18 de julio de 2011

AÑO 2050 (HISTORIAS CON MENSAJE [Nueva etiqueta])

Gracias a mis contactos, hace unas semanas me llegó una preciada información donde decían que precisaban gente atrevida para realizar un viaje muy especial en el que había bastante riesgo por lo que el viaje en sí implicaba.


No pagaban dinero, pero te dejarían llevarte un solo artículo del lugar de destino.

Decenas de formularios y declaraciones juradas me hacen firmar, con extremas y duras normas para evitar que el viaje se transformara en un desencadenante de terribles consecuencias.

Después de un chequeo algo rudimentario y un exhaustivo registro, paso a una sala donde hay dos personas más, a las que no consigo ver la cara ya que a ellas ya les han puesto su cascos y protecciones varias en todo el cuerpo.
Tras vestirme como a ellos, salen de la sala y la puerta se cierra tras de si.

Entonces, una voz por los altavoces nos indica que no dirijamos hacia el pasillo que tenemos en frente. Mis dos compañeros/as de viaje se adelantan y yo les sigo expectante y quizás demasiado cerca de ellos.

Al final del pasillo hay algo parecido a tres túneles en línea, con tres capsulas con forma de bala, encauzados en monorraíles terminados con lo que parece un reactor en su cola.

Me acerco curioso, separándome del grupo, y descubro que las capsulas no llegan a tocar el rail separados de este un palmo, seguramente con algún sistema electromagnético para evitar el rozamiento y alcanzar mayor velocidad con poco impulso.

- Por favor, no se separe del grupo - Me indica una chica de unos 30 años a la que adivino su rostro tras el traje de protección blanco con escafandra que lleva puesto. - Ahora les vamos a explicar en qué consiste el viaje para el que han sido seleccionados.

Atentos y sin decir palabra, escuchamos lo que nos dice.

-    Tras un exhaustivo estudio ustedes tres han sido seleccionados para realizar un nuevo viaje experimental en estas capsulas del tiempo, siendo el número 38.
Como les había indicado, está prohibida cualquier tipo de cámara y por eso les hemos registrado al entrar.
Ya sabrán este viaje les llevará a través del tiempo a un posible mundo paralelo, de los cientos que hay, 39 años adelante.
Estamos en pruebas y deben saber que puede que exista algún problema en su viaje, pero si cumplen estrictamente con lo que les hemos hecho firmar, no debería pasar nada.

Tan solo en el viaje nº 24 ocurrió una desgracia, al incumplir una de las normas básicas y el viajero terminó con ambos brazos seccionados. Por ello les insisto en la importancia de no cometer el error de no hacer caso.
También recordarles que se tomen la medicación que se les ha suministrado para evitar el dolor que se sufre a recolocarse de nuevo las moléculas del cuerpo cuando se llega al otro lado.
También recordarles que solo podrán traerse un artículo. No importa lo que sea y lo que pese, siempre que su tamaño sea inferior a 40x40cm.
El viaje son apenas unos segundos y cuando estén en su destino dispondrán de 15min antes de que el agujero de gusano vuelva a enlazarse con nuestra época.
Por mi parte nada más, solo desearles un buen viaje y que su estancia en el futuro sea todo lo agradable posible.
Nos vemos en un rato.
Suerte!


No conozco el destino de mis compañeros, pero a mi me han asignado Madrid, concretamente la zona de Atocha.

La joven de 30 años desaparece de mi campo de visión y en su lugar aparecen dos fornidos tipos, vestidos como ella, que me llevan a hasta la cápsula central. La abren y me ayudan a meterme dentro.
-    ¿Se ha tomado la medicación? - Me increpa uno de ellos con un claro acento americano.
-    Sí claro, no soy masoquista. - Digo algo molesto.


Según cierran la puerta de plástico unos cinturones metálicos me cruzan delante del pecho y piernas y se ajustan poco a poco.
Luego el sonido exterior desaparece y en la cabina aparece una voz que me indica que el viaje va a comenzar mientras cuenta hacia atrás desde 5.

Al cantar el uno, noto una sacudida, luego un destello y finalmente un dolor brutal en las articulaciones, todo ello me obliga a cerrar los ojos.
Al abrirlos el dolor ha desaparecido y me encuentro en la zona de Antón Martín.
Las calles no han cambiado mucho aunque la publicidad en los edificios es diferente, son hologramas en vez de carteles físicos. Los coche no hacen ruido ninguno son todos mucho más pequeños, de una plaza y no llevan tubo de escape. También están separados del suelo como a una altura de 50cm y la carretera parece metálica.
No puedo pararme a investigar como es posible que se mantengan en el aire, tengo que buscar mi souvenir.

Miro mi ropa y voy vestido con la misma que salí de casa. Lógicamente destaco entre los pocos transeúntes que caminan por las aceras con trajes muy diferentes, así que para no dar mucho la nota me adentro en las calles aledañas, hasta que descubro una vieja tienda que aun mantiene el estilo de hace cientos de años y su entada aun es de madera, entrelazado con motivos más modernos que le dan un aspecto muy a lo Blade Runner. De hecho toda la zona tiene ese aspecto con la mezcla de los edificios antiguos con los modernos.


Mola!

Un alarma me saca de mi embobamiento. Es el reloj que llevo que me indica que han pasado 5min de los 15 de que dispongo,

- Mierda, debo darme prisa.

Sin pensarlo entro en la tienda y descubro que sigue siendo una librería de montaña, pero no hay tenderos, tan solo unas máquinas que deambula por la estancia. Una de ellas me detecta y se acercan a mi por uno de los pasillos. Enseguida veo que lleva en su pantalla la cara de una chica que me resulta familiar.

- Buenos días, bienvenido la librería ¿En qué puedo ayudarle?

- Quería una guía de escalada... de España…


Automáticamente se despliega a ante mi un holograma en el que salen las imágenes de decenas de guías, pero lo extraño es que todas las guías en vez de venir por zonas, vienen por grados!. Toco en el aire una que pone y se despliega un nuevo holograma en el que me muestra todas las vías de España separadas por comunidades y que tienen grado de Vº.
Al parecer, los creadores de guías, con el tiempo, se dieron cuenta que hacer guías con todos los grados era una pérdida de tiempo y de dinero para ellos y para el comprador, y en vez de organizarlas por sectores las organizaban por grado. De esta manera el escalador en vez de comprar una guía en la que venían grados en los que no estaba o le interesaba, usando tan solo un puñado de hojas, adquiría una guía con el grado que le interesaba en ese momento.
La idea era genial! Pero a mi me suponía un problema. ¿Qué grado llevarme?

-    Mientras se lo piensa - me dice la máquina interrumpiendo mis pensamientos - puede leer, de manera gratuita, la revista de nuestra editorial.

Una nuevo holograma a mi derecha se muestra con la revista mientras con la mano y un gesto voy pasando páginas descubriendo aparatos que desconozco para qué pueden servir.
Me paro en una noticia en la que una chaval chino de 15 años ha encadenado 11c…
Sigo pasando y descubro lo que parece un friend que autorregula la presión ejercida sobre las paredes de la roca, según la resistencia de estas, para evitar partirla,
Continuo y veo unos gatos de con goma fabricada con nanotecnológica que se enfría o calienta según la temperatura de la roca para adherirse mejor.

Titi, titi, titi…

¡Mierda solo me quedan 5 minutos!

Miro a mi alrededor y no sé que elegir. El segundero parece hasta ir más deprisa de lo normal y ya casi quedan 4 minutos.

-    Estooo…tienes una guía de escalada de... todo el mundo?
-    Por supuesto pero es un gran formato de 40x30 y en papel. Fue editada en el año 2015 por lo que está desactualizada totalmente. 
- Perfecto, dáme esa... - Digo con claro nerviosismo.

- ¿No prefiere el formato holográmico que se puede llevar a cualquier pared? Además, es mucho más económico y…
-    Nooo! Dáme esa, ya! - Insisto al ver que tan solo quedan 3minutos.
-    De acuerdo señor, pero tendrá usted mismo que bajar a por ella, su peso y volumen no está dentro de mis posibilidades de transporte. Debe bajar esas escaleras y lo encontrará en la sección 12 de la letra G, al fondo del pasillo.

Me lanzo por las escaleras y corro por la estancia subterránea mirando cientos de libros y guías a los que no presto atención hasta que llego a la sección 12 y busco con la mirada la letra G.

1 minuto…Mierda, mierda, mierda…G! aquí está!...


Voy a cogerlo y justo a su lado descubro otro libro que llama mi atención, una novela, escrita por... Vladimir Bustóf de la Sousa y titulada El Reinado de Anael.
Me planteo cogerla ya que se trata de mi siguiente novela que aun no he terminado de escribir, pero no puedo llevarme dos objetos. Son las normas.

10 segundos…

¿Cuál me llevo???

…5, 4, 3, 2, 1…

4 comentarios:

Antonio dijo...

Muy bien escrito Vlady, si tu nuevo libro tiene tanto ingenio seguro que llega.

Saludos

P.D. En otro viajecito de esos pilla los resultados de la loto. :)

Historias de montaña dijo...

Gracias Antonio!

Una pena, solo podía ir una vez :P

Salu2

Santi dijo...

Me llamarás rarito, pero... ¿para qué vas a traer tu propio libro? ¿para plagiarte?

Historias de montaña dijo...

Vago que es uno :D