ASCENSIÓN/ESCALADA AL VOLCÁN MOMOTOMBO (UN ESPAÑOL EN NICARAGUA)
Cada vez que hablaba con alguien de Nicaragua sobre escalada, hacían referencia a los volcanes. Entonces les explicaba que lo que yo hacía era escalada en roca y que a esto de subir volcanes caminando le llamábamos ascensión.
Como todo en la vida, para poder hablar de algo con cierta objetividad hay que probarlo. Y por eso este fin de semana nos hemos animado a subir una de ellos y como somos así, pues elegimos uno de los que dicen es más difícil de la zona y además con una historia detrás digna de contar.
El Momotombo.
Allá por el año 1610 tuvo una gran erupción y destruyó la ciudad de León obligando a sus habitantes a cambiar esta de lugar y situándola donde ahora se encuentra. A unos 60kms.
Por eso se le llama al antiguo lugar donde se encontraba la ciudad León Viejo.
En breve lo visitaremos también.
Para esta ascensión hay que solicitar ciertos permisos, por pasar por un terreno privado que tiene una geotérmica, por eso nos ahorramos el trabajo y contratamos la actividad con Tierra Tours con la que además nos llevarían el carro (coche) hasta el lugar donde comenzaríamos la ascensión.
01/03/15
A hora de Alpes (03:30) nos levantamos para poder realizar la actividad en las horas de menos calor ya que luego la cosa es un poco infierno y hasta peligroso.
Tras un traqueteado camino, llegamos hasta dónde el carro nos deja y nos esperará ya que la ruta no es circular y se sube y baja por el mismo sitio.
Son las 07:00 cuando comenzamos a caminar los 10 (incluida la guía) y ya aprieta el calor.
Hoy solo hay nubes decorativas.
El variado grupo me hace recordar mi trabajo en España y me cuesta salirme del rol de Guía.
Aunque un Guía siempre es un Guía esté ejerciendo o no, enseguida me fijo en que hay una chica que no va muy bien.
También aumentan las vistas.
Con la aproximación a la cima también la inclinación de la ruta comienza a ser mayor.
Sumado a que es roca suelta tenemos que estar muy atentos ya que hay un tramo donde las rocas caen a gran velocidad empujadas por el fuerte viento que parece haber arriba.
De hecho pasa alguna demasiado cerca de mis piernas cosa que hace que cambien mi vista del suelo a la ladera de arriba para evitar un posible impacto a mí y al grupo.
Es una bolera…
Tras pasar la bolera, llegamos al hombro donde queda la última vegetación que veremos hasta volver a bajar.
Aquí comienza un viento que va creciendo en intensidad y fuerza según avanzamos.
La cosa se pone seria en cierta zona en la que calculo que podrimos haber llegar a los 100km/h haciendo volar gafas, gorras, etc.
Cuando llegamos a una roca que protege del fuerte viento la cosa ha llegado a ser muy heavy y el terreno es tan empinado que te obliga a ponerte a 4 patas si quieres avanzar, ya que además de lo empinado que está, las rocas son finas e imposibles de subir de otra manera.
Ahora entiendo por qué lo llaman escalar a subir volcanes.
Por fin llegamos a una costra de roca solida que hace más sencillo el ascenso, aunque el viento sigue igual de puñetero.
Seguimos subiendo con los pulmones bien abiertos y llega otro factor con el que no contábamos. Las fumarolas de gases.
El viento trae continuas nubes que te tragas sin poder evitar.
El ascenso se convierte en algo un poco agónico y llegada la cresta final me planteo darme la vuelta cuando empiezo a toser compulsivamente y a llorar.
Juer…cof, cof, no merece la pena, yo me doy la vuelta.
El resto del grupo continúa y yo me alejo de las fumarolas para poder coger aire.
Saco la braga que llevo y la doblo varias veces para taparme ojos, boca y nariz.
Espero un rato y me armo de valor y de oxigeno respirando varias veces profundamente para coger aire y llegar al pasillo donde más salida de gases hay y donde se encuentra el resto del grupo pasando, tosiendo y llorando como yo.
Al otro lado no hay nube de gases y se está “bien” nos animamos a hacernos unas fotos.
Y foto cima de los cuatro: Ori, Rebeca, Simone y yo
Sin muchos más preámbulos volvemos a bajar por donde hemos subido.
Aquí la cosa se pone más sencilla para la parte del grupo que está habituada a la montaña.
Por ello vamos ayudando un poco a los demás explicando cómo bajar por una pedrera de manera segura y rápida.
Aquí también descubrimos algo que me sorprende en este lugar tan inhóspito. Un gran enjambre de abejas bajo una roca
Una vez en terreno más compacto, pregunto a la guía si puedo bajar un poco más rápido y les espero en la sombra del primer árbol.
Sí, claro.
Carrerita!
Ya abajo, en terreno más llano espero al resto de grupo.
El tramo final se hace algo pesado sobre todo por la gran subida de temperatura.
Hemos consumido 3l de agua cada uno, hecho 2200m de desnivel acumulado y 8h de actividad de coche a coche.
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