¡OUARZAZATE! ¡OUARZAZATE! (TODRA, MARRUECOS) 01

Mezclarse con otras culturas, compartir historias, experiencias, conocer gente increíble, sorprenderte en cada paso, en cada imagen que pasa por el cristal del objetivo, en cada mirada de curiosidad por ambas partes, comparar lo tuyo con lo suyo, valorar mucho más lo que tienes, regalar, comprar, disfrutar...en una palabra Viajar.

Me encanta...

Esta vez, me he apuntado a un viaje a Marruecos, donde el fin de este era la Garganta del Todra, donde las paredes de más de 300m son rojas, el río da vida al lugar, la gente es amable, tranquila y muy sociable, mezclado en un resultado de comodidad, pero no por sus lujos sino por sus habitantes.
Es un sitio donde estás a gusto...como en casa, pero a unos 1000km de esta.

Como en todo viaje, este empieza antes, en la preparación, en la adquisición del billete, en los planes, en cómo repartir el material, que llevar de este, como llevarlo, etc.
En mi caso, la cosa me salió más cara que a los compañeros de viaje, ya que como me suele pasar, me apunto demasiado tarde, por diferentes motivos.
En este caso, ese retraso se tradujo en 244€ en vez de los 107€ que debería haberme costado, pero las ganas de viajar eran más importantes que las de ver la cuenta bajo mínimos.

¿Si no lo hago ahora cuando lo voy ha hacer?

Como en el viaje a Grecia, no conocía a algunos de los componentes del grupo y al igual que entonces, congeniamos rápidamente a las pocas horas.

Vidal, David, Javi y Chamorro.

Todos menos David y yo, ya habían estado en Marruecos en general y en Todra en particular, lugar hacia donde nos dirigían nuestras intenciones y viaje.

Después de cargar con seis brindis, más nuestras pesadas mochilas, nos introducimos en el avión para en un par de horas estar pisando tierras Marroquíes.

A eso de las 20:00, ya tenemos cambiado dinero,...

alquilado una Partner...

y metidos de lleno en el jaleo que es el tráfico de Marrakech.

Tres horas después (si, si, tres pu... horas después!!!) conseguimos salir de la magnética ciudad, dirección Ouarzazate, gracias a los mapas manuales y a la policía del lugar.

Ouarzazaaaaaate!

El viaje de 400km transcurre entre paradas para comprar agua embotellada,...

comidas en puestos en la calle...

y peleas insufribles con los cinturones de seguridad que tienden, tímidos ellos, a esconderse bajo el asiento, no dejándose enganchar fácilmente.

A eso de las 04:30 de la madrugada, llegamos a nuestro destino tras más de cinco horas de animado viaje.

La idea inicial era despertar a Ahmo (dueño de uno de los mejores Riad* de Todra), cuando llegásemos, para que nos hiciera un hueco para pasar la noche y ya al día siguiente formalizar el resto de noches...pero Ahmo no abría.
Solución? Pues a "dormir" en el coche.

Nos acoplamos como podemos en el habitáculo y nos disponemos a dormir.

A pesar de lo incómodo de sitio, todos caemos rápidamente hasta que, a eso de las 05:00, comienzan los rezos. Hemos aparcado al lado de la torre desde donde se entonan estos y nos despierta sobresaltados.

Las siguientes dos horas las pasamos en duerme vela sobre todo por la fría noche hasta que ya no aguntamos más y a eso de la 07:00 salimos a volver a llamar a Ahmo...pero sigue sin abrir.
Comenzamos a dudar de que siga abierto.

Decidimos hacer tiempo hasta las 08:00 y arrancamos el coche para adentrarnos, por primera vez, en la fabulosa Garganta del Todra.

Unos golpes después y ya estamos en casa de Ahmo.
Con las presentaciones nos sirve un clásico desayuno compuesto de café, te, pan de hogaza, mermelada de melocotón, miel y mantequilla, que nos sabe a gloria.

Luego, nos acomoda una habitación para que durmamos, pero son minutos los que estamos dentro del saco, ya que las ganas de trepar, el te y el café ingerido hacen un efecto revitalizador que nos lleva a las paredes en poco tiempo.

El sitio elegido para la toma de contacto, es el sector conocido como Los Jardines Franceses, donde nos repartimos en dos cordadas. Una de tres (Javi, Chamorro y yo) y otra de dos (David y Vidal).

Después de hacer un Vº que está casi al comienzo del sector por su lado izquierdo, decidimos meternos en vías de varios largos.
La de dos elige una vía que queda a la derecha y nosotros otra que esta a su siniestra.

La característica de este sector es que sus primeros largos son fáciles(Vº y V+) y sus segundos complicados.
En la cordada en la que estoy, comienzo yo el primer largo de tres, siendo este de Vº. Seguidamente Chamorro le da al segundo largo que resulta ser un 6b+ con dos pasos concretos dificiles de ver.

El siguiente y último se lo da Javi, saliendo de 6c del que finalmente se ve obligado a dejar que, el máquina de Chamorro, se lo saque, no sin sufrimiento.
Visto lo visto, decido, cuando me toca a mi, tirar hacia la derecha para evitar el techito, pero compruebo que no es más fácil y me cuesta uno y parte de otro salir del embolao incluso acerando, ya que los seguros no están precisamente cerca.

Soy el último en rapelar los casi 60m de cuerda y por ello recibo de lleno algo de lo que ya me habían hablado. La diferencia de temperatura tan brutal cuando ya no te da el sol.
No se cuantos grados cambia de sol a sombra, pero la sensación es de una bajada increíble.

Con la luz ya escondiéndose tras las impresionantes paredes de la garganta, esperando en su base, abrigados, a que Vidal y David terminen sus cortos rapeles de 35m, recogemos material para cobijarnos en la Riad de Ahmo, donde ya nos espera una suculenta cena cocinada durante dos horas a fuego lento.

Esa noche aun no tenemos el material de la risa, pero un chaval cuyo nombre y lugar de nacimiento no recuerdo, nos invitó a unos de su propia cosecha, mientras la otra parte del grupo tiene su particular aventura en busca de nuestro tesoro.

Después de un par de horas, vuelven cabizbajos, pero son recibidos por más diversión por parte del viajero solitario...uno de tantos que nos encontraríamos en nuestro periplo.

Unos cuantos tes después, estamos metidos en nuestra habitación, desenredando los sacos para dormir.

Mañana nos espera un larguisimo día de escalada con la intención de unos hacer deportiva y otros (incluido yo) hacer una vía de unos 9 ó 10 largos en una de su paredes más grandes. El Pilar del Couchant.

Continuará...

Riad: Es algo así como una casa rural, con servicio de comida.