una clavo.
La cima me recibe con casi 60m de cuerda tirando de mi hacia abajo, y un fuerte viento que me tambalea queriéndome hacer retroceder metros. La lucha la gano yo, esta vez, y consigo llegar con mi lastre hasta un cable que rodea la cima.
Me anclo, monto reu y comienzo a recuperar cuerda a tirones usando todo el cuerpo.
Bueno al menos no me quedaré helado por el viento.
Cuando llegan a la cima, el viento ya se ha calmado como decían las previsiones y podemos subir a la cima para hacernos esta bonita foto de cumbre.
Luego tras 3 rápeles que aprovechamos gracias a los 70m, estamos de nuevo en el suelo guiados por el olor a cerveza que se respiraba desde hacia un rato.
Luego la semana corre veloz entre unas cosas y otras.
Hasta que toca regresar a Madrid, durante unos días, para en poco tiempo volver a moverse.