PARTYBURRIADEROS (LOS EMBURRIADEROS, NAVACERRADA)

Como dice la canción de Calamaro: Hay días para quedarse a mirar, hay días en que hay poco para ver, hay días sospechosamente Light. Este sábado en concreto ha sido de los de quedarse a mirar.
Un sitio nuevo, nueva gente, muchas vías escaladas, casi soledad y para acabar una fiesta en el Roco de San Sebastián de los Reyes donde me encuentro con conocidos de hace tiempo, e incluso participo junto a alguno de ellos en un curioso “enfrentamiento” de escalada de velocidad…pero comencemos por el principio.

El sitio, elegido por Antonio y su grupo de colegas escaladores, lo llaman los Emburriaderos. Zona que sale en al menos dos guías, las cuales dispongo. Una es la descatalogada “Guía de Escalada de Guadarrama”, de Manuel Barroso y la de Tino, “Escaladas en la Comunidad de Madrid y Alrededores”.
La combinación de ambas guías es perfecta ya que una complementa a la otra, aunque en ninguna de las dos vienen todas las que hay.

El objetivo del día es conocer la aguja que sale en la de Tino, que es la 4º según la guía de Barrosos y Arranz.

El amplio grupo se divide en las tres zonas que hay, siendo la de en medio la que elegimos Sergio y yo.

Sin mirar guías y sabiendo que todo ronda entre el 6c y el Vº, con una sola vía de 7b la cual localizamos más a la derecha, me meto por una placa que luego resulta ser de paso, con mala caída sobre repisa y obligado de 6a+.
Tras esta hacemos la que va a la izquierda que va por un clásico recorrido invitando al cacharreo por sencillos pasos de Vº.
Luego, para acabar con este paño, hacemos la de la derecha, siendo una auténtica preciosidad, con bonitos movimientos en la parte de arriba y que resulta ser la más bonita de todas las escaladas en el día. V+

Sin más dilación nos pasamos al paño de la izquierda y donde Sergio se mete en un atractivo y visto diedro con un paso de 6a+ que supera sin casi problemas.

Cuando estoy comenzando mi turno, llega Alberto, dispuesto a apretar, por lo que tras de mi, entra a por este y luego de seguidas le da al 6c que le sigue.
El cual se lo saca sin problemas con un movimiento dinámico en el paso clave.

Sergio y yo, sabios o miedosos, según se mire, encontramos el escaqueo de la vía que no da más de 6a.

Tras una vía de transición que es un Vº que le sigue a la derecha, Alberto se decide por darle a una entrada de 6b desplomada y con paso bloquero y que ha Sergio y a mi nos obliga a hacerlo en dinámico.

Yo con la cinta puesta que la caída es más que fea; en cuesta lateral rompe tobillos o come hierva, a elegir.

Tras un delicioso tentempié, continuamos, esta vez por un espolón que tiene un remache como primer seguro y un desplome como entrada.

Aquí Alberto prueba la resistencia del remache ya que cuando está emplazando el Alien verde un poco más arriba, la presa del pie derecho se parte bajo su peso. Por suerte ha sido solo susto.

Luego enlaza la línea de chapas que hay al lado de la vía de Vº, siendo este tramo también de Vº.

Más tarde comprobaríamos que esta vía que hacemos sigue por el espolón de la izquierda, por sucio terreno.

Una vez escalada por los tres y no rompiendo nada más, para terminan con el sector, Alberto nos anima para hacer….como no la chimenea.

¡No me libro ningún finde!

Y como debo ser masoquista sin saberlo, pues le doy de primero tras una inspección con los prismáticos de los posibles emplazamientos y la protección fija de la vía por parte de Diego y Alberto.

Quizás lo más difícil sea el comienzo, siendo V+, pero sicológicamente resulta más ya que de nuevo buriles y remaches afloran por doquier. También algunos bloques obligados a coger y pisar para ascender hacen las delicias de los tres.

Por suerte a ninguno se nos cae nada, a pesar de las premisas y el evidente destino final de muchos de los bloques.

Cuando bajamos comprobamos que ya solo estamos los tres, así que siendo las 18:30, recogemos “rápidamente”, vamos a por la Clásica y nos despedimos de Alberto ya que Sergio y yo nos encaminamos a San Sebastián de los Reyes donde al parecer hay un a fiesta organiza por Andrés Rodas, que es el que lleva el rocódromo del polideportivo.

Llegamos sin muchas complicaciones a este y allí, empiezo a ver caras conocidas como, Gonzalo, Palan, Dani, Almu, Mario, etc

No llevamos más que media hora allí y Yoli, una de las que lleva el roco junto a Andrés, nos da unos números en unos papeles escritos. A mi me toca el 7.

Al poco empieza a aparecer gente y más gente y entre esta llega una compañera de curso de Sergio con una amiga con las que enseguida entablamos conversación y compartimos varias cervezas.

Cuando ya la luz natural desaparece para dar paso a la artificial, comienza la explicación de lo de los números.
Resulta ser una competición de escalada de velocidad, pero los compañeros son al azar.
A mi me toca con Dani, otro chaval y una chica.
Tras aclararnos en lo que se refiere a quien va primero y quien asegura, nos encaminamos a las tres vía elegidas en la compe, tocándonos la de la izquierda.
Esa tanda la ganamos y pasamos a las semifinales.

Tristemente, por un error en el cambio del grillo, perdemos unos segundos preciosos y nos eliminan.
No obstante el rollo me mola mogollón y no por la competición en si (lo cual me da un poco igual), sino por el hecho de compartir cuerda con desconocidos en lo que se refiere a haber escalado alguna vez juntos y compenetrarnos tan bien en tan poco tiempo.