25 de noviembre de 2013

UN VIAJE INESPERADO (BENDIA Y BUXÁN, LUGO)

El invierno ha llegado y nadie sabe como ha sido a pesar de estar aun contando días de noviembre y con ello se reducen las posibilidades de escalar en roca caliente.


Una invitación por parte de una amiga para pasar un día en su terruño, nos pone a Ori y a mi camino de Lugo, tras comprobar que a pesar de las apariencias no llovería y además las temperaturas superarían los 12ºC en las horas centrales del día largo del finde: el sábado.

Viernes 22NOV
Tras el viaje de 5h, llegamos a Bendia y somos recibidos con una estupenda cena con comida de la zona, en la casa..
Luego nos dan las 00:00 frente a la chimenea, pero no nos entrenemos más para aprovechar el día de mañana.



Sábado 23NOV
No madrugamos mucho aunque nos hubiera gustado quedarnos un poquito más en la cama.
No sabemos lo que tardaremos en llegar a la zona que hemos decidido ir ya que tenemos muy poca información y la que tenemos no es clara y, luego descubriremos, errónea.


Tras 45min desde Bendia, llegamos al pequeño pueblo de Buxán, tras seguir las indicaciones de Cruz do Incio.
Decir que no vimos cartel de Buxán, pero si seguimos esta carretera y nos encontramos con este desvío de la foto de abajo, nos acabamos de pasar!


No es sencillo de encontrar, no obstante nosotros lo hicimos preguntando a los locales que nos indican dónde está la zona, por la que les deben preguntar a menudo, ya que se trata de único sitio para escalar en muchos km a la redonda. Y es que Galicia no es conocida precisamente por el número de zonas de escalada deportiva.

Justo antes de este desvío que decía, veremos la casa abandonada que sale en la imagen de abajo, a nuestra izquierda.


El camino embarrado que se ve a la derecha de la casa es el que debemos coger para llegar a la zona de escalada.

Al poco se gira a la derecha.


Es paso de ganado y esto sumado a las lluvias y al tipo de terreno hace que te pongas hasta arriba de barro…y posiblemente mierda de vaca.


Por suerte solo es un tramo y luego los castaños tapizan el suelo con sus grandes hojas, dejando una zona de bucólico recorrido.

Poco después, veremos una cancela a nuestra izquierda, cerrada con un cerrojo sencillo de abrir.


Pasamos y lo cerramos tras nuestro paso para evitar que se cuelen animales ya que el sitio es privado y está lleno de silos vegetales de plástico.

No queda muy agradable ya que restos de plástico blanco inunda el pie de vía, pero hay que dar gracias y respetar la zona y los silos ya que nos dejan usarlo para escalar.

La info que llevábamos indicaba que había unas 52 vías de escalada y que había un par de sectores más, lo que no decía es dónde estaban y eso hace que perdamos bastante tiempo dando vueltas por la zona intentando adivinar entre la espesa vegetación dónde podría haber otra cantera.

Subimos tanto que descubrimos una zona que bien podría ser la zona que buscamos, pero además de la vegetación reinante, no se ven ni seguros ni restos de estos, por lo que deducimos que no es esa.


Por fin tras mucha vuelta interpretamos que la zona tenía que estar muy cerca de la otra de los silos, ya que sino al menos dirían algo!

Bajamos y tras entrar de n uevo a la cancela, resulta que está justo detrás de esta zona primera, por un poco definido camino que sale a la derecha de la pared y que da a unas peculiares piedras que se interponen en el paso. Tras estas están los dos sectores.


Se pasan por el lado derecho.
Primero nos encontramos el que llaman “Tetas”, justo al lado de las piedras, que tiene alguna vía desequipada y parece algo abandonado ya que las plantas se están apoderando de él.

El siguiente sector está a pocos metros siguiendo el camino.


Es evidente que es el sector Principal y donde seguro están las vías de mayor calidad. Todas son verticales y plaqueras, con unos 8m ó 10m de altura.


Una pena que la humedad y su orientación Norte haga que sea solo para época estival.


Para otra visita!


Son las 13:00 y hemos quedado para comer a las 14:30, por lo que tan solo nos dará tiempo a hacer un par de vías.


Cuando regresamos al sector Invierno (que es Sur) hay tres personas que acaban de llegar para trepar.


Raudos nos preparamos y hacemos tres vías medio a vista ya que nos las recomiendan los chavales que están allí.


Esto es lo que nos pareció a nosotros de dificultad, aunque hay que decir que aunque ellos lo llaman caliza, es una roca que no conozco y que está claro que es calcárea pero el tacto y su corte es más parecido al cuarzo. Peculiar.


No sé si por el mono de trepar o porque así lo es, me gustó mucho y me quedé con ganas de probar más vías y más grado de las 13 vías que calculé había en este sector.

Y este el mapa de acceso que hemos pensado más acertado que lo que hay por la red y en el último Especial Escuelas de Desnivel.


Luego corremos para llegar a la hora prevista y no lo conseguimos. Nos dan las 15.00…exactas cuando entramos en la casa.

La tarde la pasamos dando un largo paseo hasta que dan las 18:15 que es cuando el sol desaparece de la vista.


En este nuestra amiga nos muestra a los tres, decenas de setas.


Y sorprendentes caminos tapizados de hojas y decorados con el musgo que crece con placer en la humedad reinante.


Luego regresamos a casa y tras la cena nos acostamos más pronto de lo que habíamos pensado.



Domingo 24NOV
Esta vez sí que nos levantamos tarde. Quizá demasiado. Aun así nos da tiempo para ir a un asentamiento Celta que hay cerca de Bendia, en Castro de Rei.


El sitio se llama Viladonga y su interesante museo es gratis.

Aparte de lo clásico me sorprende la representación que tienen hecha con hologramas!


Tras regresar a la casa, y disfrutar de nuevo de la compañía y la comida de la zona, recogemos y marchamos de vuelta a Madrid, recordando un finde rápido pero con mucha variedad.

Nos seguimos moviendo.

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