EN LA PISTA Nº1: LOS TRAPECISTAS!!! (PEÑALARA)

La semana comenzó con muchas dudas sobre lo que hacer y hasta última hora del viernes, las cartas cambiaban continuamente.

Pero como suele pasar en estos casos, al final, el destino me tiene preparada un visita a una escuela que sólo la he visitado en época estival un par de veces. Hablo de Peñalara.

Según tenía apuntado a lápiz en la guía, hay varios sectores y vías, en los que está prohibido escalar, por haber, en su base, plantas y flores autóctonas que se podrían pisar.
Cabe destacar, que curiosamente, los escaladores no podemos acceder a estas zonas, pero las rollizas vacas que pastan por allí nadie las dice ni “mu” al papeárselas. Me pregunto por qué?


Llegamos pronto, a eso de las 09:30, al aparcamiento de Cotos y comprobamos que la temperatura es perfecta. 16ºC con una sensación térmica rondando los 20ºC.
Después de unos regalos que Michel me hace y que guardo en le coche, salimos hacia el circo para montarnos en el trapecio.

Al llegar al Circo comprobamos sorprendidos como aun La Ceja mantiene gran cantidad de nieve en su filo a pesar de los calores que estamos sufriendo estas semanas atrás y que los colores verdes del musgo de granito de Peñalara intensos hasta guiñar ante nuestros poco acostumbrados ojos.


En el Trapecio hay un par de cordadas donde me fijo que uno de los componentes escalar con una especie garfio al faltarle una mano (la derecha). Michel asegura saber de quien se trata. A mi me suena pero conocido es mi problema de ser buen fisonomista pero no poder asociar las caras que almaceno con las situaciones en que he conocido a esas personas.


Decidimos comenzar por las vías de la izquierda del todo e ir haciéndolas de seguido.

No miramos la guía y nos fiamos por haber visto que el grado máximo que hay es 6b+.


La primera que hago es la segunda, empezando por la izquierda, que resulta ser un Vº con movimientos clásicos sobre fisura y regleta. Los últimos metros hasta la reu, son algo expuestos y la posibilidad de meter algo no es mucha. Lo hacemos sin nada.
Con la siguiente, al bajar, pasamos la cuerda por la primera chapa que está demasiado alta.
Esta es más plaquera, resultando ser un 6a.

Nuestra idea es hacer las siguientes, pero comprobamos que ha llegado un nuevo grupo que ha ocupado las dos siguientes, por lo que nos vamos a las de la derecha, donde Michel se mete en una hay que proteger con un cacharrín (0,5 de HB) para alcanzar la primera chapa. (V+) Bonita y recomendable vía.
Seguida a esta, le damos a otra (Vº) que resulta ser de 35m y que Michel soluciona primero yendo a la reu de la derecha (ver foto) haciendo una reu en una chapa y rapelando.
Para recuperar las cintas de esa chapa, me hago la de la derecha a esta, que resulta la más atractiva y mantenida de todas (6a+), con pasos técnicos que me recuerdan a Solana por su difícil A Vista, obligándome a pensar el paso del techín un rato, hasta que doy con la secuencia correcta.
Justo cuando llego a la reu de arriba, empiezan las gotas a caer y la tempe a bajar.
De esta tengo que llegar a la que queda a la izquierda y de ahí rapelar y recupera las cintas de las dos vías.

Después de un bonito espectáculo corriendo por la pared como si se tratarse de Gran Péndulo de la Nose, recuperamos el material.


Ya abajo, mientras charlamos animadamente sobre los grandes problemas de la vida, comienza a llover con más fuerza.
Después de la clásica que no debe faltar nunca, vuelta a casita y ya pensando en la gran pregunta que todos los lunes me hago cuando llego al trabajo.

¿Dónde y con quien treparé el próximo finde?