ENTRENAMIENTO PARA PATAGONIA (05) – VIENTO, MUCHO VIENTO (EL CHALTÉN, ARGENTINA)
Es domingo, y la oficina de Dollar está cerrada, pero tenemos un teléfono de emergencia que nos dijeron era 24horas.
Llamamos y nos dicen que nos vemos en la puerta de la oficina.
Nos vamos conduciendo para allá mientras Yago va agarrando la puerta para que no se abra.
Cuando llegan los empleados, nos dicen que no tienen más vehículos de ese mismo tipo. Que solo disponen de más grandes y que entonces tenemos que pagar más.
¿Cómo?...no, no, no... pagar más no vamos a pagar más. ¡Nos lo tenéis que solucionar ya que tenemos una reserva pagada esta noche en El Chaltén y necesitamos un vehículo!
Bueno, voy a llamar al jefe a ver cómo podemos solucionarlo – Nos dice la chica mientras saca de un bolsillo su teléfono móvil alejándose de nosotros para tener intimidad.
En nuestras cabezas se apelotonan posibles soluciones para ir hasta El Chaltén si no nos dan opciones viables.
Ok chicos – Se acerca de nuevo sonriente la muchacha – Os puedo ofrecer aquel auto de allí – nos dice señalando otro GOL que hay a unos 100m frente a un lavadero de coches – Es un 5 puertas en vez de 3 y lo único que no está limpio. Lo entregaron ayer por la tarde y hasta el lunes no abren el lavadero de autos.
¡Nulo problema!
Tras volver a cargar todo en el nuevo vehículo, que está en muchas mejores condiciones que el otro y se le ve algo más nuevo, volvemos otra vez (y ya van tres en el día) a la gasolinera, ya que el depósito no está lleno, y no queremos más sorpresas.
Por fin tomamos el camino a El Chaltén.
Desde El Calafate tomamos la famosa Ruta 40 hacia el Norte para dirigirnos hacia El Chaltén.
Son unos 220km de carretera de doble sentido, ahora asfaltada hasta el mismo pueblo.
Nos cruzamos con algún arriesgado autoestopista que tristemente no podemos ayudar ya que llevamos el auto hasta los topes entre equipaje y comida.
A pocos km de salir, empieza el mal tiempo, y la lluvia, con generoso viento, nos acompaña casi todo el recorrido, en este inhóspito paisaje gobernado por los guanacos y algún aislado alojamiento.
¿Qué habrá sido de los autoestopistas?
Tras casi 3h de lluvia y viento patagónico, el tiempo parece calmarse y nos deja entre ver una de las siluetas rocosas más famosas del mundo.
Está atardeciendo y las rápidas nubes no nos dejan apreciar bien su contorno.
Aun así nos paramos para poder hacer algunas fotos.
Y disfrutar de tan magnífica visión.
Poco después llegamos a El Chaltén.
Por algún motivo me recuerda a las películas del “salvaje oeste” que veía de pequeño en nuestra televisión aun en blanco y negro, cuando solo existían dos canales.
El Chaltén es un lugar de lo más peculiar. Todo parece estar a medio hacer y es que este pueblo fue creado en 1985, hace ahora 32 años, lo cual lo convierte en unos de los pueblos más jóvenes que existen actualmente.
Lo primero nada más llegar es buscar nuestro hostel, In Land Sis, pero tras dar una vuelta por el pequeño pueblo de algo más de 1km cuadrado no lo vemos…
Finalmente decidimos ir a la entrada y preguntar en información que a pesar de ser las 21:00 aun sigue abierto!
Allí nos dan un mapa e indican exactamente donde está el hostel, además de indicarnos algunos detalles sobre el funcionamiento para hacer actividades, registros etc, que al poco se nos olvidan debido a que nuestra mente está puesta en cenar y acostarnos después del día de paliza que llevamos.
Al llegar a este nos atiende la jefa, que es de Asturias!
Nos enseña la habitación y subimos todas las cosas excepto la comida.
Perdona, dónde tenéis la cocina común que salía en las fotos de Booking? - Preguntamos intrigados
Eh…no hay cocina común - Nos asegura extrañada - Bueno, en las cabañas si, pero vosotros solicitasteis habitación, no cabaña.
Nos quedamos bocas. Hemos contratado 10 días de alojamiento, llevamos más de 100€ de comida en el coche para cocinar y no tenemos un sitio para hacerlo.
Decidimos dejar el tema para solucionarlo mañana y nos vamos a uno de los restaurantes que nos recomienda la chica asturiana.
Se llama La Brecha y es de comida mejicana. Muy recomendable si te gusta el picante claro. Pide la cerveza artesanal, no te arrepentirás.
6 Febrero 2017
Nos levantamos con la calma y comenzamos de nuevo con las gestiones.
Esta vez la de buscar otro alojamiento en la zona donde poder consumir nuestra comida en una cocina común.
La variedad en alojamientos y precios es algo desconcertante.
Los hay que no entiendes como te pueden cobrar por ello y otros que no te explicas como pueden ser tan económicos, limpios y agradable.
Nuestra premisa es la de no querer habitación compartida y que disponga de cocina, compartida o no.
Tras recorrernos todos nos quedamos con El Cóndor de los Andes.
Tiene lugar (es como dicen por aquí que tienen habitaciones disponibles), el precio es muy bueno, el lugar es súper agradable y dispone de cocina común.
¿Nos puedes aguantar una habitación doble? Venimos en un momento!
Contentos por haber encontrado el lugar idóneo volvemos a In Land Sis a decirles que nos vamos a otro alojamiento, no porque este no nos guste (¡está genial!), si no que buscamos que tenga cocina.
Pero no leímos la letra pequeña y no podemos anular la reserva que hicimos tendiendo que pagar las 10 noches si queríamos anular (Recordad que en Booking, en muchas de las reservas, se quedan con tu número de tarjeta para poder cobrar, por ejemplo, en caso de anulación), por lo que o pagábamos el doble de alojamiento o perdíamos la comida y nos tocaba comer de restaurantes. Cualquiera de las dos opciones era muy cara para nuestro presupuesto.
Esto nos hace pensar que deberíamos heber reservado una o dos noches nada más y luego ir a la aventura a encontar alojamiento. Hay mucha oferta y es muy probable que con un poco de suerte hubieramos encontrado alojamiento ya que hay mucho movimiento y nos hubieramos evitado esta desagradable sorpresa.
Tenéis otra opción – nos dice la chica del hostel – Preguntad un poco más arriba, en el albergue, si os dejan usar la cocina común que tienen pagando por ella. Creo que es barata y tienen esa posibilidad.
No todo estaba perdido.
Nos acercamos a preguntar y efectivamente nos dejan usarla pagando unos pocos pesos por día.
Genial!
Curiosamente, cuando vamos a ver la cocina, tras hacer el pago, nos encontramos allí a los brasileños con los que habíamos coincidido en el Frey.
Enseguida nos invitan a sentarnos y enseñarnos las fotos de su reciente actividad en la Aguja Guillaumet.
Oh chicos, os habéis perdido La Ventana! La única desde que comenzó el verano!
Nos enseñan las fotos en su portátil y el día tan espectacular que les hizo. También nos comentan que coincidieron en los últimos largos con los hermanos Pou, que andaba realizando la apertura de una nueva vía.
También nos cuentan la anécdota de que se les acabó la batería de su cámara y les pidieron grabar unos vídeos con la suya y también hacer unas fotos.
Ya en España he leído la noticia en varios medios de comunicación esperando que contasen esta anécdota pero en ningún sitio lo he leído. Quizá en alguna revista salga...pero hace años que no compro ninguna revista de montaña.
Tras despedirnos de los brasileños para luego comer juntos, nos vamos a sacar dinero.
Pero aquí solo hay un par de cajeros y solo uno de ellos funciona con tarjetas con chip, por lo que la cola es descomunal.
Por suerte hemos traído suficiente efectivo entre los dos y hemos descubierto que aceptan tarjetas en casi todos los establecimientos previo pago de un 10% o un 5% máas según es MasterCard o Visa respectivamente.
La mañana pasa rápida y se nos hace muy tarde al llegar a la cocina común del albergue y los brasileños no están.
Tras comer, decidimos aprovechar el auto alquilado y viajar por la ruta 41 que es de ripio (no está asfaltada) para ver los tiempos de acceso hasta lugares como el Rio Eléctrico donde está el desvío hacia Piedra del Fraile desde donde se sale para hacer una de las rutas que teníamos en mente. Ir hasta la Norte del Fitz Roy y plantarnos bajo la "Súpercanaleta".
Decidimos seguir más adelante y nos encontramos con un lugar muy peculiar llamado Laguna Cóndor Refugio de Montaña.
Aunque de refugio poco tiene…bueno sí, que no hay Internet ni cobertura.
El lugar nos encandila y nos quedamos a tomar una cerveza y un vino de Mendoza al fuego de la gran chimenea.
Todo está hecho de madera de forma artesanal!
Luego regreso al hostel y a dormir, que mañana tendremos el primer treckking en la zona. Ir a la Laguna de Los Tres, desde donde se ve el magnífico Fitz Roy y todas su agujas aledañas.
7 Febrero 2017
La ruta son 10km por una senda muy marcada y bien señalada
Incluso hay un cartel cada vez que pasas un kilómetro.
El paisaje es espectacular.
Vas pasando por los diferentes campamentos que se usan para hacer otras actividades incluidas las de escalada a las diferentes agujas.
Después de un rato empiezas a divisar las agujas y ya no te las quitas de la vista.
Y les haces fotos y fotos.
Esperando que esa nube que parece humo saliendo del Fitz Roy se “apague” y no lo hace.
Los antiguos indígenas de la zona llamaba a la montaña Chaltén que significa en su idioma “Montaña Humeante”, pero que luego se le cambió el nombre al de un capitán de barco que llevo a Darwin en sus viajes por la zona.
Poco después se pasa por el último campamento, el de Poincenot.
Más adelante se llega a lo que dicen es más exigente del recorrido, siendo 400m de desnivel en 1km…lo cual es bastante pino como supondréis.
Aquí hay un techado con mesa y asiento para los que se quedan a espera y deciden no subir.
Yendo ligero se hace en algo más de una hora ya que hay bastante gente subiendo y bajando por una senda estrecha.
Cuando llegamos a la laguna, el viento es bastante fuerte, pero las nubes siguen sin dejarnos ver el Fitz Roy entero.
Por más que esperamos nada.
Y hablando de “nada”, en nuestra espera presenciamos una de esas locuras que por suerte llegó a buen término.
Quizá no lo parece pero hacía un frio y un viento considerable y aquí las muchachas se pusieron en bikini…
Y se tiraron a la laguna del glaciar!
Nosotros a lo nuestro. Buscando la foto perfecta mientras fotografiamos las que si se dejan.
"Satisfechos", comenzamos el descenso de los 400m de desnivel que hacemos casi corriendo ya que está empezando a llover y no queremos que nos coja el marrón arriba.
Ha sido una actividad de 10h, sumando el tiempo de los descansos y del rato esperando en el laguna a ver si aclaraba, pero de caminar calculamos que fueron 8h y 30min aproximadamente.
Casi el timepo que indica el mapa que compramos en el hostel, donde te pone alos timepos aproximados entre diferentes puntos. Muy bueno e imprescindible adquirir.
Tras las ducha y mirar de nuevo la web de windguru, nos vamos a hacernos la cenar a la cocina común donde vemos que unos chavales tienen una guía, fotocopiada, de Escalada en El Chaltén.
¿Se puede comparar en algún sitio? – les preguntamos
No, está descatalogada desde hace años y solo rulan fotocopias. De todas formas solo sale lo que está fuera de las propiedades privadas – Nos comentan - ¿Queréis hacerle unas fotos?
Mientras las fotografiamos, nos cuentan que muchas partes de Patagonia son privadas y hay que incluso pagar para pasar, como ocurre si quieres ir a la cara Norte del Fitz Roy.
Esto se suele hacer en el refugio del Fraile.
Luego, ya en España encontré la guía en pdf en este enlace.
8 Febrero 2017
Aprovechado que tenemos la guía, decidimos acercarnos a escalar a algunas de las paredes.
Hoy hace mucho viento y hay que buscar el lugar mejor para evitarlo sin pasarnos en el grado.
Finalmente acabamos en unas paredes que llaman Vescho Wall y que indica hay varios Vº.
Como es de esperar está lleno de gente, pero por suerte hay varias que están libres.
Tras hacer estas dos vías nos vamos a la derecha donde marcan otras dos líneas asequibles.
Allí hay una pareja que parecen estar haciendo prácticas de rescate.
Hablamos un poco con ellos y nos dicen que el chico está a punto de examinarse como guía y que está practicando con su chica.
¿A qué me suena esto?
Las vías resultan ser más difíciles de los esperado y la roca bastante rota.
Un claro signo de que no escala mucha gente en estas vías.
Para bajar decidimos hacer como la pareja y rapelar ya que el acceso es algo expuesto.
Esa noche seguimos con la rutina de mirar la meteo.
Y vemos que la cosa está clara. Solo nos dará tiempo a hacer una actividad más y será durante la que parece haber una (mini) ventana de buen tiempo para final de los días que nos quedan aquí.
Así que tenemos un par de días en medio de mal tiempo en los que no sabemos qué hacer.
¿Habrá que aprovechar el coche no?
¿Se te ocurre algún sitio?
Déjame pensar...
Continuará…