FERRATA RELÁMPAGO (ESPEJA DE SAN MARCELINO, SORIA)

Las previsiones para el fin de semana era poco menos que terroríficas y ya que tengo la suerte de tener libres los días de diario, aprovecho el miércoles 25 para hacer un viaje relámpago a alguna zona para desquitarme del mono que me generará la lluvia.
Hasta aquí bien.
Pero lo malo de librar entre semana es que es más complicado encontrar gente para trepar y este era el caso de esta semana, así que como aun no dispongo de ningún aparato para escalar en solitario y además no está en la lista de la compra, me decanté por una actividad en la que no es tan imprescindible un compañero: Un ferrata.

Pero de nuevo me encuentro con otro problema. En Madrid no hay ferratas.

Tras unas consultas a mí biblioteca y búsqueda en la red, descubro una fantástica web en la que vienen sino todas las ferratas de España, una gran parte de ellas.

Veo que hay unas tres que pueden están dentro del rango del tope de km para ir y volver en el día, pero solo una puede ser la elegida y me decanto por la que está en el Desfiladero de la Torca en el pueblo de Espeja de San Marcelino, un pequeño pueblo al Norte de Soria.

Según el GoogleMaps 2h47min desde mi localidad…pues tardo 2h45min en llegar.
La carretera es de esas que no te aburres ni duermes, recorriendo llanuras rojizas hasta que poco antes de acercarse al pueblo veo unas pequeñas formaciones de roca, a la derecha, que me hacen preguntarme si tendrán alguna vía de escalada ya que en cientos de km no he visto ni un resalte con posibilidades.

Luego lo miro.

La ferrata prometía ser divertida ya que del grado de dificultad de referencia en la web estaba en el 4º lugar de 6.

Gracias a las indicaciones de la web llego sin problemas al cruce de referencia a 500m del pueblo y pruebo suerte con el camino forestal unos 30m…luego me doy la vuelta y decido aparcar en el cruce para no meterme en demasiados berenjenales para dar la vuelta.
Hago bien.

Camino con la mochila a cuestas dónde llevo una cuerda por aquello del posible rapel de 30m para volver y enseguida descubro el comienzo al lado de una caseta blanca que me deja un poco chof al ver que vas a apenas 1m del suelo.

Deduzco que el motivo es que cuando hay caudal el agua debe ocupar esa parte.

Me pongo casco, arnés, el kit de ferrata y me engancho al cable con la curiosidad de un niño que abre un regalo.

Tras unos 10m de recorrido a izquierdas y con buenos pies y agarrado de los peculiares trozos de ferralla en forma de U cuando de repente de acaba el cable y hay una pradera.

Y esto?...mmm

Enseguida veo el otro tramo.

Ah bueno!

Sigo el cable y tras superar un corto paso de nuevo se acaba y hay una pradera más grande.

Pff como esto siga así…

Al fondo de la pradera, siguiendo un camino, veo un par de marcas rojas en la pared. Me acerco a ellas y descubro dónde empieza de verdad la fiesta.

Desde aquí la cosa es casi todo el rato vertical (si eleiges la opción de ir por arriba) lo cual te obliga a colgarte de los brazos.

Con varios puentes de cable, cadenas, alguna escalera y hasta un banco para descansar!

Y hasta aquí voy a leer ya que sino le quito la gracia que tiene el recorrido.

Tan solo añadir que se sale por la derecha del puente que gobierna durante casi todo el recorrido por encima de nuestras cabezas y que el rápel ni lo ví ni lo busqué ya que quería ver el bar del pueblo.

Luego se cruza y se sigue un marcado camino que te lleva de nuevo al pueblo.

Para regresar al coche, yo fui por el pueblo en dirección a la iglesia en la que hay un peculiar árbol petrificado que merece la pena ver.

Tras esto baje por la calle de la derecha del árbol y crucé el pueblo hasta la carretera, para llegar de nuevo a la pista forestal dónde tenía la furgo. En total 1h40min aunque me paré a hacer fotos y comer algo a mitad del recorrido.
Calculo que desde que sales del coche hasta que vuelves puedes hacerlo en 1h15min.

A la vuelta me paro a ver las peñas que había visto al ir y descubro que efectivamente hay una vía...la roca es mala y no parece dar para más.

Luego a Madrid en 2h30min yendo por otro sitio diferente al que me había indicado el GPS y llegar a comer en casa.