ESPARADRAPEÁNDOME (PINETA, PEÑAS CAGAS, PEÑA SIRIO)

Estas semanas en las que el concurso del calendario ha ocupada la cabecera del blog, han sido de viajar, de conocer, de reencontrar, de regalar, de repetir,…en resumen de no parar.
De hecho para escribir este post ha tenido que caer una nevada para “obligarme” a quedarme encerrado en mi actual rincón para escribir estar letras y añadir como cada semana las experiencias a esta bitácora que lleva viva desde hace ya tantos años.

De viajar (30DIC12 a 2ENE13)
Pocas Noche Viejas he pasado fuera del casa y esta a pesar de que fue una buena paliza mereció la pena.

Pero antes del viaje, Ori tiene una prueba que pasar. En la que yo he sido participe ayudandola en la planificación del entrenamiento diario. La Sansilvestre Trail de Pedrezuela con casi 20km.

Consigue su principal meta: terminarla, pero además llega descansada y con ganas de más!

¡Titana!

Después de una ducha y de comer algo, conduzco hasta el valle de Pineta durante casi siete horas, dónde ya nos esperan Carlos, Asun Yago y Arantxa.

No tardamos mucho en replegarnos al sobre, ya que al día siguiente tenemos intención unos de hacer esquí de travesía y otros hielo y el día ha sido muuuuy largo.

Yo estoy en el grupo de hielo :D

Pero el día va de olvidos y una vez pasado y esperados los 10min que hay que gastar para poder cruzar el túnel de Bielsa, me doy cuenta de que me he dejado los guêtres…y todos los guantes!

Toca volver y esperar de nuevo :/

Consigo ir hasta el Refugio de Pineta, dónde me los había olvidado, y volver en 45min.
Aun así esto hace que al final lleguemos tarde a las cascadas practicables y que estén ocupadas por varias cordadas.
Sabedor de este detalle y de la imposibilidad de hacerlas de primero por el seguro machaque que llevarían ya a estas horas, subimos solo la cuerda deportiva, planeando de antemano que alguno/a de los que allí están subiendo nos la pongan en top rope.

Curiosamente los allí presentes son conocidos de Arantxa y nos ponen la cuerda en precisamente la última subida que hacen, dejándonos la soleada zona para nosotros solos. Lo malo es que al llegar tan tarde, sabemos que la luz que nos queda es poca y no podremos más que hacerla una vez cada uno.

Estamos en estas cuando vemos aparecer a Ori que tras terminar con el esquí de travesía se anima a escalar en hielo también.

Primero escalo yo obligado a hacerlo por la parte más vertical, para luego, al bajar poner un tornillo a la derecha y así orientar la cuerda por terreno más compacto y  con menos peligro de desprendimientos.

Luego escala Arantxa.

Seguida de Ori.

Y finalmente Yago, quien desmonta ya con la oscuridad acechando y con el termómetro cayendo en picado.

A pesar del frío siempre hay tiempo para una foto de grupo!

¡Sonreíd si podéis!

Esa noche cambiamos de año y como en el refugio no hay tele ni radio, pues con el reloj en muñeca y par de tapas de olla las rusticas campanadas se suceden entre risas y “espera un momento” :D

La fiesta se alarga hasta altas horas peros nosotros nos volvemos a acostar pronto que el cansancio sí se acumula y la idea de mañana es hacer esquí de fondo!

El día 1 amanece con poca nieve y los planes se cambian en el momento del desayuno.
Unos, Carlos y Asun, se vuelven a Zaragoza para trepar en Morata al día siguiente, otros, Yago y Arantxa se vuelven a Madrid ese mismo día. Nosotros, Ori y yo, decidimos seguir consejo de Carlos y Asún y decidimos irnos a Francia a un pueblecito algo alejado, a un balneario gigantesco, con curiosas actividades por un precio ridículo, llamado Balnéa en Genos Loudenvielle, valle del Louron.
Finalmente Yago y Arantxa se animan a venirse también antes de la vuelta.

El sitio resulta estar petadisimo de gente, pero aun así merece la pena ya que al ser tan grande y llevar un límite de tiempo (o te toca pagar más) y un límite de personas en el interior la cosa funciona bastante bien.
Una pena no poder entra con cámara de fotos ya que entre las diferentes actividades había dos que me encandilaron.
Una era una de las piscinas, circular, en la que entraban unas ocho personas en la que te tumbabas y metías la cabeza hasta cubrir los oídos. En ese momento te dabas cuenta que se escuchaba una música bajo el agua!

El otro, se trataba de una serie de piscinas, comunicadas por un pasillo, a diferentes temperaturas (32º, 37º y 40º) y al aire libre (temperatura exterior de 0º) siendo la última la más especial ya que está rodeada de nieve, que usas para revolcarte en ella y luego volver a meterte en el agua a 40º!

¡Masoquismo puro!

Relajados a tope comemos algo y nos despedimos de Yago y Arantxa que regresan a Madrid.

Ori yo regresamos al Refugio de Pineta pero antes nos pasamos a conocer Saint Lary Soulan

De nuevo nos acostamos pronto.

Al día siguiente, día 2, la soledad del refuigio, hace que nos durmamos y salgamos de este más tarde de lo previsto.

Habíamos quedado con Asun y Carlos para trepar en Morata, pero el día amanece frío, y muy ventoso.

Precisamente este día fue el que en Paticosa se quedaron atrapadas muchas personas en la estación de esqui.

Decidimos por esto tomarnos con calma el viaje de refreso, parando en el templo budista de Panillo y en Graus para llevarnos la mejor longaniza de España.

De reencontrar (5ENE13)
La primera escalada del año, aprovechando la benévola temperatura, es en una vieja conocida. Peñas Cagás.

Allí nos decantamos Ori, Yago y yo, en un día agradable dónde disfrutamos y sufrimos por igual, pero siempre por gusto.

La nota especial de esta salida fue que los nuevos dueños de Yator nos lo dejaron unas horas para disfrutar de su presencia y compañía.

De regalar (6ENE13)

De repetir (7ENE13)
Este año me lo quiero tomar de una manera diferente al pasado que por diferentes motivos he escalado más “obligación” que por placer y por ello no me preocupa repetir vías por el simple hecho de disfrutarlas con amigos y ver en sus caras las mismas expresiones que en su día pasaron por la mía.
En este caso fue con Irma y la vía, una de las grandes clásicas que piden a gritos un reequipamiento.
La Felix Barroeta a Peña Sirio.

Una vía que hice hace años y de la que me dejó un sabor extraño. Una mezcla entre rudeza y sencillez que me apetecía volver a sentir.

De camino nos sorprende ver a gente haciendo artificial en unos bloques cercanos a canto cochino.

Tras una subida algo jabalina, llegamos a pie de vía donde descubrimos unas mochilas que desvelan la existencia de otra cordada. Al parecer la única por la zona.

La vía decidimos repartirla en cinco largos para vernos lo más posible y no tener problemas en la comunicación y por qué no decirlo hacer mejores fotos :D

El primero lo hago yo hasta la primera re de la del Espolón Sur, comenzando desde debajo de la grieta.

El segundo se lo dejo a Irma, que avisándola de la imposibilidad de proteger el largo es el más sencillo de todos y también el más largo, se anima a dárselo.

Las dudas le corroen ya que hay varias posibilidades de encarar la parte final, pero por suerte localiza un clavo que le hace arrancar de nuevo para llegar a la deseada reunión.

El siguiente me toca a mi y se trata de el largo clave de la vía, donde nos solo debes saber moverte con estribos (si no quieres probar en libre el físico paso desplomado) sino que además requiere de usar las técnicas de chimeneas/OW/fisura en su comienzo, además de verte obligado a darte el paso de salida en libre (6a) tras un par de pasos en A1, el último de un clavo oxidado.

El que le sigue no es difícil pero se trata de una chimenea adiedrada, de casi imposible protección que te obliga a poner la máxima atención dada la calidad de la reunión que te espera si te caes.

Existe un spit a la derecha tras unos 10m que te relajará, aunque es el único seguro fijo del peculiar largo.

Para finalizar le propongo a Irma darse el último largo que decidimos hacer por la salida del medio que está equipada con químicos. Yo le doy 6a+/6b

Una vez recogidas la cuerdas nos vamos en busca del famosos rapel volado de 15 que queda a la derecha en la cara Norte, pero estamos en estas cuando vemos a la derecha unas cuerdas pasadas por una curiosa reunión.

¿Y esto?

Estamos en estas cuando oímos unas voces algo apagadas que salen de abajo.

-    Hola! ….los de Peña Sirio!
-    Hola? Tenéis problemas?
-    … Mirad a ver si podeis desatascar las cuerdas!

Al parecer andan por mitad de la pared y las cuerdas se han quedado enganchadas en una canal de manera desafortunada.

Les aviso de que cojan bien las cuerdas que las voy a desatar para que caigan a plomo.

Nos despedimos y nos vamos a nuestra bajada, más incómoda pero con menos posibilidades de enganche de cuerdas.

Tras el fotogénico rápel de 15m, caminamos por la cima en dirección Este hasta dar con la piedra que reconozco de la otra la última visita a Peña Sirio y bajamos hasta el comienzo de la gran canal que empieza con árbol como apoyo para llegar a ella.

Tras un rato se llega a otro árbol dónde descubrimos un par de cordinos pasados por una fina rama.

Decidimos desatarlos, unirlos y pasarlos por el firme tronco del árbol dónde ponemos un maillón (ruego se deje para próximos descensos) para evitar quemar los claramente nuevos cordinos y bajamos raudos para en breve camino llegar a pie de vía, dando por finalizada la jornada.