LA CORDADA PERFECTA (FILOSOFANDO...)
En el post anterior, de la etiqueta Filosofando… ya lanzaba alguna indirecta sobre el delicado tema de la elección del compañero de cordada.
Y digo elección por que es algo que ambas partes deben estar de acuerdo y asumir el riesgo que lleva aceptar que alguien se ate al otro lado del cabo del miedo para asegurar tu vida.
Esta elección es libre y jamás debe ser tomada a la ligera, aunque en muchos casos asumimos el riesgo aun a sabiendas de que la otra parte no sabrá posiblemente salir de un accidente en la pared por no tener recursos.
En el anterior post también hablaba sobre cuando te cambiaba el chip ante un canje de compañero de cuerda en el que sabías más experimentado (grado, conocedor de la vía, descenso, ser físicamente más apto para ella, etc) que tú y delegabas el esfuerzo y la fuerza de la cordada en el otro. Esto, evidentemente, en caso de que el otro no pueda por alguna razón (golpe de calor, lesión, perdida de material como un gato, etc), conseguirá que tú vuelvas a ser el dominante en un instante y la mente de ambos cambie los papeles sin ni siquiera plantearlo de viva voz. Por lo tanto, no es que seamos dominantes o sumisos siempre, sino que las circunstancias nos dan ese poder o no poder.
Por experiencia propia, creo que puedo asegurar que es algo instintivo y que seguramente tenga mucho que ver con el sentido de supervivencia.
Un ejemplo: Estando en una situación en la que sabemos no hay marcha atrás y que somos el fuerte de la cordada, lo daremos todo porque no hay otra opción. Por el contrario, cuando hay una opción como la de que el compañero, en ese caso el fuerte de la cordada, lo haga, será algo que valoremos y en muchas ocasiones, si nuestro coco no está bien, seguramente deleguemos. No obstante, si tras la prueba, el compañero no puede, volveremos a coger las riendas ya que la opción del compañero ha desaparecido.
Como he leído recientemente en Quién vive, quien muere y porqué, el experto, suele ser, en muchas ocasiones, alguien que ha caído en muchos errores y ha conseguido salir de ellos por sus propios medios, aprendiendo de estos. Eso no quiere decir que en el siguiente problema se salve, pero está claro que tendrá menos papeletas porque lleva guardado algo muy importante en pared. Experiencia.
En una vía de terreno de aventura, mucho más que el grado que pueda llegar a realizar en libre el escalador, es más importante los recursos que tenga en su haber. Es decir, saber salir de ciertas situaciones en las que alguien inexperto se vería bloqueado por no saber qué hacer.
Como ya habréis percibido, estoy hablando sólo de las vías en pared, ya que se supone más peligrosa por la complicación que requiere una retirada y sobre todo la altura a la que te encuentras del suelo.
No obstante, en la deportiva o en el bloque, también es muy importante el asegurador y tristemente se enseña mucho a escalar y poco a asegurar, en cualquiera de las modadildades, viendo cada día cosas a pie de vía que a veces es mejor no mirar.
Veamos ahora las diferentes combinaciones de cordadas que podemos encontrarnos en las paredes españolas y siempre generalizando.
La tipica: Dos amigos/as, uno/a que cree saber y otro/a que piensa que su colega es la caña.
La clásica: Dos amigos/as que han empezado juntos/as en esto o con poca diferencia y poco a poco van aprendiendo y comprándose material a pachas, que en un futuro tendrán que repartir al separarse por diferentes motivos.
La esporádica: Normalmente con ya una edad, suelen reunirse para escalar las vías de siempre muy de vez en cuando.
La promiscua: Es la que escala cambiando de compañero habitualmente.
La pareja A: Chico escalador desde hace años que lleva a chica inexperta, intentando que esté a su nivel.
La pareja B: Chico y chica escaladores, de grado y expe similar, muy fanáticos, que cuando tienen hijos no para de hacerlo. Me refiero a escalar ;)
La pareja C: Chica escaladora con mucho grado con chico escalador que no termina de despuntar y que la chica le da 10mil vueltas.
La pareja D: Chico/a que su pareja no escala y que al principio le acompañaba y ahora ya le deja que se vaya solo/a cumpliendo con las tasas semanales para recibir el crédito de un finde cada dos.
Tras esta diferenciación, vayamos a una profundización en un ámbito más concreto, no sólo por su experiencia sino por sus cualidades.
De sobra es sabido que a cada uno/a por su condición física, altura, envergadura, peso, etc y por su condición mental, es mejor en cierto tipo de escalada o de situaciones en esta.
FÍSICO
Alto y bajo, una de las excusas más usadas. Sí, pero puntualicemos.
Lo que no cabe duda es que un escalador alto (sin llegar a ser gigante) y delgado a la par que fuerte, tiene gran ventaja sobre otro que sea bajito y grueso.
Con ello no pretendo disculpar que al pequeño esté excusado de esforzarse, pero en la escalada, cuanto menos esfuerzo te requiera, más sencillo te será sacar un paso y salvo en bloqueos con las presas muy juntas de pies y manos, sobre todo en Bloque, la ventaja es mayor. Pero como digo, no es excusa válida. Sencillamente tendrá que buscar otro modo de realizar el paso.
Otro detalle a tener en cuenta son las manos. Sobre todo cuando la cosa va de fisuras.
La graduación de esta es realmente compleja precisamente por ese motivo aunque en ciertos tamaños como ocurre con los temidos y sufridos Off Width, la cosa suele igualarse.
Como dato adicional decir que las fisuras suelen venir determinadas por el ancho de esta llamándolas de dedos, manos o puños, en sentido creciente.
Por lo que sea (entrenamiento, facilidad para coger más masa muscular, tendones de acero, etc) hay escaladores que se les da mejor los desplomes/continuidad, a otros los pasos de bloque, otros las placas técnicas, a otros los dynos y a otros las fisuras.
MENTAL
Ya lo decía creo que Güllich: La escalada es 90% coco 10% fuerza. Y es que un escalador con la suficiente confianza en si mismo podrá llegar a cotas que otros por estar bloqueados mentalmente no pueden a pesar de estra dotados fisicamente para ello. Por eso hay dos tipos en este caso. El que arriesga a meterse en marrones en los que sabe que no puede fallar a pesar de tener un grado justo y el que tiene un grado alto y su mente está bloqueada.
Tras estas variables técnicas, hay una que es fundamental al llevar a cabo cualquier escalada y es la compenetración de la cordada.
Los mismos sueños, los mismos intereses y el estar a gusto con el otro conseguirán que esa cordada sea más “perfecta” que cualquier diferencia física o mental. Ya que puede entre ambos puedes haber una buena combinación para escalar técnicamente una vía, pero si no hay chispa, si no ha química. No funcionará y es una cordada abocada al fracaso.
En el anterior post hablaba sobre ello y una amiga lo definía sábiamente como humildad por parte de ambos.
Imagino que si se juntaran todas estas cualidades técnicas y mentales en una cordada, podríamos decier que es una cordada perfecta.
¿Conocéis a alguna?