VALENTÍA O TEMERIDAD
Fina línea la que separa estas dos palabras y en la que todos nos hemos visto por diferentes circunstancias.
Unas buscándolo, otras por nuestra ingenua juventud y otras porque quienes nos rodean nos pasan la patata caliente en medio de la vía.
Normalmente, con la edad y las responsabilidades que vamos añadiendo a la mochila, vamos siendo menos temerarios y/o valientes. Pensamos en la familia, en el trabajo, en una antigua lesión, etc. Es decir nos volvemos más conscientes de los resultados de nuestras acciones.
Pero eso no quita que en nuestros retos hagamos locuras (incluido yo) en que oiremos a nuestro alrededor eso de “¡Estás loco!”.
Está claro que es un punto de vista, nada más, pero cuando alguien que conoce este mundo te hace esa declaración ante la propuesta, quizá debieras replantearte el viaje.
Cuantas veces os habéis metido en una vía con gente inexperta (especialmente del otro genero) en las que se os ha pasado por la cabeza en un paso expuesto:
¿Y si me caigo y me hago daño? ¿Sabrá reaccionar esta persona ante esa situación?
¿Estamos siendo valientes o temerarios?
Unos podréis decir que si es por debajo del grado del compañero/a no pasa nada.
Otros seréis sinceros y diréis que si, que claro que lo pensáis.
Otros que solo es un IVº menos y que ahí no se cae nadie.
Siempre les contesto, cuando me ponen la excusa de que solo es un IVº, que un error en IVº a 200m o en un 7a, a 200m tiene las mismas consecuencias.
Lo importante en una caída hasta el suelo, no es el grado de la vía sino la altura a la que te encuentres cuando caigas.
Cuando escalamos o hacemos otro tipo de actividad en la que dependemos del compañero, no valoramos esta posibilidad con conciencia.
Aquí estamos siendo temerarios excusándonos de manera absurda.
Por el contrario, si nos metemos con alguien que pilota y en un momento dado le falla el coco o lo que sea, te deja a ti el largo complicado y tú (que también tienes experiencia) lo luchas, aquí estas siendo valiente.
Otro ejemplo.
Te planteas una actividad en una pared de 500m, con una noche en la misma por puro placer. Nunca has escalado en esa pared y tan solo dispones de unos dudosos croquis en los que no indican donde se podría hacer un vivac. Ninguno de los dos lo ha hecho nunca pero es una atractiva actividad y seguro que toda una experiencia.
Eres consciente que para ello tu compañero debe ser alguien con experiencia en el que puedas confiar tu vida en caso de accidente. Que sabes reaccionará sabiamente ante ciertas situaciones.
Estas siendo prudente y a la vez valiente.
Otra más:
Te planteas un reto en solitario en una montaña que nunca has estado y con multitud de riesgos que no controlas. Y que harás lo que sea para llegar a la cima.
Temerario.
Esta misma actividad, en una montaña que conoces el camino, con todos los conocimientos necesarios del medio, con la mente puesta en el camino a recorrer y no en la cima y plantearse una retirada cuando la cosa se ponga demasiado fea. Valiente.
Te metes en una vía de varios largos con una persona del otro género a la que pretendes impresionar y por ello eliges una vía muy ajustada a tu grado. Eres joven aunque experimentado pero nunca has tenido un accidente grave donde has notado que te afeitaba la guadaña los pelillos de la nuca.
Si sales indemne volverás a hacerlo.
Si lo pasas mal…realmente mal, puede que lo vuelvas a hacer, pero seguro que te lo piensas dos veces.
Para esta situación os voy a contar la teoría del joven conductor:
Un chavalillo de 18 años se saca el carnet. Al principio va con miedo, respetando las señales, los limites de velocidad, cediendo el paso, haciendo los Stops, etc. No conoce aun la máquina que usa y los limites de la misma, pero con el tiempo(a los sumo 3meses), coge confianza y empieza a arriesgar, a apurar las frenadas, a salir derrapando, a pasar de ponerse el cinturón, a beber y ponerse de todo mientras conduce…
Mientras no le pase nada y no implique a los demás, la cosa puede seguir así, tan sólo recibiendo criticas de los que le rodean, alguna multa que otra y alguna vez en el taller por un pequeño golpe.
Lo malo es cuando se adquiere demasiada confianza, se apura demasiado y se tiene un accidente grave.
Puede que muera, se quede paralítico o que incluso a él no le pase nada, pero a los que lleva si. Y sinceramente, no se que es peor, si vivir con una lesión crónica o con la culpabilidad de haber pagado otros por ti tu imprudencia, tu temeridad.
¿Y tú que eres valiente o temerario?
N. del A. Imagen adquirida de aquí que habla sobre el salto Canario, una antigua practica que servía para desplzarse más rapidamente.
5 comentarios:
Una reflexión interesante, aunque creo que falta un término para definir algunas actuaciones que hecemos muchas veces por costumbre o por lo que sea: imbecilidad. Por ejemplo, todos sabemos cual es el accidente mas comun en deportiva, y muchos continuan descolgando al compañero sin encordarse por costumbre. Y eso ni es valentia, ni es temeridad, creo.
Pero volviendo a lo que comentas, a mi me gusta pensar que la valentia es un acto de libertad sobre nuestro miedo instintivo que nos ata a las seguridades, a veces solo aparentes. Y que la frontera entre valentia y temeridad muchas veces es difusa, sobre todo en montaña.
... despues de leer esto ... soy todavía más cobarde ...
Salud
Tal cual comentas a lo ultimo, debemos ser responsable, ya que muchas veces nuestras ganas de "impresionar", o lo que fuera que nos lleva a cosas que están fuera de nuestro calculo pueden dañar a otras personas.
Si me mato yo, problema mio, pero la irresponsabilidad de poner en riesgo la vida del otro es inadmisible.
La valentía nos ayuda a poder superar cosas sin limite ni impedimentos, pero la falta de miedo es muy peligrosa, perdemos la noción del riesgo, y eso es lo que nos protege.
Tener miedo no es malo, lo malo es no poder controlarlo...
Hoy pensaba en otra cosa un poco relacionada con esto.
El amor al helicóptero, o la seguridad que tienen muchos que en una "llamadita" de móvil vendrá un equipo a buscarme por que me doble el tobillo.
No se esta volviendo muy dependiente de este servicio??
A mi en muchas ocasiones me parece un "traslado de responsabilidad".
Que "miedo" tiene mucha gente cuando se va a un lugar realmente alpino y sabe que para que venga alguien a buscarte pueden pasar un día..
En fin esto da para mucho..my
Uno... estoy con Gatsaule... (faltaria el término "imbecilidad" o "agilipollez"... :-))))
Dos.... Me considero más valiente u osado qué temerario (aún a costa de los que muchos piensan cuando voy a intentar realizar algunso de los cresterios que suelo realizar en los Pirineos todos los años y voy sólo.... (tipo Espadas Posets... Bardaminas... etc... )
Tres... por contra... a pesar de los años... en vez de "limitar" mi osadía... suelo encontrarme más osado y alocado que incluso cuándo era joven... :-))))) con más ganas de realizar más locuras... jejejeje.....
Cuatro... en relación a lo que dice Diego... soy un acérrimo defensor de ir al monte sin el móvil... sin GPS... eso me hace ser más autosuficiente... preparar mejor el recorrido... entrenarme y prepararme mejor... etc..etc... aunque para muchos...esto también les parezca una "temeridad..." (o incluso una "imbecilidad"...
:-)))))
Buen post Vlady... :-))))
Que hay Pekas:
Eso de aumentar la osadía, es por el sindrome que tenemos los de nuestra generación. El de Peter Pan. No queremos crecer.
Yo sigo teniendo 28 años dedes hace seis años ;)
Salu2
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