29 de noviembre de 2011

FRONTAL "EOS" DE PRINCETON TEC (MATERIAL)

Desde que la frontal que tenía de Black Diamond se me mojó en Bielsa con una nevada y posteriormente se me oxidó por dentro, que a pesar de hacerle una minuciosa limpieza siguiera funcionando, tenía en mente adquirir otra frontal. No quería de repente quedarme sin luz, yo que soy asiduo a apurar los días de actividad ;)

No buscaba una súper frontal que tuviera 200 lúmenes, ni que fuera un peso ultraligero, buscaba una que fuera suficientemente resistente al agua para que en caso de que volviera a encontrarme en una situación parecida, (lluvia, nieve, helada, etc) tuviera la seguridad de que la luz iba a seguir funcionando.

Este es la caso de la que pongo en la mesa.

 Frontal EOS de Princeton Tec

De características y funcionamiento similares a la que tenía antes, salvo en la cantidad de lúmenes que da (70 x 1 watio) y la distancia que ofrece (54m en su máxima potencia), lo que destaca es el sistema estanco que lleva para evitar que le entre humedad al interior.


Según fabricante aguanta una inmersión de 1m de profundidad. Del tiempo no dice nada.


Tras una búsqueda más exhaustiva, al parecer cumple con la normativa IPX7, que dice puede aguantar hasta 30min bajo el agua a una profundidad de 1m.


En cualquier caso nunca la voy a meter bajo el agua, salvo que se me caiga en ella.
Donde sí la he hecho, ha sido bajo lluvia y en condiciones de humedad alta durante una fuerte helada.
En ambas ha pasado la prueba y se mantiene seco su interior.

Una cosa que me ha gustado también es que en el pack lleva las 3 pilas integradas en el blíster.


Sobre cosas mejorables, quizás que la bisagra que hace bascular la frontal para dirigir el haz de luz, sea un poco "blanda" y con un caminar algo raudo pueda bajarse un poco.

Sobre precio la he encontrado por 51,29€

24 de noviembre de 2011

3º LARGO

De nuevo me veo en la tesitura de encerrarme, al menos virtualmente, durante estas últimas semanas de noviembre para conseguir avanzar hacia la cima que llevo luchando desde hace ya mucho tiempo.

Decía Freud que había sido un hombre afortunado; la vida no le había sido nada fácil.


Como si se tratase de una vía de escalada de varios largos, cada largo va siendo más complicado y a veces los pasos que me encuentro son más duros de lo que me gustaría.

El primer largo fue duro ya que llevaba mucho tiempo sin escalar y además se trataba de un largo de continuidad con muchisimos metros.

El segundo a punto estuve de volar justo antes de la reu, pero aguanté de la punta de los dedos y salí más que airoso asegurandome a la reu contento por no haber caído.

En este instante estoy en la reu eligiendo el material para este 3º largo que no es ni el más difícil ni el más largo, pero sí el más técnico y el Avista, en esta roca que no conozco mucho, no me da mucha confianza. Aun así, mi compañero de cordada me ayuda y anima, a su manera, para que pueda encadenar este antepenúltimo largo de esta. para mi durisima vía.

Y ahora os dejo, que voy a darle un buen pegue.

14 de noviembre de 2011

A COAT LIME AND OTHER COAT SAND (ALQUEZAR Y RIGLOS)

La vida te muestra que un día puede ser totalmente Yin y al siguiente Yang. Puedes quedarte quieto observando y no hacer nada o adelantarte al siguiente movimiento para que la sorpresa no te absorba y te suelde al paisaje como una imagen estática.

Lo que se para se muere.

Yo no he parado de moverme a pesar del cansancio que ello requiere y esta semana he priorizado aprovechando las horas de comida para poder probar las vías que me rodean en la actual residencia ya que la noche llega cuando aun estamos recluidos.



La escuela de Alquezar tiene fama de ser dura y lo es, pero poca gente sabe que alguien pensó en los mortales, y se equiparon hace algún tiempo dos Vº y un V+ para poder calentar.
De aquí un supuesto 6a/6a+, de continuidad, luego a encaramarse en los 6cs y de ahí para arriba.


Eso entre semana, pero el finde decidimos alejarnos unos km y nos adentramos en las maravillas rocosas del conglomerado riglense.

¿Responsable yo?

Unos tiran al Colorado, otros se van de pateo por la zona y en el que estoy yo formado además por Álvaro y Pablo, nos metemos en la alejada Aguja Roja.


Advierten las previsiones, de meteored, que nos visitarán vientos del Norte de hasta 50km/h por lo que decidimos hacer una vía que aunque es más difícil de la planeada nos evitaremos sufrir helados en las reuniones por el freso azote del dios céfiro al está más al Sur.

La Villarig. De 6a y V+ mantenido que según la guía se hace en 3 largos.


Ya la info me hace dudar de si podremos hacerla solo en tres largos ya que si son 150 metros hablamos de largos de 50m y como llevamos dos cuerdas de 10mm y 70m con un peso aprox de cada una de 5kg, la cosa es arrastrar casi 10kg en cada largo más el grado de la vía!

Aun así nos metemos en tarea y enseguida comprobamos que además de la carga extra del primero de cuerda, el roce que produce en el reverso la mía, es también un suplicio para el asegurador.

El primer largo me toca a mí y compruebo, desde los primeros metros, que la cosa no va de un paso aislado sino de fuelle.

Para eso estoy yendo tanto al roco, no?

Los últimos metros de los 40 que consta este largo, cada vez que chapo el esfuerzo me obliga a apretar los dientes para levantar las pesadas cuerdas para pasarlas por el gatillo curvo de la cinta.

Juer, me está costando más chapar que escalar.


La reu es colgada y ya voy preparándome para estar aplastando mis riñones un buen rato ya que tenían que subir Álvaro y Pablo y luego saliera Pablo y Álvaro hasta que pudiera comenzar a moverme de nuevo.

Mientras, aprovecho mi privilegiada posición para sacar algunas fotos.


Luego Pablo encabeza el largo que contiene un paso raro de salida de la reu, que lucha tras un descanso.

A Álvaro se le cruza este y animadamente se da hasta cuatro vuelos intentándolo, hasta que decido intervenir y ayudarle con un paso de hombros.


Tras este sube más relajado y tranquilo hasta la travesía donde le adelanto al no tener mi cuerda pasada por el seguro de arriba.


Tras este llega el de 6a, en el que descubro una reu un poco más arriba, tras hacer una travesía; primero a la derecha y luego a la izquierda, consiguiendo un rozamiento brutal a pesar de usar la única cinta larga que teníamos en el equipo.


Tan solo son 15m los que he recorrido, pero decido montar ahí a pesar del trabajo que me iba a suponer remontar los 10kg de cuerda y asegurar de nuevo.

Más tarde sabría que había hecho lo correcto.

En mi afán por evitar el roce, hago lo mismo que Pablo y chapo alterno en la travesía.
Esto hace que Álvaro se vea obligado a realizar la travesía más abajo para evitar el péndulo.

Foto móvil y con poca luz :(


Lógicamente ello le lleva a pasar por una zona donde aun hay piedras sueltas y claro, se queda con una de ellas en la mano con el consiguiente susto y caída, pero sin mayores consecuencias. Solo que tenga que meterse de nuevo el corazón en el pecho...

Los tres ya en la reu de nuevo colgada, volvemos a cambiar cuerdas para afrontar lo que sería lo más difícil en grado de la vía.


Se trata de una sección de unos 4m, morfológicos, que calculo serán 6a.
Una vez pasados, la cosa se mantiene un rato en el Vº y luego relaja más al llegar a una canal con piedra suelta en la que se puede proteger en una sabina y una clavo.

La cima me recibe con casi 60m de cuerda tirando de mi hacia abajo, y un fuerte viento que me tambalea queriéndome hacer retroceder metros. La lucha la gano yo, esta vez, y consigo llegar con mi lastre hasta un cable que rodea la cima.

Me anclo, monto reu y comienzo a recuperar cuerda a tirones usando todo el cuerpo.

Bueno al menos no me quedaré helado por el viento.

Cuando llegan a la cima, el viento ya se ha calmado como decían las previsiones y podemos subir a la cima para hacernos esta bonita foto de cumbre.


Luego tras 3 rápeles que aprovechamos gracias a los 70m, estamos de nuevo en el suelo guiados por el olor a cerveza que se respiraba desde hacia un rato.


Luego la semana corre veloz entre unas cosas y otras.


Hasta que toca regresar a Madrid, durante unos días, para en poco tiempo volver a moverse.


5 de noviembre de 2011

INTERLUDIO (PICO DE LA MIEL, MURO EURO Y ALQUEZAR)

A veces asusta que las cosas encajen de manera tan perfecta. Como si todo fuera una ópera afinadamente escrita con sus momentos que mezclan todos los instrumentos en perfecta armonía y sus partes de calma en los que un solo de oboe inunda la estancia.



Estas dos semanas han sido uno de esos momentos de calma en esta obra, que me ha dejado ver a mi familia algo más de tiempo, escalar con bastantes amigos, a pesar de la apretada agenda y como no, pasar el mayor tiempo posible con mi “…cari”, además de abrir algunas puertas.


Con unos fui a la Cabrera.


A escalar en el Pico de la Miel.


Donde mientras Yago y Kiko se hacían la Ezequiel…



Nosotros escalábamos en el Espolón Manolín y Marga se probaba en el segundo y quinto largo de primera.


Las lluvias fueron alternado días y entre visitas familiares y estas, también pudimos escalar con Antonio y Miguel en el Euro.

Foto de Antonio

También nos dio por probar eso de incumplir las normas de velocidad ya que aquí no hay personas encargadas de recaudar dinero.



Luego, tras correr controladamente, toca hacerse los casi 500km para pasar un par de semanas en Alquezar, donde la lluvia llega a la vez y nos obliga a meternos en el roco para poder saciar nuestras ansias de roca.


Un lugar donde cuesta mantener el peso.



Un lugar donde cuesta no trasnochar.



Un lugar donde las clases no son en las aulas.


Y ahora os dejo, que de nuevo entran más instrumentos para mezclarse con el oboe.