En la entrada anterior:
El día siguiente lo usaríamos para viajar y cambiar de zona. Esta vez hacia el lago Misurina y las Tres Cimas del Lavaredo, donde las circunstancias nos llevarían a gastar más dinero del que habíamos pensado en un principio.
Una vez terminada la escalada deportiva y habiendo quemado nuestro último cartucho en un bonito 6a+ que recorría una bavaresa, nos planteamos aprovechar el tiempo y hacer el viaje a la otra zona este mismo día, para de paso quedar con Alberto y Hugo que andaban por la zona de Tofana di Rozes cerca del refugio Dibona.
Tras recoger la tienda, emprendemos camino hacia el Paso Pordoi que ya amenaza con el mal tiempo que se esperaba para todo el día siguiente y también para esa noche.
Tras alguna parada para ver si podemos tomar algo de camino y no encontrarlo, llegamos a donde están Alberto y Hugo que andan ya preparándose, para pasar la noche en la tienda al lado de una casa abandonada. Nos proponen hacer lo mismo para arriesgar a escalar al día siguiente.
Nosotros, tras valorar el cielo, el lugar y los mosquitos, que se habían empeñado en desangrarme a picotazos, decidimos continuar viaje hasta el lago Misurina y allí buscar algún refugio o albergue donde pasar la inestable noche.
Ellos dormirían al día siguiente en el refugio Auronzo, así que quedamos allí para el día siguiente.
De camino paramos en Cortina donde comemos algo.
Tras la lenta cena, por la tardanza en cobrarnos, continuamos camino hacia el lago Misurina cuando ya son más de las 23:00.
Este retraso hace que nuestra búsqueda de alojamiento sea a la desesperada ya que ni encontramos refugio, ni sitio en los hoteles baratos, así que cuando ya pasan de las 00:00, nos decantamos por uno que sabemos será caro por la situación en la que se encuentra, en primera línea del lago, bajo las vistas de las Tres Cimas y con un claro toque pijo. (Ver primera foto del post)
- 100€ los dos?...- Si, es una habitación de 4, pero nos la deja a precio de 2.- Venga, lo que sea!La decoración del interior, de estilo colonial, con detalles como toalla de hilo, un balcón individual de madera, con espectacular vista al lago, peculiares picaportes y WIFI gratis (cosa poco habitual en Italia), hacen que su precio sea más razonable.
¡Señorita egcarlaaata, la faja no da más de sÍIII!
3 AGO 10La noche ha sido, como ya decían las previsiones, de lluvia y el cielo amanece encapotado y amenazante.
Rámón es más tempranero que yo, que remoloneo hasta más tarde, sabiendo que es día de descanso.
Aun así le encuentro rápidamente, ya que pocos lugares hay para tomarse un café mañanero, junto a un simpático perrillo.
El día lo usamos para informarnos lo más posible sobre la vía que habíamos decidido hacer, cosa que gracias a Giovanni, el dueño de una tienda que hay cerca del hotel donde hemos dormido, llamada
Lavaredo Sport, y que sin comprar nada, nos informa en detalle de todo lo que le preguntamos, incluso nos recomienda que volvamos en unos minutos para dar tiempo a que le llegue la previsión de la meteo, posiblemente de alguna compañía de guías u otro sitio no público.
Tras esa espera, volvemos para conocer la previsión, e incluso nos deja hacerle fotos a la guía que vende, del la vía elegida y el descenso, recomendándonos ir siempre por el filo a pesar de que ser más difícil pero menos descompuesto y que los 4 largos (que se hacen en dos) tras la repisa, no son muy buenos y es preferible evitarlos.
Con toda esta info decidimos, comer algo ligero.
Y subirnos al refugio de Auronzo.
Mientras hacemos tiempo hasta que sea la hora de acostarnos, decidimos hacer una aproximación hasta casi pie de vía, para ver por donde era y el tiempo que tardaríamos en llegar, calculando mejor así la hora de levantarnos.
Giovanni, también nos ha recomendado que estemos a pie de vía a las 06:00 como muy tarde.
Yo planteo levantarnos a las 03:00, hora Alpes, pero soy fácil de convencer para algunas cosas y lo dejamos en las 04:00
El plan era dormir en la tienda, sin clavar las piquetas, sobre todo por que no se podía en el duro suelo del parking, dejar todo preparado, levantarnos, recogerla, comer algo rápido y salir escopetados a pie de vía.
Al día siguiente dormiríamos en el refugio ya que volvían a dar malo esa noche, por lo que había que reservar.
Según la previsión de Giovanni, mañana haría un día fantástico pero somos reacios a creerlo viendo como estaba anocheciendo.
Ya en el refugio, nos encontramos con Alberto y Hugo, con quien tomamos unas birras y hablamos sobre los planes que tenemos cada cordada.
Ellos harían la Cima Picola y nosotros la Cima Grande, por la
Clásica Dibona, con 18 largos según croquis, 634m de recorrido 500m de desnivel y IV+ grado Dolomitas ;)
En el refugio no hay zona de cocina libre…pero no nos importa, nos abrigamos y salimos a cenar fuera con uno de esos atardeceres dolomiticos que regalan imágenes que tengo la suerte de captar con la cámara y poder enseñároslas :D
Tras despedirnos, nos vamos a nuestro lugar de pernocta, donde intentaríamos dormir hasta que dieran las 04:00.
4 AGO 10La noche ha sido terrible, sobre todo para Ramón que su lado de la tienda no paraba de echársele encima y tenía que luchar por quitársela de la cara. Y es que tan solo una hora antes de levantarnos ha estado lloviendo y el viento ha sido una constante desde que nos metimos en los sacos, que al no tener piquetas ha sido un no parar.
Remoloneamos un poco, dudando de si podríamos trepar, hasta que saltamos de la tienda, no creyendo lo que vemos y es que ya no hay viento, no hay lluvia y se ve el cielo estrellado!
Bien por Giovanni!Tras el cálculo hecho, vemos que llegaremos a pie de vía a las 06:00 pero como dice Ramón:
Madrugué y una cartera me encontré.Ya hay dos cordadas por delante de nosotros y otra más que se acerca tras nuestros pies.
Esto hace que nos toque esperar hasta casi las 07:00, para que haya un largo entre medias y así no agobiar, pero la espera es junto al gran nevero que hay entre las dos cimas y que consigue que el frío se instale en nuestras manos.
Ramón se encarga de este primer largo. IIIº
El siguiente (IVº) es para mi, donde tras un poco de esfuerzo consigo que las manos entren en calor.
De nuevo intercambio y Ramón se enfrenta a un IVº
El siguiente, es una de los dos IV+ de la vía y sin haberlo preparado, me toca a mí.
Para este largo hay que hacer una travesía a la izquierda para encarar una fisura adiedrada bastante exigente en su parte intermedia, para luego volver a la derecha para hacer reunión con un clavo que se mueve y una falca de madera!
Ramón coge los cacharros que le paso y se encarga del siguiente, que de nuevo es IVº y es que la vía, en estos primeros largos, es muy mantenida.
Este ya nos llevaría a lo que es el comienzo del filo de la Cima Grande y en poco rato al deseado sol.
Un largo de III+ para mí, otro de IVº para Ramón y llega el otro largo de IV+ que el destino ha querido sea de nuevo para mi.
El largo en cuestión, según croquis tiene 7 clavos, pero al poco de comenzarlo me encuentro uno sin cabeza.
Ya solo queda encontrar 6…La roca es muy compacta y las posibilidades de proteger prácticamente nulas.
U
n clavo! Ahora sólo 5!Pero ya no encontré ninguno más y la protección es escasa y mala, así que para arriba sin pensar más que en escalar y encontrar la reu.
Pero tampoco y al final acabé haciéndome parte del otro largo, ese que se pasa un tramo a la cara Norte.
En una repisa, de nuevo cambiamos las cosas y Ramón encara el largo de IVº.
Otro para mi de IVº donde me embarco y decido tirar todo recto para llegar a una repisa donde la guía marca la reu como SP. El recorrido me pone las pilas, sobre todo por el roce de cuerda, la imposibilidad de protección en condiciones y lo difícil que me están resultando muchos pasos que hago.
SP es algo así como “espiga” en italiano, que es lo único que encuentro, en una especie de repisa, llena de piedras sueltas, e inclinada, donde hay una que parece clavada entre estas.
Ramón me avisa de la falta de cuerda y no me queda otra que montarla ahí ya que el resto de roca a mi alrededor no es viable para ello.
Con más miedo que vergüenza la laceo, (mal)coloco un friend entre otras dos y aseguro a Ramón.
Cuando estoy recogiendo cuerda compruebo que las piedras en las que estoy, se desplazan hacia delante, si ejerzo fuerza sobre ellas, pero no hay nada más, así que procuro tirar de la cuerdas con la mano y luego recogerlas con el Reversino, para no tener que tirar de ellas hacia abajo.
Un rato después, llega Ramón a mi lado, le comento que puede que ya estemos en la gran terraza, pero este duda de que sea, al igual que yo, por lo poco evidente del terreno y el recuerdo que tenía de la misma.
Aun así ya hay ganas de terminar tras tantos largos en el cuerpo y las pocas horas de sueño en nuestro haber.
Poco después, aparece Claudine y Franz, la pareja de Suiza y Austria, respectivamente. que nos ha estado siguiendo en la vía de manera espectacularmente respetuosa.
Tanto que incluso se negaban a asegurarse a la reunión en la que coincidíamos, hasta que saliéramos de ella nosotros.
¡Muy majos!
Tas cotejar los croquis que llevamos ambas cordadas, Ramón se adentra en un terreno descompuesto hasta enlazar con una chimenea a la derecha. Teórico IIIº según croquis.
Tras casi todos los metros de cuerda gastada, por fin creo escuchar reunión.
Esta vez sí que es la terraza y por fin podemos comenzar el recorrido que nos lleva a la cima de esta clásica pared de la Cima Grande.
La segunda vez para mí, la primera para Ramón, pero para ambos muy especial ya que es la primera vez que subimos escalando de primero a esta mítica cima.
Pero no es momento de relajarse aun.
Subir a la cima por el tramo final de la
Normal, requiere, entre otras cosas, cruzar la repisa que en algunos tramos está derrumbada.
Agacharse para pasar casi como penitente.
Y subir un diedro con un tramo desplomado de IV+ de allí, que tras convencerme Ramón, lo hacemos asegurando aunque en zapatillas.
Luego otras trepadas, estas más sencillas aunque expuestas por estar muy lavadas y tener una caída fea y al vacío en algunos casos.
Tras estas, cima, donde Ramón, escribe en el libro que allí hay.
Foto de cima de ambos.
Felices por lo conseguido, comenzamos con la larguísima bajada que tiene 9 rápeles.
Este es el primero, el del diedro desplomado que te lleva de nuevo a la repisa.
Luego hay que pasar de nuevo por la repisa a la izquierda, hasta llegar al siguiente rápel que tiene una cadena cruzada en un par de parabolt.
Vamos enlazando rápeles hasta que llegamos a un tramo donde no encontramos el siguiente y nos toca destrepar por una espectacular pared.
Con no menos espectacular caída.
Ya aquí la niebla se ha metido en la cima y la sensación de vacío nos acompaña a todas las cordadas que no hemos juntado en el descenso.
Rápeles y más rápeles…
Con vistas espectaculares, cuando la niebla dejaba ver.
Y más rápeles, hasta que por fin llegamos a la canal donde también salen los que vienen de escalar la Picola.
Tras la pedrera, camino y por fin a la pista que lleva al refugio de Auronzo.
Son las 21:15 y hemos terminado la escalada :)
Pero aun nos quedaba una última sorpresa para el día.
Cuando llegamos al refugio a eso de las 21:45, nos encontramos con que no hay nadie para atendernos en nuestra reserva. Los de la cocina (que ya está cerrada) nos dicen que tardará 20min en llegar la chica de recepción.
Aprovechamos para acercamos al coche, cambiarnos un poco, dejar los cacharros y de paso ver si Alberto y Hugo habían llegado.
Vemos el coche y dudamos de que hayan bajado ya, pero no tenemos forma de saberlo. Así que les dejamos el croquis en el parabrisas de la vía
Dibona, como habíamos quedado el día antes, por si la hacía ellos y decidimos bajarnos a buscar un sitio para cenar, que era la prioridad, ya que en el refugio no nos iban a dar nada.
Por suerte encontramos un restaurante antes de llegar al lago Misurina, donde se tiran el rollo y nos sirven.
Ni fuerzas para hacer foto a la deliciosa comida...
Tras la cena, son las 23:30, por lo que desde que nos levantamos a las 04:00 llevamos ya muchas horas en pie y estamos tan cansados que casi nos quedamos dormidos en la mesa.
¡Hay que moverse ya!Tras volver a subir al refugio y comprobar que no hay nadie ya ni en la cocina, miramos lo del croquis en el coche de estos y vemos que sigue ahí.
Esto nos preocupa pero no podemos hacer nada, salvo mandar un sms a Alberto y esperar respuesta.
La bajada en coche a lago Misurina se hace pesada y peligrosa, ya que estamos hechos polvo, pero finalmente llegamos sin consecuencias.
Esta vez no nos ponemos muy exquisitos con la búsqueda, ya que sólo necesitamos un lugar donde tirarnos y que esté techado por el tema de la lluvia.
El primer sitio es el Hotel Lavaredo, donde la gerente me enseña la habitación para que vea lo que le queda.
Se trata de algo así como la habitación de servicio, en la parte de abajo del hotel, donde hay, en la puerta antes de entrar, una máquina de hacer ejercicios y una bici.
Me da igual…Nos arrojamos en la habitación y dormimos profundamente a pesar del ruido de los aires acondicionados que dan a la ventana, que tiene una pared de ladrillos como vista.
5 AGO 10Esta vez me obligo a levantarme antes y desayunar en condiciones.
A Ramón le pilla por los pelos, pero la gerente se tira el rollo y le deja a pesar de haber pasado la hora.
Ahora ya más vivo, compruebo curioso dos detalles del hotel: Qué también la decoración es del tipo siglo XVIII y que el servicio es todo de raza negra.
Después de solucionar el problema de que no tenían línea de teléfono y no podían cobrarnos por no haber en todo Misurina, salimos al lluvioso día, no sin antes pasarnos por la tienda de Giovanni para agradecerle los detalles y consejos de la vía, despedirnos y como no hacerle unas compras.
Vamos en el coche cuando recibo un sms de Alberto diciendo que están en Cortina y que podemos quedar para comer y ya despedirnos desde allí.
Después de terminar con las pizzas, realizamos más compras (como guías de escalada) y nos despedimos de ellos.
A nosotros nos quedaba un viaje a Venecia, trasnochar para hacer tiempo, ya que nuestro vuelo salía temprano y luego dormitar algo al abrigo del aeropuerto.
Pero ¡Oh sorpresa! El aeropuerto está cerrado siendo las 01:30.
Tras intentar acceder leemos un cartel donde dice que cierran de 00:30 a 04:30.
La lluvia está asegurada esta noche, así que no queda otra que ir al coche e intentar dormir en los incómodos asientos.
¡Benditos tapones!
Por fin amanece y machacados, tras la perruna noche, nos tomamos nuestro último café en Italia para regresar a España sin mayores percances.
¡Dolomitas, esta vez si tengo la sensación de haberte escalado! :)