MALLOS EN FEBREROS (RIGLOS)

Me siento y reclino en la cómoda silla del curro. Doy al botón de encendido del ordenador y miro por la ventana que tengo en frente. Observo como llueve, mientras un escalofrio me advierte de que aun no han puesto la calefacción.
Los compañeros de trabajo aun no han llegado, les debe haber pillado caravana de lunes.

Meto las manos en los bolsillos de la chaqueta, que aun no me he quitado y me quedo absorto en mis pensamientos, recordando poco a poco lo transcurrido en estos tres días del finde.

Viernes 15

Soy el último en salir junto con Asun y por lo tanto el último en llegar a Riglos, donde ya están todos, cenados y a la espera de nuestra llegada.

Después de algunas delegaciones, finalmente se reparten las cuerdas, las cordadas y los grupos, en diferentes Mallos, según experiencia.

En el grupo en el que estoy, vamos Diego, Yago, Icoba y Carlos Roy e iremos a los grandes. El resto se dirijirá a la zona de los Mallos pequeños...Colorado y Aguja Roja.

El refugio, llamado así por alguna razón que desconozco ya que es más albergue/hotel que refu, es supernuevo y las instalaciones increibles con detalles la mar de curiosos, como que cada habitación tiene un nombre.
Hay mucho dinero metido ahí.

Mi intención es dormir fuera y poco después de comerme el Fideua, me dispongo a recoger.

-. Pero quedate Vlady! Además, la reserva se ha hecho para 13...

Soy fácil de convencer cuando se trata de salir a la fría noche riglera y decido dormir dentro con todos.

Son las 02:30 cuando me estoy metiendo en el saco, cayendo casi en el acto. Trsitemente a muchos no les pasa lo mismo y su noche es larga y de insomnio.
Estoy muy cansado...

Sábado 16
Como ya había predicho, el día amanece frío pero sin ninguna nube a la vista, consiguiendo verse, los definidos paisajes que nos rodean como en un gran abrazo.

Hace unos 5 años ya visité esta zona y pude escalar en alguno de sus Mallos, pero no en los grandes...tenía ganas de medirme con alguno de estos gigantes rojizos.

A pesar de la gran cantidad de gente que somos (creo que en total más de 20) nos organizamos rápidamente y enseguida estamos camino a nuestros destinos elegidos.

El de mi grupo, era el Mallo conocido como Melchor Frechín(corrección gracias a Charlie) y en el que han reequipado una antigua ruta y abierto otra que es la que escalaría yo junto a Carlos Roy, a quien acababa de conocer.

A eso de las 11:30 ya estamos metidos bajo el imponente Melchor Frechín(corrección gracias a Charlie), acodado por otros grandes del lugar como es la impresionante Visera que nos acompañaría durante todo el recorrido con imágenes impactantes.

Al llegar a pie de vía, comprobamos sorprendidos que hay dos cordadas comenzando nuestra elección.

En la que vamos Roy y yo, es de tres, pero se la ve rápida y en pocos minutos han despegado los tres del suelo.

En la otra, hay sólo dos, pero se les ve un poco más lentos, aunque en poco rato también están fuera.

El palito más corto decide que sea Roy el que se de el primer largo cotado de 6a+ y de paso.
Inevitablemte aceramos los dos sin compasión.

Mientras, Yago, Diego e Icoba, se mantienes a la espera de que comiencen el 2º largo la cordada de dos que tiene por encima.

Gracias a esa espera, recibirian un buen reportaje de su aventura en el Melchor Frechín(corrección gracias a Charlie).

Debido a lo estrechas de algunas reus, decidimos esperar a que al menos salga el primero para no juntarnos más de tres en cada reu, agradeciendolo muchas veces, ya que nuestros brazos se podían recuperar de su hinchazón reglil.

Con ello puedo aprovechar para hacer fotos un poco más curradas. A Roy y a los compis que navegan a nuestra diestra.

Los largos se suceden navegando de lado a lado, haciendo una travesías de infarto, que en algunos casos te ves obligado hasta ha dejar por debajo la reunión de destino.

Ya más arriba, compruebo que en vez de ponerse la cosa más tumbada, lo que hace es echarse un poco para atrás, consiguiendo que algunas panzas se conviertan en peleones pasos que te obligan a parar y pensar como hacerlo.

Comprobamos, también sorprendidos como, en la la Visera, hay un tipo de atuendo rojo que escala en solitario, subiendo y bajando cada largo un par de veces...y sin casco!!!

No paro de maravillarme con cada bloque que encuentro, sujetado por alguna fuerza extraña que desconozco obligandome a fotografiarlos para mostrar al mundo lo que hay aquí arriba.

Ya en el penultimo largo, coincidimos de nuevo con una parte de la cordada, concretamente con la parte femenina.

-. Anda! - Me dice observando mi arnés - qué buena idea la de llevar la Quickfix así! ¡Lo voy a poner ahora mismo!

La alegre chica ahora se enfrenta a un paso muy aéreo de superación de panza, nada más salir de la reu y que mira con recelo.

Aconsejada por Roy, hace la bicicleta como debe y sale airosa y sorprendida del paso.
Más tarde nos enterariamos que esta chica se llama Lua y es adicta al blog de las Pillapilla.

Este largo me toca a mi y alucino de lo bonito, mantenido y aéreo que es. También me sorprende lo que alejan la chapas a pesar de su dificultad.

Luego llega Roy a mi lado y termina la vía por un corto y muy descompuesto largo de IVº, que nos deposita en la cima.

Son las 16:30 cuando nos disponemos a sacar ya todo el abrigo disponible para protegernos del viento que azota la cara Oeste del Mallo.

Pasa una hora y media exacta, es decir dan las 18:00 cuando aparecen por fin Icoba, luego Diego y finalmente Yago. Aclarando nuestras dudas por si tenían problemas.

Después de echarles una mano con las cuerdas, salimos decididos a buscar el largo descenso.

Hace tiempo que Roy, no escalaba en los Mallos y recuerda bagamente el descenso, por lo que caemos en el error de bajar por la primera canal que es el ascenso de salida de la vía Mosquitos o alguna de la Visera.

Subimos lo bajado y caminamos por el marcado camino hasta la parte alta de la gran canal.

Ya es de noche, pero como en Sella, la luna nos acompaña durante el camino y no es necesario casi enceder la frontal.

¡Cuidado Yago!

De repente le veo en el suelo, al parecer a resvalado y apoyado la mano izquierda de mala manera.

Vaya, parece que me he hecho sangre...algo se me ha clavado.

Continuamos camino y decidimos que ya se lo mire en el Refu.

Cuando ya estamos casí al lado el móvil vibra en mi pantalón. Es Asun que llama preocupada.

¡Estamos vivos que nos es poco! Id calentando la cena que ya llegamos!

Un rato después estamos llegando al Refugio/Albergue/Hotel donde nos inflamos a contar historias y a cervezas.

Son las 21:00 cuando por fin empieza la cena. Sólo he comido unos pocos frutos secos y hay hambre...

La sobremesa se alarga hasta que ponen la canción de Los Pajaritos para que nos vayamos a nuestros respectivos sacos.

La actividad de mañana, se decidirá según amanezcan los cuerpos y los cielos.

Domingo 17
Hay a veces que odio acertar con el tiempo...este es una de esas veces, ya que el día nace con cielos cubiertos por negras nubes, que nos hacen dudar de nuestra fortuna climatologica.

Llover no va a llover...y tampoco hace tanto frío.

Después de algunas dudas de si ir a Morata o quedarnos, finalmente nos quedamos y unos deciden hacer largos y otros cortos.
Pero todos en la misma zona, la de los Volaos.

Mientras, Carlos y Yago van a Ayerbe, al centro de salud, donde le curan la infectada herida de la hinchada mano hasta con anestesia.

Alli adquirimos cuatro vías de grados bajos. De izquierda a derecha: 6a, V+ (En realidad 6a+ pero de paso), 6a+ y 6a+, en el que empiezo por un lado y termino por el otro, dejando para el final ese dudoso V+ en el que me meto bajo los efectos de algún inciso plantil que me hace casi correr por la pared.

A eso de las 15:00, se van todos excepto los Maños, Mañas, Asun y el descolocado que teclea.

Después de unos tes para despejar mente y alma...o eso es de otra bebida? a eso de las 16:00 estamos despidiendonos de los Maños/as con pena por la despedida, pero con alegría por lo pasado juntos.

¡¡Buenos días!!...

-. Ah, Hola... que hay - Respondo de inmediato casi sin pensar a uno de mis compañeros -

-.No veas como estaba la carretera...ufff...Bueno, que tal por Riglos? Cuéntame!

-. Bien...muy bien...¿Quieres un café y te cuento? - Propongo mientras me levanto y me quito la chaqueta para colgarla en el perchero.



PD: Gracias a todos/as por conseguir que la salida haya sido de esas de no olvidar nunca...;)