3 de abril de 2017

ENTRENAMIENTO PARA PATAGONIA (06) – CAMPERA, BUZO Y REMERA (EL CHALTÉN, ARGENTINA)

Así que tenemos un par de días en medio de mal tiempo en los que no sabemos qué hacer.

¿Habrá que aprovechar el coche no?
¿Se te ocurre algún sitio?
Déjame pensar...

Las opciones son pocas y no queríamos terminar alcoholizados en los múltiples bares de El Chaltén y sus horas felices (de 4h), por lo que decidimos darnos el pequeño lujo de irnos al “Refugio”de la Laguna Cóndor.

Nos habían informado que con el alquiler de una de las cabañas teníamos incluido el uso de bicis, kayak, por la laguna, con guía y además de la comida.

Sin pensarlo mucho decidimos ir al día siguiente.



9 Febrero 2017
El día amanece nublado y con viento.

¿Qué raro? :P

Por la noche ha estado lloviendo.

Aun así, el ripio suelta polvo como si no lo hubiera hecho.


Llegamos al Refugio tras los 10km que hay desde El Chaltén.


Al llegar vemos que no hay nadie, lo cual no nos extraña mucho ya que siendo jueves era de esperar.

Hola – Nos dice la chica que nos recibe con amplia sonrisa - ¿Tenéis reserva?
No… - respondemos sorprendidos al ver lo solitario que está el lugar.

Tras corta conversación nos informa que el precio es uno muy diferente al que habíamos visto en Booking y que además nos disponen de tarjeta al no haber cobertura en la zona, por lo que si queremos quedarnos esa noche tendríamos que volver al El Chaltén, a la agencia que lleva estar reservas, pagar y luego volver.

Resignados pero comprensivos por la situación, volvemos a El Chaltén, hacemos la gestión, conseguimos un precio similar al de Booking (hablamos de una diferencia de 130€ por cabeza a 105€) y volvemos al Refugio.


Ya alojados nos preguntan si vamos a usar la tina junto al rio antes de la cena y nuestra respuesta a pesar del fresco día es que si.


Tienen que calentar el agua con fuego de leña durante 3h por lo menos, así que en ese tempo, aprovechamos para coger las bicis y darnos un rulo por la zona.


Yago está muy acostumbrado a lo dela bici, en cambio yo, no recuerdo la última vez que me monté en una.


Lo pasamos bien, aunque sufro en las cuestas como un condenado.


Tras el ejercicio toca cerveza/vino y luego a hacerse el machote y meterse primero en el rio y luego en la tina.


Yo lo consigo hacer 2 veces.

Yago le coge vicio.

Qué se le va hacer, soy de secano.

Luego nos espera una deliciosa cena hecha por el chef del “Refugio”, regada por un buen vino de la tierra de Mendoza.


¡Cuánto sufrimiento!




10 Febrero 2017
Como estaba previsto, el día amanece con mucho viento.
Cuando llega la guía, una chica, nos reúne y nos comenta que el tiempo está dudosos y lo mismo no se puede hacer actividad.
La Laguna Cóndor está descartada y la opción que nos ofrece es la de remontar el río siempre que la cosa no se ponga fea.

Aceptamos el reto.


Lo pasamos genial a pesar del lógico esfuerzo de remontar un río.


Esa misma tarde volvemos al El Chaltén, revisamos la meteo y nos decidimos por la subida al Cerro Solo.


Lo primero de todo, ya que cierran muy pronto, es registrarnos en el parque para que nos tengan en cuenta en caso de no volver en las fechas estimadas.


Luego alquilar tienda (o carpa como le llaman aquí), saco y esterilla para pasar una noche fuera.

Conseguimos encontrar un sitio (hay tres en El Chaltén pero solo dos alquilan tienda, saco y esterilla) que nos dejar recoger ahora, por la tarde, cobrando solo un día, si lo devolvemos antes de las 17:00 del domingo 12.

Yago comprobando el estado de la tienda, antes de llevarnosla, para evitar sorpresas desagradables

Esperemos que así sea.

El resto del día lo usamos para preparar el equipo y la logística de la actividad.



11 Febrero 2017
El día amanece ventoso pero no muy frio.


Aun así las bajas nubes dejan ver de vez en cuando nuestro objetivo.


Este cada vez se hace más grande y alto según nos acercamos y en mi cabeza aparece el interrogante de si nos dará tiempo a realizar tan largo recorrido en el día y volver.


Ya solo la aproximación al lugar de acampada que nos habían indicado en el parque, son unas 5h, el cual incluye una tirolina que cruza el rio Fitz Roy.

Nuestro plan era levantarnos a las 02:00 de la noche, para salir a las 03:00 y así aprovechar las horas de buen tiempo que daban, que iban de 00:00 a 15:00.


Vamos tranquilos, hay tiempo, y tras pasar el famoso campamento de Agostini, viene la tirolina.


Pero justo antes de llegar a esta nos paran siete holandesas que nos increpan a preguntas que nos hacen pensar nos están proponiendo que las pasemos por la tirolina.

En nuestro mal inglés las indicamos que sintiéndolo mucho era demasiado peligroso y lento.

Sorry guys, is very dangerous and slow. Good luck!

Tras dejarlas atrás nos dirigimos a la famosa tirolina (o tirolesa como le llaman aquí), que enseguida vemos que es una forma de cribar a la gente ya que no dispone de ningún sistema para recupera la polea, y esto hace que tengas que llevar equipo, como mosquetones y una cuerda lo suficientemente larga para los 20m (aprox) que tiene.


Cuando llegamos están cruzando, hacia nuestro lado, un par de estadounidenses que usan la polea (que está al otro lado) uno y un mosquetón HMS el otro.

No es difícil darse cuenta que la tirolina tiene la caída hacia donde estamos, por lo que una vez llegado a la mitad, tocará remar la otra mitad con lo que ello conlleva.

Yago es la primera vez que cruza una por lo que soy yo quién va primero.


El río está muy crecido y eso hace que tenga que colocarme muy cerca de la polea para que no acabe empapado el equipo o yo.

Ato la cuerda a la polea y Yago la sujeta desde el otro lado para poder recuperar esta y usarla él.


Efectivamente la paliza de remontar con tal peso y sobre un acuerda, que hace que el rozamiento sea mayor que si fuera un cable de acero, me hace llegar cansadete al otro lado.

Desde la otra orilla le doy indicaciones, a gritos, de que tenga cuidado con las manos para no pillarse con la polea, que se ponga muy cerca para no colgar mucho ya que yo casi me mojo, que suba las piernas sobre la mochila para ir más cómodo, etc.


Pero lo que no le digo es que guarde la cámara dentro de la mochila por si se le moja.

Y es justo lo que ocurre :/

Lleva en bandolera la cámara y en cuanto se cuelga veo que irremediablemente se le va a mojar.

Intento no meterle muchas prisas, pero ver como entraba y salir del agua me pone de los nervios.

¡No estires los brazos Yago!

Cuando llega por fin al otro lado, la cámara chorrea agua por todos lados.


Solo llevamos mi GoPro y su cámara, por aquello de reducir peso, y ahora solo disponemos de mi cámara para hacer fotos.

Ya en este lado, descubrimos que solo hay que seguir el camino que va por el filo de una redondeada cresta.

Aquí, al viento se le suma la lluvia.

Mmm…Esto no lo decía la previsión…

Según nos habían dicho, lo mejor para atacar esta cima era la de hacer el campamento muy avanzado, justo en un río.

Cuando la cresta termina, solo hay una cuesta muy pronunciada, con alguna trepada, que da a una travesía donde hay un derrumbe enorme que bloquea el camino y que hay que sortear subiendo más para poder continuarlo.
Aquí nos damos la vuelta y volvemos al final de la creta donde descubrimos un lugar llano, protegido del viento, en el que se nota alguien a acampado antes.

Creo que hemos encontrado nuestro lugar.

Para de llover.

Montamos la tienda.


Cenamos.


Nos acostamos y ponemos las alarmas de los relojes.Vuelve a llover y el viento aumenta en velocidad.

¡Buenas noches!

Son las 21:00.



12 Febrero 2017
De repente me despierto con la sensación de que han pasado más horas de las que deberían para ser las 02:00.
Busco la frontal mientras escucho como a fuera llueve copiosamente y el viento azota los árboles que nos rodean.


Son las 05:30

¡Yago nos hemos dormido!

Aun así, la ventana de buen tiempo anunciada o no había llegado o había sido tan corta que ni siquiera nos habíamos enterado.

Asumiendo la situación entre decepcionados y aliviados por no habernos pillado este mal tiempo arriba, decidimos seguir durmiendo hasta que amanezca.

Unas voces fuera y en inglés de una pareja que pasa caminando cerca de nuestra tienda, me hacen salir de los extraños sueños, sobre caballos corriendo, y volver a las inmediaciones de la Laguna Torre, donde habíamos acampado.
Ya hay luz.
Miro la hora y veo que son las 07:10.
Sacamos la cabeza por la puerta y el cielo es de azul intenso y el viento es casi nulo.

Parece que la ventana se ha atrasado.

Aun tumbados en los sacos discutimos qué hacer.

Está claro que a la cima no nos da tiempo. ¿Quizá a la base del glaciar? Pero tampoco sabemos si esta ventana aguantará mucho.

¿Lo intentamos? – Le digo a Yago sentándome.
¿Ya que estamos aquí? – Responde positivamente.


Continuará…

2 comentarios:

elmusgonuncaduerme dijo...

Que sitio mas guapo para pasar unos dia el Refugio de Laguna Condor. Eso si son vacaciones.
A ver el desenlace de ascension al Cerro Solo.

Vladimir Bustóf de la Sousa dijo...

Magnífico lugar Miguel, una pena el tiempo porque tiene unas vistas espectaculares de las agujas...según no dijeron.
En la próxima y última entrega podremos verlas ;)