PROBANDO COSAS NUEVAS (SALTO EN PARACAIDAS)

 Corría el año 1994, época de pasar noches sin dormir y ver amanecer cuando otros se levantaban. 

En aquellos largos fines de semana muchas veces las últimas horas de la madrugada la pasábamos en casa de algún amigo que ya se había independizado. Si este tenía la cinta VHS de una de nuestras películas fetiche la poníamos y soñábamos con un día poder hacer lo que hacía Johnny Utah. Saltar en paracaídas.

El cielo abajo y la tierra arriba

 

Tras más de 30 años, por fin el día 19 de octubre de 2025 se cumplía por mi parte ese sueño escondido en la profundidades de mis vagos recuerdos.

La experiencia, de la mano de I jump Skydive, tuvo un punto agridulce aunque nada que no supusiera de ante mano.

La avioneta

 

Lo interesante de la Caída Libre es precisamente eso. La caída antes de la apertura del paracaídas. 

La idea era que nos subieran a 13.000 pies pero la cosa se quedó en unos 9.000. Esto hizo que el tiempo de caída fuera más corto de lo esperado. Unos 20s cuando podía haber sido de casi un minuto.

¡Hey ahí está mi furgo!

 

A pesar de los consejos de apretarme bien las gafas no lo hice lo suficiente y durante la caía de se me movieron y no pude ver bien. Intenté colocarlas pero decidí dejarlas como estaban y disfrutar de la sensación tan increíble que es caer al vacío. De todas formas hace más de 3 años que llevo gafas de lejos y durante el vuelo no las llevé así que tampoco veía mucho.

 

👍👍👍

Decidí por alguna razón llevar moño en vez de coleta baja, y claro a más de 200 por hora el moño se fue al carajo tapando un poco la visión (creo) al monitor ya que lo tengo muy largo.

El momento wow!

 

Vamos con las sensaciones.

Tranquilidad y confianza ciega durante todo el proceso. Nervios calmados y sensación de seguridad. Los monitores son muy buenos con eso.

El avión es para 4 personas, monitor-cliente por 2. En mi caso saltaría en el segundo pack y eso hizo que viera como caían los anteriores. Justo ahí mi cerebro hizo clic y dije Wow!

Felicidad máxima

 

Luego solo velocidad y como dicen en Le llaman Bodhi (1991), "es una experiencia mejor que el sexo".

Recuerdo que grite, pero no por miedo sino por la adrenalina corriendo por el cuerpo y disfrutando al máximo en esos 15/20s de caída libre.

Controlando la vela

 

Tras aterrizar mi mente ya estaba maquinado la posibilidad de repetir.

¡

¡Que pelos!🙈

 

Y pasados los días ya estaba buscando información para en un futuro, quizá hacer el curso de paracaidismo.

Pero es un deporte caro. Sobre todo para empezar. Hablamos de miles de euros hasta empezar a ir por tu cuenta. Luego ya lo que te cobren por subirte en avioneta que ronda los 35€ por salto. 

Ahora mismo no dispongo del dinero y no sé si lo tendré en un futuro cercano, pero que me encantaría hacerlo lo tengo muy claro.

 

Cierro este post con una frase que se me quedó también grabado de aquellos locos año 90 que dice Bodhisattva (Patrick Swayze).

El miedo provoca dudas.
Y las dudas hacen que tus peores miedos se cumplan.